Exclusivo: en el oeste de Cali se robaron un edificio con poderes falsos notariados. ¿Son suyos sus bienes?

A las 9:28 a. m. del pasado 7 de abril, llegó el mensaje de la Superintendencia de Notariado al correo electrónico del abogado Jesús Marino Ospina anunciándole que el trámite de venta de sus propiedades se había realizado con éxito.

Anexo al correo había un link de descarga del Certificado de Tradición actualizado del edificio El Retiro III, ubicado a escasos metros de la estatua de Sebastián de Belalcázar, en el que ya figuraba la nueva anotación, la número 10, donde certificaba como ahora propietario de sus bienes, según la escritura pública 3683 de la Notaría 7 de Cali, a una persona de nombre John Freddy Rodríguez Ortiz.

Para despojarlo de su propiedad, bastó con que Obdonur Giraldo Vallejo, al parecer domiciliario de una empresa de productos químicos en Candelaria (Valle), llegara con un poder falso a la Notaría 7 de Cali en el que supuestamente el dueño del edificio lo designaba su “apoderado”, para que realizara cualquier tipo de trámite con el edificio; en este caso la venta.

Sin embargo, el edificio El Retiro III es un bien de propiedad horizontal con cinco matrículas independientes y todas estaban siendo puestas a nombre del mismo John Freddy Rodríguez Ortiz, pero el pasado 7 de abril estaban terminando de realizar los trámites fraudulentos, cuando llegó el verdadero dueño a la Notaría 7 y se encontró con el falso apoderado, quien fue retenido por agentes de la Policía.

“No, yo no soy el propietario del edificio; lo que hice fue venir a vender con un poder que me dio el dueño, pero yo no me he robado un peso. El señor dice que el edificio es de él, pero yo la verdad es que a él no lo conozco”, aseguró Obdonur Giraldo a El País en el momento en que fue descubierto.

De acuerdo con los documentos hallados en poder de Giraldo, John Freddy Rodríguez pagaría alrededor de $360 millones por cada piso del edificio, un valor cercano a los $1800 millones. Sin embargo, al consultar las bases de datos de seguridad social, Rodríguez figura en el Sisben en un rango B5, como una persona de pobreza moderada, por lo que no tendría la capacidad económica de adquirir los bienes que ahora tiene a su nombre.

De nuevo en la Notaría 7, el teléfono de Obdonur Giraldo Vallejo no paraba de sonar. Al otro lado de la línea voces de hombres y de una mujer de nombre Íngrid intentaban tranquilizarlo; le advertían que no fuera a dar nombres y que dijera que se acogía a su derecho a permanecer callado, como lo hizo.

Al preguntarle sobre quién es Íngrid, solo dijo que: “Es de una inmobiliaria y ella fue la que revisó todos los documentos y dijo que estaban bien”, explicó Obdonur Giraldo, quien antes de ser dejado en libertad aseguró que no sabía dónde era la inmobiliaria “porque todo me lo enviaban con un domiciliario y yo solo firmaba los papeles”.

Al final, fueron dos de los cinco pisos del edificio El Retiro los que pasaron a nombre de John Freddy Rodríguez. Pero en la Notaría 7 estaban casi listas casi todas las escrituras.

Alberto Villalobos, notario 7 de Cali, aseguró sobre lo sucedido que “yo verifiqué los poderes con el escáner y aparece que fueron realizados en la Notaría 18 y están subidos al VUR (Ventanilla Única de Registro)”.

“Lo que hay que hacer es colocar un denuncio e inmediatamente se solicita que se congelen los folios como medida previa. Aquí se hicieron dos registros de escritura y otras dos no alcanzaron a ser radicadas porque una tenía un embargo y otra tenía problemas de impuestos”, indicó el notario Villalobos.

Algo no huele bien

Lo preocupante de esta situación, de la que nadie está exento en Cali, es que el falso poder se convirtió en auténtico a través de un trámite irregular en la Notaría 18, donde supuestamente se hizo la identificación biométrica para registrar el falso poder que Jesús Marino Ospina le otorgó a Obdonur Gaviria.

Pero si el propietario del edifico jamás ha estado en la Notaría 18 de Cali. ¿Cómo hicieron entonces la identificación biométrica?

De acuerdo con el trámite, que habría sido realizado por una funcionaria de apellido Tafur, se dejó por sentado que el propietario del edificio El Retiro III tenía un problemas en sus dedos y no se le pudo hacer toma de huella. El recurso que quedaba era el de la fotografía, pero como la persona no estaba, utilizaron la foto de una copia de su cédula de cuando tenía 18 años de edad como si fuera actual.

Así lo hicieron en la Notaría 18 el 30 de noviembre del 2024, repitieron el procedimiento irregular el 26 de diciembre del 2024, y un tercer poder falso se hizo de la misma manera el 23 de enero del 2025. El dueño del edificio no estuvo en esa notaría nunca, pero todos fueron firmados y autenticados por el notario 18, Hans Peter Zarama.

“No sabemos con certeza quién fue el que cometió el ilícito y por eso hemos presentando una denuncia penal con el propósito de que se investigue quién fue el responsable; aunque tenemos un indicio, pero esperamos que la Fiscalía haga sus investigaciones”, aseguró el Notario 18 en diálogo con El País.

“Lo único que puedo garantizar es que no he hecho nada ilegal; no he participado en ningún ilícito y entraré a demostrarlo en el momento que me llame la Fiscalía; a explicar cómo es el proceso biométrico para desvincularme del caso penal. Fui asaltado en mi buena fe y en la confianza que deposité en alguna persona”, dijo el notario Hanz Peter Zarama y aseguró que la mujer de apellido Tafur renunció en marzo.

Frente a la falsedad en los poderes y lo que viene ocurriendo con el edificio El Retiro III, Jesús Marino Ospina responsabilizó a la Alcaldía de Cali y la inspección de Policía de la Comuna 2 por su falta de reacción.

“Ha transcurrido más de un año desde que hubo una ocupación forzada e ilegal del edificio y aún no hay una decisión contundente para el desalojo. Todo esto pudo evitarse si los servidores hubieran actuado a tiempo; los valores de desalojo, justicia y legalidad parecen invertidos. Incluso, permitieron que actuara como abogado una persona que no lo es, situación en contravía de lo estipulado en el Código de Policía”, aseguró Ospina.

Ya son tres los propietarios

A la víctima de este fraude, la noticia de lo que estaba ocurriendo no lo tomó por sorpresa porque no es el único intento al que viene haciendo frente por despojarlo de su propiedad.

“Yo tenía el edificio en proyecto para la construcción y cuando llega el actual gobierno se paró cualquier avance y dejé a una persona cuidando el edificio; en febrero del año pasado lo ocuparon de manera violenta y sacaron a la persona que estaba allí”, explicó Ospina.

Fue con documentos para demostrar que era el dueño, pero un grupo de hombres le impidió el ingreso y poco después llegó, asegurando ser el propietario, ‘Eddy Cañas’, quien en redes dice ser médico en estética facial y tratamientos para pérdida de peso. Al ser consultado por El País, aseguró que compró hace año y medio la posesión del edificio de cinco pisos, estrato 6 en el oeste de Cali, por solo $120 millones.

Edilberto Cañas, quien tendría otros procesos por presunta posesión ilegal, dijo ser comprador de buena fe y que tiene una sociedad con Julián Caicedo López, pero se negó a dar el nombre de la sociedad a la que dice que pertenece el edificio El Retiro III.

“Si usted fuera a comprar de buena fe, pide el certificado de tradición y le compra al dueño”, dijo un exsuperintendente de Notariado.

El socio de Eddy Cañas, Julián Caicedo, fue quien recusó a la inspectora cuando se surtió el trámite para el desalojo del que se quejó Jesús Marino Ospina tras un año sin que le hayan restituido el bien.

La inspectora de la Comuna 2, María Fanny Torres, se preguntó: “¿Será responsabilidad de nosotros o será responsabilidad del dueño estar pendiente de sus bienes y cuidarlos?”.

Aseguró que conoció el caso en abril y realizó la audiencia en julio y no se presentó nadie, y la segunda audiencia para desalojo fue en febrero, que fue donde la recusaron y debía resolver la recusación en segunda instancia el Secretario de Seguridad de Cali, que la habría resuelto esta semana.

“El Secretario de Seguridad pudo incurrir en un prevaricato por mora en resolución de recusación porque el Código General del Proceso otorga para la recusación unos términos perentorios. No se pueden tomar meses en un caso de esos”, explicó otro abogado que prefirió no revelar su identidad.

Aunque se ha presentado como representante legal de la sociedad y de una firma de abogados, Caicedo López, quien trabajó en la Oficina de Bienes y Servicios de la Alcaldía, no es abogado y no existe una tarjeta profesional a su nombre.

“No lo soy. Yo soy estudiante de décimo semestre de derecho de la Universidad Cooperativa”, dijo Caicedo e indicó que recusó a la inspectora como parte del proceso, no como abogado.

Al igual que Edilberto Cañas, su socio Julián Caicedo López, quien hizo parte del equipo de trabajo de la exconcejal Natalia Lasso, del Partido Colombia Justa Libres, y fue candidato al Concejo de Cali por el mismo movimiento, figura en varios procesos en los que supuestos propietarios de inmuebles denuncian que les han invadido y se han quedado con sus predios.

Frente al edificio El Retiro III, ambos aseguraron que no conocen a quienes llevaron falsos poderes a la Notaria 7 y que se van a sentar a negociar con Jesús Marino Ospina “para comprarle o que él nos compre”.