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El 90 % de los estudiantes de colegios públicos de Cali tienen en riesgo su salud mental
La información fue revelada tras un estudio desarrollado en más de 600 jóvenes de siete instituciones educativas.
El Observatorio de Realidades Educativas de la universidad Icesi, ORE, llama la atención por el informe más reciente de la Secretaría de Salud de Cali, que entrega cifras preocupantes sobre las instituciones educativas oficiales de Cali: el 90 % de los estudiantes de estos colegios se encuentra en riesgo medio o alto de presentar afectaciones en su salud mental.
De manera específica, los datos entregados señalan que en un riesgo alto se encuentra cerca del 20 % de los colegiales; en riesgo medio el 70 % y, por último, en bajas cifras de vulnerabilidad estaría el 10 % restante.
“Para llegar a estas cifras se hicieron 619 monitoreos en siete instituciones educativas oficiales durante el año 2022, con estudiantes entre los 10 y los 18 años. El nivel de riesgo en salud mental se estableció según los reportes de consumo de sustancias psicoactivas, casos de violencia y lesiones autoinfligidas”, sostiene el boletín entregado por el Observatorio.
Cabe señalar que la muestra del estudio es representativa, ya que, de acuerdo con los datos que entrega la Secretaría de Educación de Cali, son más de 162.000 los menores de edad y jóvenes que se encuentran cursando estudios en las diferentes instituciones oficiales para este año.
En la caracterización realizada por el Observatorio de Salud Mental, de la Secretaría de Salud, se encontró que los casos más graves estaban con los jóvenes que ya habían alcanzado la mayoría de edad, es decir, los 18 años. “El 81 % de los estudiantes de 18 años registró un riesgo alto. De los que tenían entre 13 y 17 años, la mayoría se encontró en riesgo medio. En los menores, de 10 a 12 años, se detectaron niveles de riesgo más bajos”, agrega el documento, que deja entrever que entre más edad tenga el estudiante, presenta mayores probabilidades de afectación.
“Estamos ante un panorama crítico. Sabemos que los problemas de salud mental atentan contra la vida de los estudiantes: se han presentado cada vez más intentos de suicidio, acoso escolar y otros indicadores que hablan no solo del deterioro del bienestar de los estudiantes, sino de la convivencia escolar”, dijo Juliana Ruiz Patiño, directora del Observatorio de Realidades Educativas de la Universidad Icesi.
La información indica que estos diferentes factores de riesgo tuvieron un incremento importante entre el 2021 y el 2022. Por un lado, mientras en el último cuatrimestre del 2021, 30 jóvenes y adolescentes intentaron acabar con su vida, en los primeros cuatro meses del año pasado lo hicieron 186 estudiantes.
En ese mismo periodo, los reportes de agresiones que vivenciaron esos individuos pasaron de ser solo 11 en 2021 a escalarse hasta 441 en 2022, las violencias sexuales pasaron de 37 a 135 y los casos de maltrato, de 10 a 78.
Un punto aparte merecieron los eventos en los que se evidenció el consumo de sustancias psicoactivas por parte de los colegiales. En los últimos cuatro meses del 2021 hubo 17 reportes, mientras que en el primer cuatrimestre del 2022 fueron 306, siendo las drogas y sustancias más comunes la marihuana, con el 21 %; los vapeadores, con el 10 %; el clonazepam (3 %) y las bebidas alcohólicas (2 %).
La directora Ruiz Patiño agregó que “desde el Observatorio de Realidades Educativas estamos tratando de reivindicar el valor social de la escuela como un entorno de cuidado y de protección. Los esfuerzos no deben estar enfocados solamente en la excelencia académica, sino también en la dimensión de salud mental y desarrollo socioemocional de toda la comunidad educativa. Por eso, es necesario que se adelanten campañas de sensibilización y detección temprana de casos, así como la articulación con instituciones de salud para evitar que más situaciones lamentables ocurran”.
Dentro de las recomendaciones adicionales, se instó a las instituciones educativas a crear y aplicar mecanismos que permitan identificar los riesgos en los estudiantes, así como enlazar estos esfuerzos con el hogar para tener una atención centrada en el joven de manera continua.
