COVID-19
Covid-19: las respuestas de la ciencia a los argumentos de los antivacunas
Diez millones de colombianos aún no se vacunan. En algunos casos se han organizado en movimientos para ser escuchados. Sus argumentos, respondidos por quienes consideran que vacunarse es la clave para ponerle fin a la pandemia.
El pasado jueves 17 de febrero de 2022 se cumplió el primer año del inicio del Plan Nacional de Vacunación contra el Covid -19 en Colombia.
Aquel día de 2021 la enfermera Verónica Luz Machado Torres, de 46 años, y quien trabaja en el Hospital de Sincelejo, se convirtió en la primera ciudadana en recibir el biológico en el país. También fue noticia lo que contó esa mañana: pese a permanecer en la ‘primera línea’ de quienes enfrentan la pandemia, le debían dos meses de su salario.
En Cali, la primera ciudadana en recibir la vacuna anticovid fue la auxiliar en enfermería Sandra Milena Herrera Mejía, de 37 años, nacida en el municipio de Caicedonia, y quien labora en la UCI Hospital Universitario del Valle. Un año después ya se ha aplicado las tres dosis que recomienda la Organización Mundial de la Salud.
— Me siento muy bien, no he tenido ningún efecto adverso con el biológico. Las pruebas de covid han salido negativas. Y es gratificante ser la primera persona en Cali en recibir la vacuna. Algunos lo tomaron como que iba a ser ‘conejillo’ de pruebas, pero siempre pensé que cuando llegara la vacuna, me la ponía. Para que esta pandemia se acabe debemos vacunarnos todos– dice Sandra mientras recorre los pasillos del hospital.
Según los datos del Ministerio de Salud, un año después del inicio del Plan de Vacunación, en Colombia se han administrado 75 millones de dosis. El 80 % de la población tiene al menos una dosis y el 64 % cuenta con esquemas completos de dos dosis o monodosis. Además, 7,2 millones de colombianos han recibido el tercer refuerzo. En promedio, 8 de cada diez ciudadanos están vacunados.
La policía de Nueva Zelanda descartó desalojar a los manifestantes contrarios a la vacunación anticovid acampados en el Parlamento nacional en Wellington, alegando que no quieren provocar escenas violentas en la capital.
Los que aún no lo hacen son alrededor de diez millones de personas, algunas organizadas en movimientos de carácter nacional. Uno de ellos se llama Familias Por la Verdad, que se presenta como “un equipo multidisciplinario de activistas cristianos pro-vida y pro-familia”, quienes aclaran que no son ‘antivacunas’, en plural, como los han llamado en algunos medios de comunicación, sino que cuestionan en específico el biológico contra el covid. El movimiento es liderado por el médico veterinario, activista y ministro cristiano Esteban Ramírez, candidato al Senado por el partido Conservador.
— Quiero llegar al Congreso para representar a los colombianos que reconocen que hay una dictadura sanitaria que estrecha un cerco de persecución y segregación sobre quienes decidimos no vacunarnos. Es una persecución de naturaleza política, con decretos ‘nazi’ y anticonstitucionales que nos impiden entrar a establecimientos si no estamos vacunados, lo que atenta contra las libertades, así que con política debe combatirse. No hay un solo edil que levante la voz por nosotros por corrección política, por miedo, por ignorancia o por evitar la mala prensa – dice Esteban.
Cuando le pregunto si ir en contra de la vacunación no puede ser visto como una agenda oculta, llamar la atención para obtener réditos políticos de cara a su campaña, asegura que no hay nada más alejado de la verdad. El movimiento, explica, surgió tres semanas posteriores al 25 de marzo de 2020, cuando en Colombia se decretó la cuarentena. Meses después “nadie daba un peso por discursos que se denominan antivacunas”. Incluso, algunos de sus amigos y miembros de su familia se distanciaron – “con mirada recelosa”– por sus planteamientos contra la vacunación.
— Llevamos diez años haciendo activismo y dando a conocer nuestros puntos de vista y lucha por la vida en oposición a la cultura de la muerte, así que no podía ser que llegara una pandemia planificada, con un virus creado en China y puesto en circulación deliberadamente en el marco de una guerra comercial con Estados Unidos, y nos quedáramos callados. Si mi motivación hubiera sido el cálculo político cuando inició este movimiento, estaba perdiendo el tiempo porque al principio éramos rechazados y objeto de burla.
Esteban Ramírez es fundador y representante de la plataforma ciudadana Familias por la verdad. También es candidato al Senado por el partido Conservador.
En el video de presentación de su campaña al Senado, Esteban resume la década de lo que él llama “lucha contra la agenda globalista de destrucción de la familia y la imposición de corrientes ideológicas destructivas”. En las imágenes se observan extractos de discursos suyos contra el aborto, la eutanasia, el matrimonio o la adopción por personas del mismo sexo. Tampoco está de acuerdo con la idea de que el plan mundial de vacunación sea la solución para prevenir y combatir la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2.
— Se nos dice que estamos en contra de la ciencia. Pero la ciencia y el método científico, históricamente, no han evolucionado por imponer de manera dogmática ideas que no pueden controvertirse, cuestionarse. La verdadera ciencia progresa cuando lo que se considera totalmente cierto e infalible, es puesto en cuestión. Y eso es lo que hacemos en Familias por la Verdad: cuestionar, con argumentos científicos, las mal llamadas vacunas contra el covid. Sin embargo, de la burla en los medios, pasamos a la censura. Hoy hay una dictadura de pensamiento único, la persecución a todo tipo de pensamiento disidente.
En aras de promover el debate de las ideas, un año después del inicio del Plan Nacional de Vacunación se propone un ejercicio: plantear los cuestionamientos de quienes rechazan la aplicación del biológico contra el covid, y los argumentos de quienes promueven la vacuna como vía para ponerle fin a la pandemia del nuevo coronavirus.
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Uno de los cuestionamientos de quienes se oponen a vacunarse contra el covid es la seguridad de los biológicos. Si las vacunas son tan seguras, se preguntan, ¿por qué los gobiernos firmaron acuerdos con las farmacéuticas que las eximen de cualquier responsabilidad por los posibles efectos adversos y las muertes causadas por la inoculación de su producto?
El doctor Carlos Álvarez es infectólogo y coordinador nacional de estudios sobre el Covid-19 en Colombia, delegado por la OMS. Sobre ese interrogante comenta que se debe recordar el contexto en el que se comenzaron a producir los biológicos: una emergencia sanitaria mundial.
—Eso generó que las vacunas tuvieran una condición especial que obligó a los gobiernos a firmar esos acuerdos. Sin embargo, a día de hoy, muchas de estas vacunas ya están aprobadas sin la condición de emergencia sanitaria, luego se someten a las mismas exigencias de cualquier medicamento o vacuna que se esté comercializado. Los acuerdos fueron la manera de introducir las vacunas rápidamente.
Ahora, no significa que no existan riesgos. Las vacunas pueden tener algún evento adverso, pero en el caso de los biológicos contra el covid, está comprobado que esos eventos son muy poco frecuentes, y en cambio los beneficios superan ampliamente el riesgo. Sobre todo ahora, que ha pasado más de un año y es claro que las vacunas son seguras, como lo han mostrado los datos de seguimiento. Los efectos secundarios, cuando se presentan, ocurren en su mayoría en los primeros 30 días y algunos hasta los tres meses. Es muy raro que un evento adverso suceda después de tres meses. Por eso podemos afirmar que la seguridad de las vacunas es extremadamente alta, porque ya ha pasado más de ese tiempo.
Según el Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS), efectos adversos como la anafilaxia (reacción alérgica) posterior a la vacunación contra el covid, se ha presentado en cinco casos por cada millón de personas inmunizadas en Estados Unidos. O los casos del síndrome de trombosis con la vacuna Janssen de Johnson & Johnson también son bastante extraños. “Al 10 de febrero del 2022 se habían aplicado 18.2 millones de dosis de la vacuna Janssen contra el covid, y se identificaron 57 notificaciones confirmadas de personas que recibieron el biológico y luego tuvieron estos trombos”, comunicó el Sistema de Notificación de Reacciones Adversas.
Para el doctor Carlos Trillos, epidemiólogo de la Universidad del Rosario, está claro entonces que es “mil veces” más riesgoso tener covid, cuyas complicaciones y secuelas pueden ser muy graves, que padecer los eventos adversos relacionados con las vacunas, que son pasajeros y los graves, muy raros.
— No ofrecer vacunas, de las que se ha comprobado científicamente su eficacia y seguridad, sería negligente. Los estudios clínicos que respaldan la seguridad y eficacia de las vacunas tienen los más altos estándares bioéticos, de buenas prácticas clínicas y de integridad científica, con evaluaciones de Comités Técnicos y Comités de Ética en Investigación independientes, que garantizan la responsabilidad y el rigor para minimizar cualquier daño a los voluntarios que participan en estos – dice el doctor Trillos.
Otro de los cuestionamientos de quienes no están de acuerdo con la vacunación contra el covid hace alusión a qué justifica la urgencia de vacunarse, si en teoría existen protocolos con efectividad comprobada para tratar adecuadamente a los contagiados que desarrollan síntomas en su casa, “de manera segura y a bajo costo”.
El doctor José Millán Oñate, miembro de la Asociación Colombiana de Infectología, asegura ante ello que hasta ahora no hay ningún protocolo comprobado para tratar adecuadamente a los contagiados, “y decir lo contrario es falso”.
— A las personas contagiadas se les da un manejo sintomático y de vigilancia. Aquellas que desarrollen problemas respiratorios se hospitalizan y se les administra oxígeno y tratamiento con dexametasona. Apenas hace un par de meses se aprobaron antivirales específicos contra el Covid – 19. En Colombia se aprobó uno, pero no tenemos disponibilidad. Todos los demás medicamentos que se han utilizado hasta ahora no sirven para combatir de manera eficaz al nuevo coronavirus. Por eso la importancia de vacunarse. En Colombia las personas que tengan un factor de riesgo como hipertensión, diabetes, obesidad, tienen un 11% de mortalidad asociado al covid. Mientras que la vacunación, con sus respectivos refuerzos, disminuye en un 95% la posibilidad de hospitalizarse por la enfermedad.
De otro lado, los llamados antivacunas covid son enfáticos en afirmar que los niños no se deben vacunar, pues argumentan que en la mayoría de los casos no se enferman de gravedad, y se recuperan gracias a su sistema inmune natural.
La pediatra infectóloga Isabel Hurtado no está de acuerdo con ello. Por un lado, explica, aunque es cierto que la mortalidad de niños por covid es baja, sí hay niños que han fallecido o que han ingresado a una UCI a causa de la enfermedad, y cualquier esfuerzo para prevenirlo es significativo.
— Con la aparición de nuevas variantes del virus hemos visto cómo la afección a los niños es mayor, conllevando mayores tasas de hospitalización y mortalidad en la población pediátrica, no solo en niños con comorbilidades, por lo cual prevenir la enfermedad severa con la vacunación es importante. Por otro lado, todas las vacunas han demostrado disminuir la probabilidad de contagio y los días de excreción del virus, es decir que vacunarnos sí reduce la probabilidad de enfermarse y reduce la probabilidad de enfermar a otros, por lo cual vacunar a nuestros niños no solo es un acto de responsabilidad sino que tiene un impacto significativo en la comunidad.
Esteban Ramírez me comenta de otro lado que uno de los argumentos de su movimiento Familias por la Verdad para no recomendar vacunarse contra el covid son los casos de deportistas de alto rendimiento, especialmente futbolistas, afectados por problemas cardiacos tras recibir el biológico, y menciona al del delantero argentino Sergio el Kun Agüero, quien se retiró del fútbol por una arritmia ventricular.
— Es el caso más emblemático.
La teoría de que el Kun había abandonado el fútbol a causa de la vacuna se viralizó por las redes, pero resultó ser una noticia falsa. El cardiólogo del exjugador, Roberto Peidró, explicó que Agüero tiene en su corazón una pequeña cicatriz, “que hace una especie de cortocircuito y produce arritmias”. El problema había sido detectado desde 2004, cuando el Kun jugaba en Independiente de Avellaneda, solo que en ese entonces la arritmia era más benigna, por lo que no le impedía jugar al fútbol.
— Ni el covid ni la vacuna tuvieron nada que ver para que Sergio anunciara su retiro del deporte – dijo Peidró en una entrevista para una emisora argentina.
Algo parecido sucedió cuando el futbolista danés Christian Eriksen perdió el conocimiento durante el partido entre Dinamarca y Finlandia, después de sufrir un infarto. Se dijo que se debía a la vacuna, pero Eriksen no había recibido ni la primera dosis.
El doctor Carlos Trillos, de la Universidad del Rosario, considera que este tipo de informaciones falsas que involucran a figuras públicas pueden ser letales: causan distorsiones que impactan a millones de seguidores que pueden tomar decisiones que ponen en riesgo su vida o la de sus seres queridos.
Los movimientos anti vacuna covid, de otro lado, no creen lo que asegura la OMS: que el biológico ha permitido que la mortalidad haya disminuido. Sospechan que las cifras están “falseadas”, pues las pruebas PCR para detectar el contagio han demostrado que arrojan falsos positivos. Sin embargo, diversos estudios científicos han comprobado que vacunarse sí reduce el riesgo de morir por covid. Una investigación de The New England Journal of Medicine asegura que el riesgo de mortalidad por covid se reduce en un 90 % para quienes han recibido una dosis de refuerzo de la vacuna de Pfizer, cinco meses después de finalizar el esquema de dos dosis.
Esteban Ramírez comenta de otro lado que lo dicho por la OMS en el sentido de que hay asintomáticos que transmiten el virus que causa el covid, es una “ficción anti científica”.
— ¿De cuándo acá alguien sin síntomas puede transmitir una enfermedad?, se pregunta.
El infectólogo Carlos Álvarez recuerda que hay evidencia científica que comprueba que hay personas que pueden replicar el virus sin presentar síntomas. No solo ocurre con el virus que causa el covid, sino con otras enfermedades infecciosas como el VIH.
Quienes se oponen a vacunarse concluyen si acaso no será mejor abstenerse de recibir el biológico si no están seguros del mismo, a lo que la epidemióloga de la Universidad del Valle, Lyda Osorio, responde que en la ciencia es normal que hayan controversias porque es a través de los cuestionamientos y las posiciones diferentes que los científicos pueden hacer los mejores estudios para generar conocimiento válido, por lo que al momento de tomar una decisión es necesario entender los argumentos de los que están a favor o en contra.
— Sin embargo, en medio de tanta información de la pandemia, se deben buscar fuentes confiables y verificar lo que circula en las redes sociales antes de creerlo y replicarlo.
Protestas
Los manifestantes en Canadá son referente de los opositores a las restricciones sanitarias en varios países.
En Nueva York, empleados se manifestaron contra la decisión de despedir a quienes se nieguen a vacunarse contra el covid-19.
Denuncian la "tiranía médica”.