¿Su lavadora hace ruidos extraños? Estas señales podrían indicar que el tambor está sobrecargado

En numerosos hogares, la lavadora se ha consolidado como uno de los electrodomésticos más utilizados y exigidos. No obstante, su uso inadecuado es frecuente. Una de las prácticas más perjudiciales es la sobrecarga, es decir, exceder la capacidad máxima recomendada por el fabricante.

Aunque esta acción puede interpretarse como una estrategia para ahorrar tiempo o energía, en realidad conlleva riesgos significativos tanto para el aparato como para la calidad del lavado. Reconocer las señales que indican un uso excesivo resulta fundamental para prevenir averías costosas o la necesidad de reemplazar el equipo.

1. Movimiento excesivo

Uno de los signos más evidentes de sobrecarga es el movimiento inusual de la lavadora. Si el tambor se sacude violentamente, el aparato se desplaza de su sitio o emite ruidos poco habituales durante el giro, es probable que esté trabajando por encima de sus posibilidades. Este tipo de vibración no solo afecta el desempeño, sino que también puede provocar daños en el suelo o desconexiones en mangueras y cables.

2. Prendas con residuos de detergente

Cuando el tambor está demasiado lleno, el agua y el detergente no circulan adecuadamente entre las prendas. Esto genera un lavado deficiente: la ropa puede salir mal enjuagada, con residuos de jabón o incluso con suciedad adherida. En algunos casos, se percibe también un olor desagradable.

3. Ciclos de lavado más prolongados

Algunas lavadoras modernas están equipadas con sensores inteligentes que detectan el peso de la carga. Si se supera el límite permitido, el sistema tiende a extender automáticamente la duración del ciclo para intentar compensar el exceso. Este comportamiento, si se repite con frecuencia, puede afectar la eficiencia energética del equipo.

4. Códigos de error en el panel digital

En modelos con paneles digitales, una sobrecarga puede traducirse en la aparición de mensajes de error. Aunque los códigos varían según el fabricante, suelen advertir problemas como desbalance, fallos en el drenaje o bloqueos del tambor. Consultar el manual técnico resulta clave para interpretar estos avisos, los cuales comúnmente se relacionan con un exceso de peso.

5. Dificultades en el giro del tambor

Otra señal crítica ocurre cuando el tambor presenta dificultades para girar, se detiene de forma brusca o realiza movimientos incompletos. Esta situación compromete componentes esenciales como el motor o los rodamientos, acortando la vida útil del aparato.

6. Ropa excesivamente arrugada o dañada

La sobrecarga no solo impacta en el proceso de lavado, sino también en el estado final de las prendas. Al no haber suficiente espacio en el tambor, las prendas se comprimen, lo que genera fricción entre ellas. Esto puede provocar arrugas pronunciadas, enredos o incluso desgaste en las fibras textiles.

En definitiva, respetar la capacidad de carga indicada por el fabricante no solo optimiza el rendimiento de la lavadora, sino que también contribuye a preservar su funcionamiento a largo plazo. Adoptar un uso responsable permite evitar reparaciones frecuentes y asegurar una limpieza eficaz sin comprometer la integridad de la ropa.