Tecnología
Las tres expresiones más comunes de los celosos y posesivos, según la inteligencia artificial
El lenguaje es una herramienta poderosa que tiene el poder de acercar o distanciar a las personas.
En las relaciones de pareja, el lenguaje que utilizan las personas tiene un papel fundamental en cómo se comunican y, por ende, en el desarrollo de sus interacciones. Las personas celosas y posesivas suelen usar ciertas palabras que reflejan su inseguridad y necesidad de control.
Aunque estas palabras pueden parecer inofensivas, en realidad tienen un efecto negativo en la dinámica de la relación, generando tensiones y malentendidos. Gracias a la inteligencia artificial (IA), han podido analizar patrones de comportamiento humano para identificar términos que, más que otros, son empleados por personas con actitudes celosas y posesivas.
Ciertas expresiones, cuando se repiten constantemente, pueden dar lugar a dinámicas tóxicas. En este sentido, El País consultó a la inteligencia artificial de ChatGPT para identificar las palabras más comunes que utilizan las personas celosas y posesivas en una relación. Los resultados revelan que estas personas suelen mostrar una preocupación por mantener una exclusividad total, incluso en situaciones donde no hay ninguna amenaza a su relación.
¿Cuáles son las palabras que más dicen las personas celosas y posesivas en una relación?
“Mío/a”
La palabra “mío” o “mía” es, sin lugar a dudas, la más representativa cuando se habla de celos y posesión. Cuando se usa de forma excesiva, no solo refleja una necesidad de control, sino que también simboliza una actitud de “propiedad” dentro de la relación. Expresiones como “Eres mío/a” o “Eso es mío/a” son frecuentes en personas que buscan acaparar la atención y el afecto de su pareja, demandando exclusividad de manera verbal.
“Siempre”
Cuando se usa de manera negativa, esta palabra se convierte en una herramienta para generalizar comportamientos y, con frecuencia, se utiliza para acusar a la pareja de hacer cosas que solo existen en una percepción exagerada. Frases como “Siempre haces lo mismo” o “Siempre estás mirando a otras personas” son comunes en este tipo de relaciones y reflejan una desconfianza constante hacia el otro.
“¿Por qué?”
Cuando una persona celosa o posesiva pregunta de manera repetitiva “¿Por qué saliste con él/ella?” o “¿Por qué no me lo dijiste antes?”, lo que busca es obtener una explicación que calme su inseguridad o controlar las acciones de su pareja. Aunque estas preguntas no siempre son agresivas, pueden ser invasivas y provocar la sensación de estar siendo constantemente observada o interrogada.
Las personas que recurren a este tipo de preguntas constantemente no solo están buscando una explicación, sino que, en muchos casos, están evaluando si lo que la pareja hace está o no dentro de los límites que ellos consideran adecuados. A medida que las preguntas se repiten, se produce un ciclo de acusaciones y defensas, lo cual deteriora la comunicación en la relación. Las personas que hacen estas preguntas de manera excesiva también pueden sentirse ansiosas o estresadas, buscando constantemente confirmaciones que refuercen su percepción de la relación.
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