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Este es el riesgo que se esconde detrás de los dispensadores de agua o hielo en las neveras; puede ser muy peligroso
Si bien los dispensadores de agua y hielo pueden representar una comodidad moderna, no deben usarse sin tomar en cuenta los riesgos potenciales.
Los refrigeradores se han convertido en un elemento indispensable en las cocinas de las casas, ofreciendo múltiples beneficios en lo relacionado con la comida. Poco a poco, estos aparatos han ido evolucionando y los han dotado de distintas características, como por ejemplo los dispensadores de agua y hielo. Este avance ha sido bien recibido, especialmente por quienes buscan una mayor comodidad y eficiencia en sus hogares.
Sin embargo, lo que parece ser una conveniencia inofensiva y moderna podría, en realidad, representar riesgos de salud ocultos que muchos consumidores desconocen, especialmente cuando no se tienen los cuidados necesarios, algo que se pasa mucho por alto. Por lo general, estos dispensadores brindan estos productos con solo presionar un botón, sin necesidad de abrir la nevera o manejar recipientes adicionales.
No obstante, varios estudios han señalado que estos sistemas pueden albergar bacterias, moho y otros contaminantes si no se limpian y mantienen adecuadamente. En algunos casos, estos elementos contaminantes pueden causar problemas de salud, como infecciones gastrointestinales, alergias respiratorias y otras enfermedades.
La acumulación de residuos en los dispensadores de agua puede actuar como un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias, especialmente si la calidad del agua no es controlada regularmente.
Además, el moho y los hongos pueden desarrollarse en las zonas más frías y húmedas, especialmente si el sistema no se drena y desinfecta con regularidad. Estos problemas no siempre son evidentes a simple vista, lo que los convierte en un riesgo oculto y potencialmente peligroso para los usuarios.
El desafío de la limpieza: un problema común
El principal problema detrás de los dispensadores de agua y hielo en las neveras es que, a menudo, los consumidores no son conscientes de la necesidad de realizar un mantenimiento regular. A diferencia de los electrodomésticos más visibles, como el microondas o la estufa, estos pasan desapercibidos en términos de limpieza, lo que se debe, en gran medida, a que las áreas de acumulación de residuos no son visibles, lo que hace que la gente subestime la cantidad de suciedad que puede acumularse.
Los fabricantes suelen proporcionar instrucciones básicas de mantenimiento, pero no todos los usuarios siguen estas recomendaciones. Además, el diseño de algunos dispensadores hace que sea difícil limpiar ciertas áreas donde el moho y las bacterias pueden acumularse, como en los tubos y conexiones internas.
De acuerdo con expertos en mantenimiento de electrodomésticos, los usuarios deberían limpiar estos aparatos al menos una vez al mes, utilizando productos adecuados y asegurándose de enjuagar bien para evitar residuos de productos químicos. Sin embargo, la realidad es que pocos consumidores siguen esta recomendación, lo cual aumenta el riesgo de contaminación.
Alternativas para garantizar la seguridad
Para quienes desean evitar este tipo de riesgos, existen varias alternativas y medidas preventivas. Una opción es optar por filtros de agua de alta calidad que eliminen bacterias y otros contaminantes. Muchos refrigeradores modernos ya incluyen esto, pero es fundamental recordar que deben ser reemplazados de acuerdo con las recomendaciones del fabricante, generalmente cada seis meses.
Además, algunas personas han comenzado a incorporar dispensadores de agua independientes, que son más fáciles de limpiar y desinfectar. Otra opción es usar cubos de hielo convencionales y lavarlos regularmente, lo cual reduce el riesgo de acumulación de moho en las bandejas. Igualmente, para aquellos que prefieren seguir utilizando los dispensadores integrados, es esencial adoptar una rutina de mantenimiento más estricta.
El mantenimiento regular no solo implica limpiar las superficies visibles, sino también las conexiones internas, las tuberías y los conductos, donde las bacterias y otros contaminantes pueden esconderse. Para ello, lo más recomendable es utilizar soluciones de limpieza específicas para refrigeradores y evitar el uso de productos que puedan dañar los componentes del dispensador.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.