¿Está usando bien su nevera? Así puede ahorrar energía y conservar mejor sus alimentos

El refrigerador, también conocido como nevera, se ha convertido en un elemento indispensable en la rutina diaria de los hogares modernos. Su función principal es enfriar los alimentos para prolongar su vida útil, lo que contribuye a reducir el desperdicio y a prevenir riesgos para la salud, al frenar la proliferación de bacterias.

Además de su papel en la conservación, este electrodoméstico facilita la organización dentro del hogar. Los modelos actuales vienen equipados con compartimientos especiales diseñados para distintos tipos de productos, lo cual mejora el almacenamiento, permite un acceso más práctico y mantiene el orden en la cocina.

¿Cómo hacer que la nevera funcione de forma más eficiente?

A pesar de sus múltiples beneficios y del avance tecnológico que han incorporado, las neveras pueden presentar fallas si no se utilizan adecuadamente. Existen formas de optimizar su rendimiento, y una de las más importantes tiene que ver con cómo se distribuyen los alimentos en su interior.

Cuando la nevera está demasiado llena, el aire frío no circula de manera adecuada, lo que impide una temperatura uniforme en todo el aparato, según datos proporcionados por Samsung. Por el contrario, si está casi vacía, se pierde más frío cada vez que se abre la puerta, lo que también afecta su eficiencia.

La recomendación es mantener una carga equilibrada, dejando espacios entre los productos para que el aire pueda moverse libremente. También es aconsejable limpiar regularmente los cajones y estantes, ya que la acumulación de restos de comida o moho puede deteriorar el rendimiento y afectar la higiene de los alimentos.

Asimismo, los especialistas recomiendan revisar el estado de los sellos de las puertas, ya que un cierre deficiente permite que el aire caliente entre y el frío se escape, obligando al motor a trabajar más y, por ende, aumentando el consumo energético.

Una forma práctica de comprobar si el sello está funcionando correctamente es colocar una hoja de papel entre la puerta y el marco. Si se puede sacar sin resistencia, es momento de cambiar la goma. También es importante examinar con frecuencia el cable de alimentación y el enchufe, con el fin de evitar posibles fallos eléctricos.

Estas acciones sencillas pueden prolongar la vida útil del equipo y mejorar su seguridad y eficiencia.

Un error habitual en muchos hogares es ajustar la temperatura de la nevera de manera incorrecta.

Según Samsung, lo ideal para el compartimento del refrigerador es mantenerlo entre 1 °C y 4 °C, mientras que el congelador debe estar a -18 °C. Esto permite conservar adecuadamente los alimentos y reducir el gasto eléctrico.

Configurar una temperatura más baja de la necesaria no aporta beneficios adicionales, pero sí incrementa el consumo de electricidad.

En cambio, si la temperatura es demasiado alta, los productos pueden deteriorarse más rápido, comprometiendo su inocuidad.