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Esta es la forma correcta de limpiar sus AirPods de Apple para alargar su vida útil
Con un par de ingredientes y un cepillo, será suficiente.
Si lo que quiere es garantizar el buen funcionamiento de los AirPods, libres de polvo y residuos de cero, entonces debe optar por realizarles una limpieza.
Esto es ideal, sobre todo, para evitar dañar los micrófonos y los altavoces. Debido a que es una de las preguntas que los usuarios le hacen a Apple, los especialistas en estos equipos han optado por dar a conocer un método efectivo para poder limpiarlos.
Para llevarlo a cabo solo requerirá de agua micelar y un cepillo de cerdas suaves. Con esta limpieza podrá mantener los auriculares libres de suciedad y no tener que batallar con un mal funcionamiento.
La sugerencia de la empresa tecnológica es realizar una limpieza periódica, la cual podrá de manera segura debido a las certificaciones de resistencia al agua y al polvo que tienen los dispositivos.
Para realizar la limpieza debe cepillar las rejillas de los AirPods con movimientos circulares y mantener el dispositivo boca abajo. Con ello evitará que el líquido entre en el interior.
Luego debe repetir el proceso con agua destilada. Tenga presente que no deben quedar restos de productos químicos en los auriculares.
Para efectuar esta limpieza de mejor manera, ponga un poco de agua micelar en una taza, empape el cepillo de dientes, luego sujete uno de los auriculares, el cual deberá estar con las rejillas mirando hacia abajo.
Realice un cepillado en círculos por 15 segundos. Repita cada paso con cada auricular, y mantenga el cepillo bien empapado de agua micelar.
Luego deberá cambiar el agua micelar por agua destilada y repetir el cepillado en cada una de las rejillas. Al finalizar, ponga los AirPods encima de un papel hasta que se sequen por completo.
Luego de pasadas dos horas y media, métalos al estuche de carga, para evitar que estos se dañen si no están completamente secos.
Ahora si este artefacto tiene alguna mancha o a simple vista se observan restos de cera, entonces trate de limpiarlos con un paño ligeramente humedecido y secarlos con otro completamente seco. La idea es que en este caso también los deje secar el tiempo necesario.