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Cinco razones por las que no se debería usar el celular mientras se come
Aunque parezca inofensivo, utilizar el teléfono móvil mientras se come puede tener efectos negativos.

20 de jun de 2025, 11:53 p. m.
Actualizado el 20 de jun de 2025, 11:53 p. m.
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En la era digital, el celular se ha convertido en una herramienta omnipresente en la vida cotidiana. Sin embargo, su uso constante también ha modificado profundamente ciertos hábitos sociales y personales, como la forma en que se comparte y se disfruta el tiempo de comida.
Aunque parezca inofensivo, utilizar el teléfono móvil mientras se come puede tener efectos negativos tanto físicos como emocionales y sociales.
A continuación, se enumeran cinco razones de peso por las que es recomendable evitar el uso del celular durante las comidas:
1. Interfiere con la digestión y la conexión mente-cuerpo
Cuando se come con la atención puesta en una pantalla, el cerebro no procesa adecuadamente las señales de saciedad, lo que puede llevar a comer de más o muy rápido.
Este comportamiento altera el proceso digestivo natural, pudiendo generar malestares como acidez, hinchazón o digestión incompleta. Comer con atención plena favorece no solo una mejor digestión, sino también una mayor satisfacción con los alimentos.
2. Dificulta la conexión con otras personas
Las comidas son momentos clave para fortalecer vínculos familiares, amistosos o laborales. El uso del teléfono móvil durante estos espacios rompe la conversación, reduce la calidad del tiempo compartido y envía un mensaje implícito de desinterés hacia los demás.
Estudios han demostrado que la presencia del teléfono en la mesa disminuye la empatía y la calidad del diálogo, incluso si no se está utilizando activamente.
3. Promueve hábitos poco saludables
Comer distraído con el celular puede llevar a seleccionar alimentos menos saludables, ingerir mayores cantidades o no percibir adecuadamente el sabor de los alimentos.
Además, cuando se combina el uso del teléfono con comidas rápidas, se refuerzan patrones alimenticios desequilibrados que pueden afectar la salud a largo plazo, como el aumento de peso, la resistencia a la insulina o deficiencias nutricionales.

4. Aumenta el estrés y la fatiga mental
El uso del teléfono durante las comidas suele implicar la exposición continua a noticias, correos electrónicos, redes sociales o estímulos visuales intensos.
Esto impide que el momento de la comida funcione como una pausa real en la jornada. En lugar de relajarse, el cerebro se mantiene en estado de alerta, lo que puede generar mayor cansancio, ansiedad o irritabilidad.
5. Fomenta la dependencia tecnológica
La incapacidad de desconectarse incluso durante la comida puede ser un síntoma de uso compulsivo del teléfono móvil. Este hábito, si no se controla, puede derivar en problemas más amplios como la nomofobia (miedo irracional a estar sin el celular), pérdida de concentración o deterioro en las relaciones personales. Tomarse un momento libre de pantallas durante las comidas ayuda a recuperar el equilibrio digital y cultivar la autonomía.
Periodista Semana