Salud
¿Qué pasa si no se remoja la quinua?
La quinua se ha convertido en un grano indispensable en la alimentación saludable, por eso, es clave prepararlo correctamente para evitar malestares.
Originaria de los Andes, la quinua (chenopodium quinoa) ha ganado prominencia en la industria de la alimentación gracias a su impresionante perfil nutricional. Reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) como un “alimento excepcionalmente completo”, la quinua es una fuente significativa de proteínas, fibra, vitaminas y minerales esenciales. Su composición única de aminoácidos la convierte en una opción valiosa para aquellos que siguen dietas vegetarianas o veganas.
La quinua es una incorporación versátil en la cocina, ya que puede utilizarse en diversas recetas, desde ensaladas y platos principales hasta desayunos y postres. Su textura ligera y su sabor suave la convierten en un lienzo perfecto para explorar combinaciones de ingredientes y estilos culinarios.
La importancia de remojarla: lo que sucede si se omite
El remojo previo de la quinua es esencial para garantizar su digestibilidad y aprovechar al máximo sus nutrientes. La quinua contiene saponinas, compuestos naturales que actúan como defensa en la planta. La Universidad de California, en Davis, EE. UU., en su Centro de Nutrición Humana, enfatiza que las saponinas pueden tener efectos negativos en la salud gastrointestinal y podrían interferir con la absorción de nutrientes si no se eliminan mediante el remojo y enjuague adecuados.
Por su parte, un estudio publicado en la revista Food Chemistry resalta la importancia del remojo previo en la preparación de la quinua. Este proceso implica sumergir el grano en agua durante al menos 2 horas, seguido de un enjuague exhaustivo. Durante el remojo, las enzimas se activan y descomponen las saponinas, mejorando la digestibilidad de la quinua y permitiendo una absorción óptima de sus nutrientes.
La duración ideal del remojo varía entre 2 y 4 horas, evitando tiempos prolongados que podrían resultar en una textura excesivamente blanda. Es crucial enjuagar minuciosamente la quinua después del remojo para garantizar la eliminación completa de las saponinas y otros antinutrientes.
Un ‘superalimento’ que impulsa la salud y el bienestar
Uno de los aspectos más destacados de la quinua es su abundante contenido de fibra dietética. La fibra no solo promueve la salud digestiva, sino que también ayuda a mantener niveles de azúcar en sangre estables y contribuye a la sensación de saciedad.
Además, la quinua contiene una serie de compuestos bioactivos que pueden tener efectos beneficiosos en la salud. Estudios científicos han identificado la presencia de antioxidantes, como los flavonoides en la quinua. Estos antioxidantes pueden ayudar a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo, que se ha relacionado con el envejecimiento y el desarrollo de enfermedades crónicas, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Por otro lado, uno de los aspectos más intrigantes de la quinua es su capacidad para apoyar la pérdida de peso y el control del apetito. Un estudio publicado en la Journal of Nutrition and Metabolism demostró que el consumo de quinua puede aumentar la sensación de saciedad y reducir la ingesta calórica en las comidas siguientes. Esto se debe en parte a su alto contenido de fibra y proteínas, que trabajan en conjunto para mantener a raya los antojos y prolongar la sensación de plenitud.
La riqueza de antioxidantes presentes en la quinua también merece mención. Un estudio publicado en Journal of Agricultural and Food Chemistry reveló la presencia de compuestos antioxidantes únicos en la quinua, como la quercetina y la kaempferol. Estos antioxidantes tienen propiedades antiinflamatorias y podrían desempeñar un papel en la prevención de enfermedades crónicas relacionadas con la inflamación.
Cabe recordar que no todos los organismos procesan de la misma forma la quinua, por eso, siempre es aconsejable consultar con un experto en nutrición.