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Fruta que debería incluir en la dieta para combatir las ojeras y mejorar la visión
Este es un fruto rico en antioxidantes, como los polifenoles, que ayudan a combatir el daño de los radicales libres en el cuerpo y pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Las frutas son indispensables en la dieta de una persona que quiera tener una vida saludable, cada una de ellas contiene características específicas que ayudan al cuerpo, entre los alimentos infaltables que se debe tener en la lista está la granada, que con un alto contenido de vitamina C, se convierte en un poderoso antioxidante que puede ayudar a reducir la inflamación y la hinchazón alrededor de los ojos.
Además, este fruto es rico en potasio lo cual ayuda a reducir la presión sanguínea y protege contra enfermedades cardíacas, convirtiéndola en un aliado vital para la salud cardiovascular, una opción de snak saludable para cualquier hora del día, ya que tiene una baja densidad calórica y su ausencia de grasas y colesterol. Con solo 34 calorías por cada 100 gramos, se convierte en una opción ideal para quienes buscan mantener una dieta equilibrada y saludable.
Uno de los aspectos que más llama la atención de la granada es sus altos niveles de vitamina C, lo que le da la capacidad para convertirse en un antioxidante, protegiendo las células del daño causado por los radicales libres y retrasando el proceso de envejecimiento. Además, su riqueza en antocianinas y betacarotenos la hace especialmente beneficiosa para la salud ocular, previniendo enfermedades como la degeneración macular y las cataratas.
La granada también se destaca por su capacidad para promover la hidratación y mejorar la salud cardiovascular. Con un contenido de agua del 91%, es una excelente opción para mantenerse fresco e hidratado durante los días calurosos. Y gracias a su alto contenido de potasio, ayuda a regular la presión arterial y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas.
Un fruto que ha jugado un papel importante en las diversas culturas y civilizaciones a lo largo de la historia. Desde la Antigua Roma, donde se asociaba con la diosa Juno y la fertilidad, hasta el antiguo Egipto, donde se utilizaba con propósitos medicinales.