Salud
Así se prepara el jugo de apio para expulsar las piedras en los riñones
El consumo frecuente de esta bebida trae otros beneficios para la salud.
Los cálculos renales, también conocidos como litiasis renal o piedras en los riñones, son masas sólidas formadas por minerales y sales que se acumulan en el tracto urinario. Estas piedras pueden variar en tamaño y causar dolor intenso y malestar.
Se trata de depósitos sólidos que se forman en los riñones o en otras partes del sistema urinario. Están compuestos principalmente de minerales como calcio, oxalato, fosfato, ácido úrico y cistina. La formación de cálculos renales puede ser dolorosa y a menudo se relaciona con factores como la dieta, la hidratación y la genética.
La falta de líquidos en el cuerpo puede aumentar la concentración de minerales en la orina, lo que favorece la formación de cálculos, así como también una dieta rica en oxalato como las espinacas, el chocolate y los frutos secos.
Los síntomas de los cálculos renales pueden variar según el tamaño y la ubicación de la piedra. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Dolor intenso en la parte baja de la espalda o en el costado.
- Dolor agudo y punzante en el abdomen o la ingle.
- Dolor al orinar.
- Orina turbia o con sangre.
- Náuseas y vómitos.
- Necesidad frecuente de orinar.
- Sensación de urgencia al orinar.
Al tratarse de una dificultad común, muchas personas buscan remedios naturales para aliviar los síntomas de los cálculos renales y prevenir su recurrencia. Uno de los enfoques naturales que ha ganado popularidad es el consumo de jugo de apio. Se cree que el jugo de apio puede actuar como un diurético natural, ayudando a aumentar la producción de orina y, por lo tanto, promoviendo la eliminación de los cálculos.
El apio también tiene un alto contenido de agua, lo que podría ayudar a mantener una buena hidratación. Esta condición es esencial para prevenir la concentración de minerales en la orina, que en buena parte son los responsables de los cálculos.
Asimismo, esta planta contiene antioxidantes como flavonoides y vitamina C, que podrían tener efectos protectores en la salud renal y reducir la inflamación, lo que a su vez podría contribuir a prevenir la formación de estas molestas piedras.
Para preparar el jugo de apio son necesarios 4 o 5 tallos de este producto fresco, además de agua y limón para mejorar el sabor o ajustar su consistencia, respectivamente.
Los tallos de apio se deben lavar bien para eliminar cualquier suciedad o residuo. Si es posible, puede elegirse apio orgánico para reducir la exposición a pesticidas. Luego se cortan los tallos en trozos más pequeños para facilitar el proceso de licuado.
Con un exprimidor o una licuadora de alta potencia se procesan los tallos hasta obtener un jugo suave y uniforme, y se agrega cuanto limón y agua se desee para mejorar su sabor y obtener la consistencia deseada.
Es importante recordar que el jugo de apio puede tener un sabor distintivo y no a todas las personas les resulta agradable. Si se encuentra difícil beber el jugo solo, puede considerarse mezclarlo con otros ingredientes como zanahorias, manzanas o pepinos, para mejorar el sabor y aumentar la variedad de nutrientes en la bebida.
El momento del día en que se toma esta preparación puede ser flexible. Algunas personas prefieren tomarlo en ayunas por la mañana para aprovechar su eventual efecto diurético, mientras que otras lo prefieren como parte de un refrigerio saludable durante el día.
No es necesario tomar el jugo todos los días, aunque si se es nuevo en su consumo lo ideal es comenzar con una vez al día y evaluar sus efectos. Si no se experimenta nada adverso podría considerarse continuar con esta frecuencia o ajustarla según las preferencias.
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