Salud
Aguacate: Así se debe consumir para prevenir arrugas y problemas de visión
Este alimento puede ser preparado de diversas maneras para el consumo humano.
El aguacate es uno de los alimentos que más propiedades tiene en su interior y, por ende, mayores beneficios brinda para las personas que lo consumen.
Esta fruta está constituida principalmente por grasa, la cual representa el 23% de su peso, pero contiene grasas sanas, es decir monoinsaturadas.
Asimismo, algunas investigaciones científicas han concluido que el aguacate protege la visión y reduce el riesgo de desarrollar cataratas, esto debido a su alto contenido de carotenoide luteína.
Además, sus componentes aportan a prevenir la aparición de las arrugas, tratar la dermatitis e incluso las quemaduras. De allí la razón que muchas mascarillas actualmente disponibles en el mercado tengan contenido de aguacate, como que también sea usado en algunos spa.
Para el cuidado de la piel la manera más efectiva para prevenir las arrugas es preparar el aguacate en mascarilla. Por ejemplo, para las pieles grasas, se debe mezclar dos o tres cucharadas de pulpa con el jugo de medio limón.
Una vez hecho lo anterior, se debe masajear el rostro de abajo hacia arriba, se debe dejar secar y, posteriormente, se debe retirar la mezcla con agua tibia o con agua de rosas.
Ahora, en cuanto a la manera de aportar a mejorar la visión, la mejor manera es consumiendolo, algo que puede hacerse de diversas maneras.
Pero, para comer esta fruta, se debe tener en cuenta algunos aspectos importantes, como la maduración y su oxidación.
Para que tenga una buena maduración se debe dejar en un lugar oscuro que tenga una temperatura entre 15 grados centígrados y 24 grados centígrados. No obstante, también se puede dejar madurar a temperatura ambiente, y sería un proceso que tardaría alrededor de 4 días. Uno de los trucos que puede acelerar este proceso es envolverlo en papel periodico o en una bolsa de papel junto a una manzana o banano.
Para saber si el aguacate ya está maduro es hacer una leve presión con los dedos para ver si está blando. Otra manera es sacudirlo y, si su pepa se mueve con facilidad, es una señal de que ya está apto para el consumo.
No obstante, una vez se abre el aguacate es fácil que se oxide, por lo que se puede evitar esto añadiendo limón y, una vez hecho esto, envolverlo en un plástico.
Algunas de las formas más comunes de preparar el aguacate es el guacamole, la cual se basa en combinar este fruto con cebolla, tomate, limón y sal al gusto.
También se pueden preparar cremas que pueden servir de base para sopas frías o calientes. Estas se pueden condimentar con comino, ajo, cilantro, albahaca o pimienta. La forma de prepararla es mezclar la pulpa con mayonesa o vinagreta.
El aguacate tiene alrededor de 500 tipos, pero algunos de los más conocidas son el Hass, Bacon, Cocktail, Fuerte y el Pinkerton.
EL fruto seco que disminuye los niveles de glucosa
De acuerdo con el Grupo Sanitas de España, lo recomendable es que la glucemia se mida al levantarse y antes del desayuno. Se considera normal si los niveles de glucosa se sitúan entre los 70 y 100 mg/dl en ayunas, y en menos de 140 mg/dl dos horas después de cada comida.
Con el fin de prevenir y cuidar esta enfermedad, los expertos han señalado que es necesario mantener una buena alimentación y realizar ejercicio, además de eso es necesario añadir a la dieta algunos alimentos como los frutos secos, entre ellos las nueces, avellanas y almendras pues aportan zinc y selenio, minerales que disminuyen el riesgo de diabetes tipo 2.
Por ello, el dietista y nutricionista Javier Gascó, del Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunidad Valenciana, en España, le dijo al portal que “las recomendaciones diarias vienen a ser una media de unos 30 gramos al día, pero a la hora de elegirlos, podemos seccionar aquellos que mejoren al diabético como lo son las nueces, ya que ayudan a mejorar la diabetes en personas que están predispuestas a padecer esta enfermedad o son resistentes a la insulina”.
Además, explicó que “los pistachos ayudan a controlar la glucosa en sangre después de las comidas (glucemia postprandial) teniendo un efecto beneficioso para los pacientes con síndrome metabólico”.