Colombia
Eduardo Valencia Ospina, el caleño que lideró la victoria de Colombia en La Haya, fue condecorado con la Orden de Boyacá
El canciller Álvaro Leyva Durán entregó el reconocimiento en Países Bajos.
Eduardo Valencia Ospina, el jurista caleño que defendió a Colombia en la disputa con Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, fue condecorado con la Orden de Boyacá en el grado de Gran Cruz. En Países Bajos, el ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva Durán, le entregó el reconocimiento en nombre del Gobierno Nacional.
El pasado 13 de julio Colombia alcanzó un histórico triunfo luego de que se conociera el fallo final de la Corte Internacional de Justicia sobre el pleito de más de 20 años con Nicaragua. La última pretensión del país centroamericano era extender la plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas, por encima del espacio marítimo del territorio colombiano.
“Se trata de un reconocimiento que desea hacerle el jefe de Estado, Gustavo Petro, y la nación entera. Este reconocimiento es a su vida y a su obra, pero también a lo alcanzado el pasado 13 de julio en La Haya”, dijo el canciller Leyva al abogado.
Durante la ceremonia, el Ministro de Relaciones Exteriores destacó los méritos del doctor en Ciencias Jurídicas para recibir este gran reconocimiento. “Eduardo ha encarnado los valores de integridad, justicia y sabiduría que la orden representa. Siempre he creído que la paz es con la historia. Enhorabuena, pongo en su pecho esta medalla para honrarlo”, agregó.
Este reconocimiento se suma a la Orden de San Carlos en el grado de Gran Cruz, que recibió Eduardo Valencia Ospina en 2001, por su invaluable aporte a las relaciones internacionales de Colombia, así como el galardón con la Orden Ciudades Confederadas del Valle del Cauca en 1995.
El jurista nacido en la capital vallecaucana es doctor en Ciencias Jurídicas y Económicas de la Universidad Javeriana y cuenta con una maestría en Derecho con especialidad en Derecho Internacional de la Universidad de Harvard. Valencia es reconocido como uno de los juristas colombianos con más prestigio en el área de derecho internacional. Incluso, es el único latinoamericano que ha ocupado el cargo de secretario de la Corte Internacional de Justicia.
En su larga trayectoria como secretario de la Corte Internacional de Justicia tuvo encuentros con el papa Juan Pablo II, el Shah de Irán, Fidel Castro, Yasser Arafat y el presidente de Nigeria Olusegun Obasanjo. Mucho antes conoció al presidente John F. Kennedy y a su hermano Robert, fiscal general.
En diálogo en exclusiva con El País, el abogado principal del equipo que defendió a Colombia en la disputa con Nicaragua dio detalles de cómo logró la mayor victoria judicial internacional del país en su historia reciente.
¿Cómo se logró esa victoria contundente?
El caso decidido el 13 de julio es el último de la serie de tres casos incoados por Nicaragua contra Colombia, de los cuales dos ya fueron objeto de fallos definitivos en 2012 y 2022, respectivamente. Aunque el contexto geopolítico fuera el mismo para los tres, cada uno fue un caso jurídicamente autónomo, por lo que las audiencias de diciembre fueron las primeras y únicas sobre el fondo del caso intitulado ‘Cuestión de la Delimitación de la Plataforma Continental entre Nicaragua y Colombia más allá de las 200 millas náuticas de la costa Nicaragüense’.
Este fue un caso en donde se entrelazaban aspectos altamente técnicos y científicos con aspectos complejos de Derecho Internacional Público y, en especial, del Derecho del Mar. En principio, según la práctica habitual, las audiencias hubieran debido abarcar ambos aspectos. Sin embargo, por primera vez en su historia, la Corte decidió separar el debate entre las partes y limitar inicialmente las audiencias a lo jurídico.
Y dentro de este ámbito, restringir aún más el procedimiento oral, ordenando a las partes dirigir sus respectivos argumentos, no a todos los elementos jurídicamente relevantes para el conjunto del caso, la mayor parte de los cuales ya habían sido reflejados en los alegatos escritos, sino a responder exclusivamente, en un tiempo abreviado, a dos cuestiones concretas relacionadas con un tema fundamental: la relación entre la noción de ‘Plataforma continental extendida’ y el Derecho Internacional Consuetudinario.