Política
Defienden presión ejercida por esposa de Minsalud en contrato: “No hay intereses privados aquí, sino pura indolencia contra la población”
Supersalud dijo que la remoción de la interventora en Leticia fue recomendación del comité de la entidad.

Sigue la polémica por posible abuso de poder protagonizada por la esposa del ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, esta vez, tras la defensa del presidente Gustavo Petro, quien aseguró que la funcionaria no fue nombrada en su Gobierno.
A Beatriz Gómez Consuegra se le señala de emitir órdenes en procesos que son directamente competencia del ministerio, liderado por su esposo, como la presión que habría ejercido según las denuncias para que funcionarios del Hospital San Rafael de Leticia, encargado de ejecutar el proyecto del hospital fluvial en el Amazonas, firmaran el contrato a pesar de que no contaban con garantías para ejecutarlo.
El Mandatario rechazó los señalamientos contra la superintendente delegada para prestadores de servicios de salud, señalando que “la presión indebida es dejar a la población indígena y campesina que habita las riveras de los ríos amazónicos sin atención”.
“Quienes no firman contrato para que la Armada entregue el buque hospital que hizo, son indolentes con el derecho a la salud de poblaciones marginadas. El buque lo hizo completamente la Armada, entidad pública, y quien firma el contrato es otra entidad pública. No hay intereses privados aquí, sino pura indolencia con la población de la amazonía”, explicó Petro.

Además, aclaró que la esposa del ministro no entró a trabajar en la Superintendencia de Salud de este Gobierno, sino en la Administración pasada, “por eso no existe nepotismo ni inhabilidad para ejercer sus funciones”.
Las críticas por la posible presión de Gómez, que denuncian ha sobrepasado los límites de sus competencias, tomó fuerza tras conocerse la destitución de la agente interventora del Hospital San Rafael de Leticia, Lina Baracaldo.
“Como ordenadora del gasto, necesitaba claridad sobre la financiación total del proyecto, incluidas sus fases y el costo operativo”, explicó en diálogo con Blu radio.
Recordó que el hospital se encuentra bajo intervención por problemas financieros, lo que obliga a revisar con especial cuidado cualquier contrato que implique un alto compromiso presupuestal.

A pesar de no tener una relación jerárquica con Gómez, Baracaldo indicó que recibió múltiples comunicaciones de la superintendente delegada y su equipo.
Según su relato, le exigieron que el contrato debía firmarse antes del 31 de marzo, aunque la empresa contratista, Cotecmar, extendió la cotización más allá de esa fecha.
Al respecto, la Superintendencia Nacional de Salud reiteró su autonomía e independencia en el ejercicio de sus funciones de inspección, vigilancia y control en el sector salud, conforme a lo establecido en la Constitución.
Sobre la salida de Baracaldo, la entidad anotó en un comunicado: “Esta Superintendencia procedió conforme a la normativa vigente y de acuerdo con los procedimientos establecidos en la Resolución 2599 del 2016, para la remoción de la agente interventora de la E.S.E. Hospital San Rafael. Decisión que fue recomendada por el Comité de Medidas Especiales, luego de conocer un informe que evidencia el incumplimiento de indicadores técnicos y de gestión del proceso de intervención de la E.S.E. San Rafael de Leticia”.

Y finalizó: “La Superintendencia reafirma su compromiso con los procesos y las normas establecidas, dentro de la institucionalidad, para el ejercicio de sus funciones, supervisando que los recursos de la salud sean administrados correctamente y garantizando la prestación de los servicios de la salud a todos los colombianos”.
Luego de conocerse los señalamientos contra su esposa, el Ministro de Salud aseguró que la actuación de Gómez fue legítima, “todo en defensa de los recursos públicos y la salud de poblaciones vulnerables”.
“Es inadmisible que se siga cuestionando su labor con sesgos que ignoran su capacidad y su trayectoria. No hay beneficio personal”, comentó.
De otro lado, la controversia trajo al presente las críticas porque su hijo, Alejandro Jaramillo Gómez, fue designado como director de la oficina de ProColombia ubicada en Londres, Reino Unido, en marzo de este año.
Debido al escándalo ProColombia se pronunció en su momento asegurando que “La misión de fortalecer la presencia de Colombia en mercados estratégicos exige contar con los perfiles más preparados, y en ese sentido, la designación de Jaramillo Gómez responde a ese propósito”.
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