Política
Crece preocupación por reforma del transfuguismo que está próxima a ser aprobada en el Congreso
La iniciativa, cerca a ser aprobada, permitiría que los políticos cambien de partido y se inscriban en otro sin ser sancionados.
A tres debates de ser aprobado quedó el proyecto que permitiría el transfuguismo o el cambio de partido un año antes de las elecciones, reviviendo las alertas por los riesgos que corren las colectividades y la democracia.
Para el analista y consultor político Álvaro Benedetti, “preocupa, de cara al 2026, la próxima legislatura, porque esa reforma claramente va a favorecer el clientelismo. El Gobierno encontró en las condiciones actuales una barrera para poder consolidar mayorías, entonces la ‘mermelada’ sería mucho más factible de repartir negociando uno a uno y no necesariamente con los bloques de los partidos”.
Anota que “Colombia es un país tendiente a favorecer en el escenario político a las personas antes que a las colectividades, y eso en democracia es muy complicado por el hecho de que se supone que los partidos, jugando un rol de intermediarios entre la sociedad y el Estado, deberían tener la capacidad de consensuar en bloque y tratar de fortalecer propuestas bajo una idea mucho más institucional”.
Las críticas al proyecto revivieron el pasado martes, cuando la Comisión Primera del Senado aprobó en su quinto de ocho debates la iniciativa que permitiría que los políticos elegidos, por voto popular, cambien de partido y se inscriban a otro sin incurrir en doble militancia y sin perder su curul.

El proyecto fue aprobado con 16 votos contra 2, incluyendo a partidos como el Centro Democrático, Liberal, Conservador, parte de Cambio Radical, Alianza Verde y el Pacto Histórico.
El senador Carlos Fernando Motoa, de Cambio Radical, fue uno de los dos que se opuso a que se aprobara el proyecto, argumentando que es importante fortalecer los partidos y que por eso no se debería pensar en una alternativa como el transfuguismo, iniciativa que también es cuestionada por organismos como la Misión de Observación Electoral, MOE.
Esta entidad ha sido reiterativa en sus críticas al proyecto, señalando que va en contra del espíritu de la Constitución y las reformas que se han venido presentando desde el 2003, que buscaron el fortalecimiento de la democracia representativa y la consolidación de un régimen de partidos más fuerte.
“El Congreso tiene la oportunidad de avanzar hacia la consolidación de un régimen de partidos más fuerte. En reformas anteriores, como la del Acto Legislativo 01 de 2009, se incluyó un texto casi idéntico, como un mecanismo para darle viabilidad política y garantizar a los congresistas la oportunidad de cambiar de organización en el contexto de un cambio normativo significativo. Ahora este proyecto abre una puerta al transfuguismo sin realizar ningún tipo de reforma estructural, fortaleciendo la idea de la representación política a través de personas y no de organizaciones”, dijo en su momento Marlon Pabón, coordinador de Justicia Electoral de la MOE.
Además, la entidad mencionó que es necesario que haya una discusión amplia sobre el funcionamiento del sistema de partidos en Colombia, que abra la oportunidad para su fortalecimiento, a través de la adopción de mecanismos de democracia interna, sobre todo porque desde las elecciones de 2022 se ha incrementado en 76 % el número de partidos políticos.
En ese sentido, también opinó la senadora del Pacto Histórico, Clara López, quien votó en contra del texto, explicando que, como está la norma vigente, lo único que haría es fortalecer a unas castas del poder de los partidos, lo cual lleva a que los nuevos liderazgos no puedan salir adelante.
La oposición de López generó sorpresa, debido a que 25 miembros de su colectividad hacen parte de la lista de 40 autores del texto.
“Llama poderosamente la atención que sean congresistas del Pacto Histórico los que defiendan la iniciativa, porque fueron las prácticas que históricamente ellos denunciaron. Es decir, ejercicios clientelistas y asociadas con la eficacia en los procesos legislativos y no una discusión ideológica fuerte o programática a partir de lo que dicen los partidos”, indicó Benedetti.
Los ponentes en quinto debate fueron los senadores liberales Alejandro Chacón y Fabio Amín, que explicaron que, de ser aprobada la iniciativa, se reformarían los artículos 107 y 108 de la Constitución Política, en donde se definen los tiempos que se tienen para renunciar sin que sean sancionados.
Para la discusión en el sexto debate quedó una propuesta relacionada con que se puedan mantener los beneficios del 15 % para la coalición de partidos que son minoritarios.
Entre los apoyos al texto que llamó la atención estuvo el de la senadora de Centro Democrático María Fernanda Cabal y el de Temístocles Ortega, del partido Cambio Radical.
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