¿Hasta cuándo con la pólvora?

Un panorama desolador y nefasto; así se puede definir el balance de quemados por pólvora que dejan las celebraciones navideñas y de año nuevo en el Valle.

Desde que inició diciembre y hasta los primeros días de enero, son 82 las personas que resultaron lesionadas por manipular estos artefactos. Esta es la mayor cifra de quemados desde hace trece años.

Pero lo más preocupante es que el 31 % de los lesionados son menores de edad por lo cual se debe preguntar por qué los padres siguen permitiendo su manipulación.

¿Acaso, todavía, no son claras las eternas secuelas que deja la pólvora? Quemaduras en la piel, pérdidas de extremidades, daños en los ojos y lesiones auditivas son las consecuencias que 82 personas deben enfrentar en una fecha que, se supone, es de alegría y gozo.

En Cali se presentaron 26 casos de quemados, convirtiéndose en el líder de la lista. Le siguen Buga con 7; Tuluá con 6 y Yumbo con 5.

Y sin quedarse atrás, los animales también sufrieron los graves efectos de la irresponsabilidad de algunos. Según informes oficiales, 1327 de ellos, entre perros, gatos y fauna silvestre, se vieron afectados, y cuatro murieron.

Al parecer, no basta con el llamado que se le hace a la población año tras año para no manipular pólvora; por ello, las autoridades deben poner mano dura a la comercialización ilegal de este artefacto. Como ya se ha mencionado, esto es un problema cultural y se necesitan disposiciones especiales para atenderlo.