Editorial
Año de elecciones
Para Colombia será de especial importancia lo que suceda en las naciones vecinas que tendrán elecciones presidenciales en 2024.
Mientras Colombia pasará de largo en asuntos electorales este 2024, luego de elegir Presidente en 2022 y gobernantes territoriales en 2023, en buena parte del mundo se tomarán este año decisiones trascendentales sobre sus nuevos dirigentes. Son 70 países que se jugarán su futuro en las urnas, entre ellos Estados Unidos y Rusia, así como seis naciones latinoamericanas. En varios casos los efectos se sentirán de forma directa en nuestro país.
El que comienza será un año crucial para la democracia en un planeta inmerso en dos grandes guerras -la que continúa Vladímir Putin contra Ucrania, más la que libra Israel contra Hamás en la Franja de Gaza-, con varios conflictos internos, así como dictaduras que se disfrazan de libertades. Será un año también marcado por la contracción económica global, lo que podría incidir en los resultados de los comicios en varios países.
La atención mundial se centrará en algunas de esas jornadas electorales, como la que escogerá al nuevo presidente de los Estados Unidos. Una carrera hacia la Casa Blanca que, al menos por ahora, tiene dos contendientes con posibilidades, ambos repitentes y ubicados en extremos opuestos. Puede ser el regreso del polémico Donald Trump a Washington, si los procesos judiciales que se le siguen por diversos asuntos así se lo permiten, o la continuidad de Joe Biden, un mandatario más bien gris al igual que su gobierno, y muy mayor de edad, lo que puede jugar en su contra.
Al otro lado del globo terráqueo, en Rusia, se da por sentado que Putin continuará en el poder. Poco importa el costo político de la guerra sin sentido contra Ucrania en la que metió a su país, ni la incidencia que ello tuvo en la recesión económica, ni que llevara a la muerte a miles de compatriotas. Él seguirá sentado en su trono.
En junio próximo 450 millones de ciudadanos de la Comunidad Europea deberán renovar a sus eurodiputados. Con varios gobiernos que integran el bloque volcados políticamente hacia la derecha y graves problemas por resolver en lo económico y lo migratorio, hay expectativa sobre el ‘color’ que predominará en el parlamento. Como se estará al pendiente este 13 de enero de lo que suceda en Taiwán, donde se enfrentan el partido de gobierno, que busca mantener la independencia de la isla, y el opositor y más cercano a las aspiraciones de China de sellar la reunificación.
Para Colombia será de especial importancia lo que suceda en las naciones vecinas que tendrán elecciones presidenciales en 2024. La de Venezuela es la que más, porque se determinará la continuidad de la dictadura de Maduro o el cambio que reclama el hermano pueblo para que se restaure en pleno la democracia. Como sucede desde hace diez años, lo que se prevé es la manipulación de las elecciones y de los resultados finales.
En El Salvador, el controvertido Nayib Bukele busca atornillarse en el poder, mientras se espera que en México asuma una mujer la Presidencia, sin que esté claro si se impondrá la izquierda o se dará otra vez el giro a la derecha. Panamá, Uruguay y República Dominicana completan el cuadro electoral de América Latina. Será un año de decisiones en las urnas, que podrán poner a tambalear el orden democrático en el mundo, afectar aún más su economía o exacerbar los aires bélicos que rondan en la mayoría de continentes.