Columnista
Sí al Tren
Los beneficios del por qué debemos apostarle a este proyecto son claros: menos contaminación, mejor movilidad, transporte digno, más tiempo en familia, empleo, más espacio público y desarrollo sostenible.
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3 de nov de 2025, 01:50 a. m.
Actualizado el 3 de nov de 2025, 01:50 a. m.
Hay proyectos que marcan el rumbo de una región por generaciones. Después de casi diez años de trabajo articulado, técnico, institucional y ciudadano, entre distintos gobiernos nacionales, gobernaciones y alcaldías, el sector privado, la cooperación internacional y los más importante, la ciudadanía, el principal proyecto de movilidad del suroccidente colombiano, el Tren de Cercanías del Valle del Cauca, está listo para arrancar. Solo falta un paso crucial: la firma del convenio de cofinanciación con el Gobierno nacional, ojalá antes del 8 de noviembre, antes de que inicie la ley de garantías. Esto permitirá en el primer semestre del 2026 empezar el proceso licitatorio de la primera fase que comprende el trayecto Cali-Jamundí y que en fases futuras integrará los municipios de Yumbo, Palmira y el aeropuerto.
Y es que este proyecto más que una obra de infraestructura es una reivindicación social con una región que requiere de este tipo de iniciativas para seguir creciendo y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Según estudios de Sitren GV, entidad creada para gestionar y sacar adelante esta iniciativa, son diversos los beneficios de índole social, urbano, económico, de seguridad vial que traerá el Tren de Cercanías a la región. En su primera fase se ha calculado que se realicen alrededor de 165 mil trayectos diarios, lo que en promedio impactaría positivamente a unas 50 mil a 60 mil personas por día. Igualmente, muchas familias se verán beneficiadas en su gasto de transporte, pues se estima que una persona que vive en Jamundí, que gana entre uno a uno y medio salarios mínimos legales vigentes y deba viajar diariamente a Cali, gasta hoy más o menos entre un 19% a 28% de su salario al mes en este rubro. Con el Tren seguramente el gasto en este aspecto bajará de manera importante, aliviando el bolsillo de los usuarios.
Adicionalmente, en cuanto a los tiempos de desplazamiento también los habitantes de Cali y Jamundí se van a ver favorecidos con una reducción aproximada de un 33% en el tiempo que se utiliza para desplazarse hoy en día entre estas dos ciudades.
En materia económica y desarrollo urbano la obra, en su primera fase, también tendrá un impacto positivo. La inversión económica está estimada en alrededor de los 12 billones de pesos, lo que permitirá irrigar recursos a una región que necesita de este tipo de impulsos para su progreso. Igualmente, la misma generará más o menos 14.500 empleos directos e indirectos en su construcción y operación.
A su vez, en materia ambiental y de desarrollo urbano los impactos también son favorables pues, al ser un sistema 100% eléctrico, en sus primeros diez años se estima que se evitará la emisión de 313.000 toneladas de CO2. Igualmente se prevé la recuperación de 830.000 metros cuadrados de espacio público, ciclo vías, zonas verdes y parques, dándole otra cara a muchas zonas de estas ciudades y recuperando diversos entornos para el disfrute de la comunidad.
Sin duda el Tren de Cercanías del Valle del Cauca va más allá de ser una obra de infraestructura, y significa equidad y progreso. Los beneficios del por qué debemos apostarle a este proyecto son claros: menos contaminación, mejor movilidad, transporte digno, más tiempo en familia, empleo, más espacio público y desarrollo sostenible. Este proyecto nos ha unido como vallecaucanos; desde la sociedad civil, los gremios y la dirigencia política de todas las vertientes han coincidido que en el Valle son necesarias este tipo de obras.
El 30% de los recursos correspondientes a las entidades territoriales (Gobernación y alcaldías de Cali y Jamundí) están asegurados; ojalá el 70% de cofinanciación que corresponde a la Nación se concrete y podamos iniciar a hacer realidad este sueño que tenemos como región.

Economista y MBA con énfasis en negocios internacionales. Exsecretario general de la Gobernación del Valle y Privado de la Alcaldía de Cali. Exdirector del Comité Intergremial y Empresarial del Valle. Actualmente, fortaleciendo la economía solidaria desde el Grupo Coomeva. Hincha del Deportivo Cali. Papá de Manolo y Agustín.
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