Columnistas
Oveja negra
El mundo moderno es un carrusel de cambios vertiginosos, pero desde lo habitual, se pretende ponerle freno a lo que no se parezca a lo de siempre, a lo que sorprenda por ‘novedoso’.
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23 de dic de 2025, 03:15 a. m.
Actualizado el 23 de dic de 2025, 03:15 a. m.
En su pesebre navideño, imagino a San José, la Virgen María, los pastores, las ovejas, el musgo, la pobreza extrema, una cabaña austera, las estrellas, el firmamento, (y si tiene hijos pequeños) una volqueta, un carro o cualquier ‘modernidad’ que quepa entre el lago de papel aluminio y los árboles artificiales, pero, le pregunto… ¿Existe una oveja negra? En su réplica del Nacimiento, ¿hay cabida para ubicar una oveja diferente? Es importante la pregunta porque si algo tiene la Navidad son simbolismos, y esta ‘presencia’ de oveja negra sí que es significativa e importante en estos momentos de humanidad, familia, sociedad. ¿Su pesebre admite ovejas negras?
Lo que trasladado a la vida cotidiana se concluye como qué tanto yo respeto la diferencia. Qué tanto mi mundo es un universo de iguales, como las ovejas de un rebaño, donde lo que no encaje en el molde, es raro, anormal o peligroso. Qué tanto todo lo que se salga de lo común, de lo establecido, de lo que siempre se ha hecho, entra en la categoría de amenazante y, por lo tanto, hay que combatirlo.
El mundo moderno es un carrusel de cambios vertiginosos, pero desde lo habitual, se pretende ponerle freno a lo que no se parezca a lo de siempre, a lo que sorprenda por ‘novedoso’. De allí la necesidad de cuestionarme si yo estoy en la onda de aceptar la oveja negra dentro del pesebre, precisamente al lado de las otras ovejas, bajo la mirada de aceptación de José, María y todo lo tradicional. Sí, precisamente en ese escenario tan conservador y repetitivo, la necesidad de ubicar a la oveja negra, se convierte en una tarea de salud emocional.
La palabra ‘normal’ sí que es peligrosa porque no permite ninguna clase de movimiento, congela la evolución y ni siquiera permitiría el acceso científico, que prácticamente es un carrusel de cambios. Lo ‘anormal’ clasifica como denigrante, inferior o enfermizo sin darle la dimensión evolutiva que representa su ayuda para ampliar el horizonte mental y emocional.
Si la historia no hubiese registrado ‘anormalidades’ que se salieron de lo tradicional, estaríamos congelados en lo corriente y habitual, construyendo bohíos y ‘desperdiciando’ todo el potencial humano para la construcción de un mundo mejor. Aún más, no habríamos superado la mirada básica y elemental, desperdiciando la capacidad de profundizar en dimensiones más profundas. Hasta podría decirse, por ejemplo, que la física cuántica es una oveja negra porque se arriesgó a disentir de ‘mentes brillantes’. Como tantos otros descubrimientos y experimentos que se atrevieron a “descolocarse” de lo conocido hasta el momento.
Ahora viene lo personal. ¿Cuál es mi oveja negra? ¿Qué es aquello diferente que no puedo aceptar en el mundo, en los míos, en mí mismo? ¿Por qué guardo tanto resentimiento hacia lo diferente? ¿Por qué me creo poseedor de la verdad? ¿Por qué odio lo que no encaja en mis creencias?
Colombia vivirá elecciones políticas donde es básico que se maneje el respeto por lo diferente, la oveja negra que no se ajusta, pero que debo aceptar porque ‘no soy Dios’ para creer que mi verdad es la verdad de todos. No es con leyes, policía o prohibiciones como se construye la pluralidad y su aceptación. Cada quien debe reconocer las ovejas negras de su vida, una o varias, necesarias en la construcción de un mundo más inclusivo. Mi deseo, entonces, para esta Navidad, es que en nuestro pesebre interior haya cabida para las ovejas negras…

Psicóloga, conferencista de temas de pareja, cambio y espiritualidad. Licenciada en Letras. Directora de los programa de televisión Revolturas, Despertar de la Conciencia en el Canal 14, y "Consultándole a GloriaH" en el Canal 2 en Cali. Colaboradora habitual de la radio en Oye Cali, El corrillo de Mao . En 2009, ganó el premio Rodrigo Lloreda Caicedo a la mejor columna de opinión en El País. Autora de los libros Hablemos del Amor , "Amarte no es tan fácil" y Dónde esta mi papá´.
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