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Mi Buenaventura
Por otro lado, es uno de los municipios más pobres de Colombia con un 41% de su población en situación de pobreza multidimensional...
Buenaventura está lleno de contradicciones y realidades paralelas. Por un lado, es el puerto más importante de Colombia en la cuenca del Pacífico, por donde se mueve alrededor del 39% del comercio exterior del país, equivalente a 16,39 millones de toneladas (2023). Todo esto se da a través de terminales portuarias que no tienen nada que envidiarle a las mejores del mundo en términos de tecnología y logística.
Por otro lado, es uno de los municipios más pobres de Colombia con un 41% de su población en situación de pobreza multidimensional, 24,6% de desempleo, con más del 43% de los estudiantes que en las Pruebas Saber tienen niveles insuficientes en diferentes áreas, sin agua las 24 horas del día y con una violencia enquistada, relacionada con luchas entre 2 bandas criminales. Pero sin duda, Buenaventura también es un territorio lleno de personas talentosas, con muchas ganas de vivir y sobre todo de vivir en paz. Líderes sociales que con las uñas -o la cutícula- le quitan niños y jóvenes a la violencia todos los días, dándoles referentes diferentes desde la cultura, el deporte y el arte.
Durante años esta realidad del Distrito nos ha jugado en contra, siendo punto de conflicto y discordia. Sin embargo, llevamos los últimos tres años, en el marco de Compromiso Valle, oyéndonos y entendiéndonos para trabajar conjuntamente en cambiar estas contradicciones. Somos empresarios, líderes sociales, fundaciones empresariales, familiares y de base que hemos decidido dejar las prevenciones y empezar a trabajar juntos. Unidos desde la diversidad y sin que nadie pretenda cambiar al otro, pero sí con la clara convicción que es con trabajo colaborativo que se generan los grandes cambios. Nadie esconde la realidad, son muchos frentes en los que tenemos que trabajar, sin embargo, nos hemos dado cuenta de que sin estigmatizarnos y aprovechando las diversas potencialidades somos más fuertes.
La semana pasada tuvimos nuestro primer hito en este camino: el Festival Red Salvavidas por la cultura, el deporte y el emprendimiento. Fue un día inolvidable en el que la esperanza se sentía en el ambiente. Niños por todas partes con sus uniformes de fútbol, niñas y niños con sus vestidos de baile, emprendedores y organizaciones mostrando todo lo que hacen. Fue un evento austero, pero con mucho amor. Ver las caras de los niños que, además de reflejar su inocencia, nos mostraron el impacto que causamos en ellos cuando nos convencemos de la capacidad que tenemos de cambiar sus realidades, verlos tan felices y compartiendo en un ambiente sano y de recreación nos demostró que todo ha valido la pena. Empresarios que pusieron este evento en sus agendas para ir a reconocer a esos líderes sociales que hacen lo que ni el Estado hace por Buenaventura y medios de comunicación que se animaron a contar una noticia distinta de esta ciudad.
Para algunos el Festival fue un evento más, que no tiene importancia porque al final no resuelve en nada los problemas estructurales. Sin embargo, para los empresarios y las 39 organizaciones fue la demostración de que sí podemos trabajar juntos, que si nos ponemos metas comunes podemos alcanzarlas y que es a partir de hechos que se reconstruye la confianza. Por eso el llamado es a que sigamos trabajando por una sola Buenaventura, la competitiva, pero también por la Buenaventura en paz y próspera para sus habitantes.
*Directora Ejecutiva de Propacífico