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María Corina Machado

Mujer que, en mi opinión, simboliza no solo los anhelos de libertad de nuestro Libertador Simón Bolívar, sino también los de todos los pueblos del mundo, así como su deseo de vivir en democracia, en paz y de manera reconciliada.

Angelino Garzón ex vice presidente de Colombia y ex ministro de trabajo en entrevistra con Diego Marínez Lloreda director de El País para el programa Al Banquillo con Martillo
Angelino Garzón ex vicepresidente de Colombia y exministro de Trabajo. | Foto: BERNARDO PEÑA/El País

14 de oct de 2025, 01:59 a. m.

Actualizado el 14 de oct de 2025, 02:00 a. m.

No he tenido la posibilidad de conocer personalmente a María Corina Machado, la líder demócrata y valiente del hermano pueblo venezolano, a quien el pasado 10 de octubre se le otorgó el reconocimiento del Premio Nobel de la Paz. El Comité Noruego del Nobel, con sede en la ciudad de Oslo, capital de Noruega, destacó desde su composición pluralista la incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia.

Es posible, como en toda democracia, que haya personas, tanto en Venezuela como en Colombia o en otros países, que no estén de acuerdo con la decisión autónoma y soberana del Comité Noruego que concedió el Nobel de la Paz a María Corina Machado, mujer que, en mi opinión, simboliza no solo los anhelos de libertad de nuestro Libertador Simón Bolívar, sino también los de todos los pueblos del mundo, así como su deseo de vivir en democracia, en paz y de manera reconciliada.

Como estoy convencido de que no puede existir democracia sin libertad ni libertad sin democracia, me alegra mucho este reconocimiento a María Corina Machado, y tal como ella misma lo ha manifestado, “es ante todo un triunfo de los anhelos de libertad del pueblo venezolano”.

El reconocimiento del Nobel de la Paz a María Corina por parte del Comité Noruego de los Premios Nobel es una clara demostración internacional de que la lucha pacífica por la libertad y la democracia hace parte de la defensa de los derechos humanos y de la paz en cualquier país del mundo. Así sucedió en el pasado con el otorgamiento del Nobel de la Paz a Nelson Mandela, destacado luchador por la libertad y contra la discriminación racial en Sudáfrica, así como con el sindicalista Lech Wałęsa, reconocido defensor de la libertad y la democracia en Polonia.

Como la dura lucha por la libertad, la democracia y la reconciliación en Venezuela continúa, y como dice la canción de Chico Buarque, “Mañana será otro día”, sería muy importante para el futuro democrático de Venezuela que el presidente Maduro se abanderara, sin ningún tipo de calificativos, de la libertad inmediata de todos los presos políticos en ese hermano país. Que promoviera, además, un diálogo amplio y respetuoso no solo con María Corina Machado, sino también con los demás integrantes de la oposición política venezolana sobre los caminos a seguir para lograr la libertad, la democracia y la reconciliación en Venezuela. En el pasado, eso ya sucedió tanto en Polonia como en Sudáfrica, lo que permitió que tanto Lech Wałęsa en Polonia como Nelson Mandela en Sudáfrica fueran elegidos democráticamente como presidentes en sus respectivos países.

En ese propósito democrático, el expresidente de Colombia Juan Manuel Santos, a quien se le otorgó el Nobel de la Paz en 2016, así como diversos sectores políticos y sociales de la comunidad internacional, unidos en la diferencia, podrían contribuir a desempeñar un papel muy importante para el logro de la democracia, la libertad y la reconciliación en Venezuela, lo que, de paso, ayudaría mucho al futuro democrático y de paz en Colombia.

Exministro de Trabajo, exvicepresidente de Colombia, exgobernador del Valle

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