Columnista
Cometa 3I/Atlas
El libro de Avi Loeb, lleva a preguntarse que si la vida sólo existe en la Tierra y el ser humano es inteligente, por qué entonces está acabando con sus selvas y montes...
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13 de nov de 2025, 02:23 a. m.
Actualizado el 13 de nov de 2025, 02:23 a. m.
Como informó El País el 08/11/2025, este cometa interestelar ha captado la atención de la comunidad científica, y luego de las recientes declaraciones de Avi Loeb, también las del mundo en general. Abraham ‘Avi’ Loeb (físico teórico estadounidense-israelí especializado en astrofísica y cosmología, y director del departamento de Astronomía dela Universidad Harvard desde 2011) se ha atrevido a especular, con base en investigaciones científicas, sobre lo que realmente podría ser ese cuerpo celeste proveniente de más allá del sistema solar, que podría no comportarse como un cometa o asteroide convencional, y planteó nuevas hipótesis sobre la naturaleza del objeto, sugiriendo que quizá se trataría de inteligencia extraterrestre.
Cabe recordar que el Cometa 3I/Atlas, descubierto el 01/07/2025, que se mantuvo muy cerca del sol a finales del mes de octubre de 2025, aún mantiene su trayectoria por la Vía Láctea, pero cambiando considerablemente su aceleración y su tonalidad, lo que tiene completamente extrañados a los científicos por su comportamiento alejado totalmente de lo que antes se conocía sobre los cometas y demás cuerpos celestes. Según los científicos, su máximo acercamiento a la Tierra será el viernes 19/12/2025 una fecha que, según Avi Loeb podría ofrecer respuestas concluyentes sobre el origen y la composición de este supuesto cometa. En Colombia se lo puede ver hacia el este antes de la salida del sol.
Hace varios años, Oumuamua, un objeto interestelar avistado en octubre de 2017, del que se habló en esta columna (¿Sólo una anomalía? 22/04/2021) cuyas incoherencias hacían dudar de que fuera un cometa o un asteroide, llevó a la mayoría de los astrofísicos a contentarse con que sólo era una anomalía en sí misma, pero Avi Loeb, quien sugirió su nombre, los enfrentó con la hipótesis de que constituía la primera evidencia de vida y tecnología extraterrestre, de la que él deriva las importantísimas implicaciones que esto tendría para el ser humano, de las que escribió en su libro Extraterrestre, 2020,desatando el que probablemente sea el debate científico más relevante en décadas pero al que poca importancia se le ha dado.
Actualmente, Oumuamua está fuera del sistema solar, viajando de regreso a la profundidad del espacio interestelar, después de haber atravesado el sistema solar en 2017. Ahora se encuentra más allá de la órbita de Neptuno, y los astrónomos no saben exactamente qué ocurrirá con él en su viaje, si seguirá vagando por el espacio, si será capturado por otra estrella o si interactuará con algún otro sistema estelar. El nombre proviene del hawaiano ʻoumuamua, que significa explorador, describiendo que este objeto es como un explorador o mensajero enviado desde el más antiguo pasado para llegar a la humanidad. Se traduce aproximadamente como «primer mensajero distante» (Wikipedia).
Como se dijo en la columna mencionada antes (¿Sólo una anomalía? 22/04/2021) el libro de Avi Loeb, lleva a preguntarse que si la vida sólo existe en la Tierra y el ser humano es inteligente, por qué entonces está acabando con sus selvas y montes, su biodiversidad y fuentes de agua dulce, llenando sus mares de plásticos desechables, botando comida, basuras y toda clase de desperdicios, y generando gases de efecto invernadero que llevan al cambio climático, todo esto multiplicado por la sobrepoblación, el consumismo, el nacionalismo y las creencias dogmáticas. Ojalá el Cometa 3I/Atlas, o lo que sea, no desaparezca como Oumuamua sin decirnos nada más, y nos haga pensar mucho más.

Arquitecto de la Universidad de los Andes con maestría en historia de la Universidad del Valle. Ha sido docente en Cali en Univalle, la San Buenaventura y la Javeriana, y en el Taller Internacional de Cartagena, de los Andes, y continua siéndolo en la Escuela de arquitectura y diseño, Isthmus, en Panamá. Miembro de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, la Sociedad de Mejoras Públicas de Cali y la Fundación Salmona. Escribe en El País desde 1998.
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