Columnistas
¿Apostadores del fracaso?
Lo que le hace daño al equipo (y a los mismos jugadores) es ese periodismo desmedido en su ‘buena vibra’, benevolente con los errores y las cosas extrañas que pasan tras bambalinas y que mitifica a jugadores que en los partidos grandes siempre se arrugan.
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6 de nov de 2025, 01:40 a. m.
Actualizado el 6 de nov de 2025, 01:41 a. m.
El técnico de la Selección Colombia, Néstor Lorenzo, fue el autor de la hoy reconocida frase ‘apostadores del fracaso’, con la que se refirió al grupo de periodistas que han criticado algunos detalles de su gestión al frente del combinado nacional.
Lorenzo usó ese calificativo luego de que la tricolor consolidara su clasificación al Mundial del 2026 tras derrotar en las dos últimas fechas de la eliminatoria a Bolivia y Venezuela en dos partidos que en la previa generaban algo de zozobra, sobre todo si tenemos en cuenta que Colombia venía de una racha de seis juegos sin ganar, mostrando un nivel muy inferior al de la Copa América del 2024, en la que el equipo perdió la final con Argentina.
La frase en general me pareció desafortunada y, semanas después de haber sido dicha, me deja dos grandes preocupaciones: la primera es la poca capacidad de autocrítica de nuestro seleccionador nacional, que tuvo que esperar hasta el final para sacar pecho y clasificar a Colombia en una eliminatoria en la que entraban al Mundial seis selecciones de diez; y la segunda tiene que ver con la forma como algunos periodistas deportivos han apoyado esta tendencia, descalificando a colegas que han sido críticos con del proceso Lorenzo con justa causa.
Lo que más me abruma de esto último es ver cómo, especialmente en temas de Selección Colombia, opinar diferente o ser crítico con algún aspecto, significa ser expuesto al escarnio público. Pareciera, entonces, que cuando juega la Tricolor, todos tuvieran que salir con un micrófono pintado de amarillo, azul y rojo, gritar los goles a rabiar y ‘apechichar’ a nuestros ‘guerreros’ así jueguen mal o pierdan, porque el que no lo haga, el que cuestione u opine diferente es aburrido, tiene mala vibra o es, como lo dice el mismo Lorenzo, un apostador del fracaso.
El periodismo que le hace daño a la Selección Colombia no es el que le hace críticas, porque detrás de estas siempre está la intención de mejorar y de contribuir a que en algún momento el equipo nacional pueda hacerse grande ganando títulos. Lo que le hace daño al equipo (y a los mismos jugadores) es ese periodismo desmedido en su ‘buena vibra’, benevolente con los errores y las cosas extrañas que pasan tras bambalinas y que mitifica a jugadores que en los partidos grandes siempre se arrugan.
Al contrario de lo que piensan muchos, considero que el camino más seguro para seguir apostándole al fracaso es continuar con la misma actitud de idolatrar quintos, cuartos y terceros puestos, sin analizar en detalle cómo hacer para convertirnos en primeros, porque gracias al cielo Colombia ha sido una tierra bendita en cuanto a jugadores de talento y capacidad técnica. Solo nos ha faltado encontrar a alguien que encause todas esas bondades y que, sin excusas y miedo a las críticas, nos lleve al siguiente nivel. Seguro nos lo merecemos.

Periodista apasionado por los deportes, los goles, la literatura y la redacción digital. Vinculado a mi casa, El País, desde el 2013.
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