Columnista
Amigos que salvan
Compartir con esas amistades no solo hace nuestro día a día diferente y lleno de experiencias, sino que nos mejora la salud física...
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11 de ago de 2025, 01:08 a. m.
Actualizado el 11 de ago de 2025, 01:08 a. m.
El pasado 30 de julio leí una noticia que me sorprendió: esta fecha había sido escogida para celebrar todos los años el Día Internacional de la Amistad. No sabía que existía en el mundo un día para conmemorar el hecho de tener y ser amigos, y no puedo estar más de acuerdo con la misma, pues si hay algo que debemos celebrar en la vida es el privilegio de tenerlos.
En la vida hay afectos que nacen por la sangre, pero hay otros que son por elección. Y es que, sin duda, tener amigos de verdad, de esos que prácticamente hacen parte de la familia, nos mejora la vida en muchos sentidos. Compartir con esas amistades no solo hace nuestro día a día diferente y lleno de experiencias, sino que nos mejora la salud física, fortalece nuestra resiliencia mental y parece que, literalmente, nos ayuda a prolongar nuestra vida.
Estudios científicos han demostrado que tener buenos amigos y fortalecer dicha amistad en el tiempo puede ayudarnos a aumentar considerablemente las expectativas de vida. En ese sentido, el antropólogo británico de la Universidad de Oxford, Robin Dunbar, en su libro de 2021 sobre el poder de las relaciones sociales, decía que, “junto a dejar de fumar, lo mejor que podemos hacer para aumentar nuestra esperanza de vida es tener una buena red de amigos”.
El filósofo griego Aristóteles, en su obra, Ética a Nicómaco, dedicó dos de sus diez libros a la amistad, los libros VIII y IX, los cuales han establecido en gran medida la agenda filosófica para discutir este tema.
Aristóteles concebía que es mejor tener amigos, que tener dinero y que, si tuviéramos que escoger entre una vida con grandes posesiones y poder, pero estar solo y sin amistades, o vivir una vida buena, promedio, nadie elegiría la primera opción. Él describió la amistad como “un alma que habita en dos cuerpos”.
Es que es verdad, los espacios con los amigos se convierten en remanso de paz que nos ayuda a valorar lo vivido y a proyectar un futuro de felicidad.
Los amigos nos ayudan a entender el verdadero significado de la incondicionalidad, pues cuando las relaciones son verdaderas pueden pasar años sin hablar o verse, pero uno sabe que ahí siempre estarán y al reencontrarse, es como si el tiempo se hubiera congelado y volvemos a reírnos y a contar las mismas historias como si fuera la primera vez.
En el inventario de afectos no hay duda de que tener un amigo verdadero será siempre un tesoro. Por eso, dedicar tiempo a los amigos es tan importante como ir al médico, trabajar o practicar un deporte. Porque no solo nos ayudará a vivir más, como ha demostrado la ciencia, sino que también hará que el camino sea más feliz y placentero.
Por eso, debemos valorar a los amigos que nos dan tiempo, a los que siempre están, a los que siempre llegan; a los que nos escuchan; a los que están en nuestra misma sintonía y a los que nos hablan con la verdad. A esos que se convierten en refugio en días grises, a los que celebran nuestros triunfos como si fueran propios y también lloran nuestras derrotas, a los que nos conocen hace más de 10, 20, 30 o quizás más años y a aquellos que nos aceptan con nuestras virtudes y defectos.
A medida que uno va acumulando años, va entiendo mejor lo que Aristóteles manifestó: “Nadie elegiría vivir sin amigos, incluso si tuviera todas las demás cosas buenas”. Estoy convencido de que quienes hemos tenido la fortuna de tener buenos amigos estamos de acuerdo en que es un privilegio invaluable.
En tiempos en que todo va muy rápido y no hay espacio para nada, que esta columna sirva para llamar o escribirle a ese amigo a decirle que se le quiere mucho, a cuadrar un almuerzo con aquellos que hace tiempos no ves y es el momento perfecto para decirles, ¡Gracias! a todos mis amigos, por su amistad.
@Juanes_angel
Economista y MBA con énfasis en negocios internacionales. Exsecretario general de la Gobernación del Valle y Privado de la Alcaldía de Cali. Exdirector del Comité Intergremial y Empresarial del Valle. Actualmente, fortaleciendo la economía solidaria desde el Grupo Coomeva. Hincha del Deportivo Cali. Papá de Manolo y Agustín.