El papa Francisco celebró el Jueves Santo en la cárcel Regina Coeli de Roma; así fue la visita

Este Jueves Santo, 17 de abril, el papa Francisco visitó la cárcel Regina Coeli de Roma con el fin de celebrar con los privados de la libertad esta importante fecha para los católicos en el mundo, un acto que es tradición del papa desde que inició su pontificado y que volvió a realizar a pesar de los problemas de salud que ha enfrentado este año debido a una fuerte neumonía bilateral.

La pontífice, de 88 años, llegó hasta esta este establecimiento aproximadamente a las 3:00 p. m. hora local a bordo de un vehículo, que está situado en el barrio romano de Trastevere, muy cerca del Vaticano.

A pesar de que la visita tradicional a esta prisión era esperada por todos los feligreses, no había sido confirmada por la Santa Sede, como ha sido usual en las actividades recientes del Pontífice, ya que todavía se encuentra convaleciente tras pasar más de un mes ingresado en un centro hospitalario.

Este centro penitenciario, que funciona en un antiguo convento del siglo XVII, está ubicado en el turístico barrio de Trastevere.

En esta cárcel deteriorada y sobrepoblada, se reunió en privado con unas 70 personas privadas de la libertad así como con miembros de la dirección y del personal penitenciario, indicó el Vaticano a través de sus redes sociales y comunicados.

A diferencia de años anteriores, el jesuita argentino, quien en teoría debería observar una convalecencia de dos meses, no realizó el tradicional rito del lavado de los pies, que conmemora el gesto de Cristo hacia sus apóstoles ante su estado de salud.

Desde su elección en 2013, Francisco ha celebrado esta ceremonia fuera del Vaticano, en centros de detención para mafiosos arrepentidos, mujeres, menores, así como con enfermos o personas marginadas.

En la tradición cristiana el Jueves Santo conmemora la Última Cena de Cristo con sus doce apóstoles. Es uno de los momentos más significativos de la Semana Santa, que recuerda los últimos días de Jesús antes de su resurrección en Pascua.

El papa regresó al Vaticano el 23 de marzo, tras 38 días de hospitalización por una doble neumonía que puso en riesgo su vida. Aunque su estado de salud mejora, sigue siendo delicado y ha retomado progresivamente sus apariciones públicas en los últimos días.

Sin embargo no presidirá la Vigilia Pascual del sábado por la noche ni la misa del Domingo de Pascua en el Vaticano, las cuales fueron delegadas a cardenales.