Judicial
“Una alianza político criminal quiere evitar que sea candidato”: Gustavo Vélez, precandidato a la Alcaldía de Tuluá
Gustavo Vélez es el más opcionado para ser el próximo alcalde de Tuluá. Sin embargo, la banda criminal La Oficina intenta hacerlo desistir con amenazas y disparos de fusil contra su sede.
El efecto fue contrario a lo que pretendía la banda delincuencial La Oficina de Tuluá. El ataque con disparos de fusil contra la sede del precandidato a la Alcaldía Gustavo Vélez no solo fracasó en el intento por silenciar su aspiración, sino que le ha hecho más eco y las imágenes, que se hicieron virales, dejaron a Tuluá en el centro de las preocupaciones de entidades del orden nacional.
Desde el lugar donde se ha refugiado por las amenazas contra su vida, con la tranquilidad de tener a gran parte de su familia fuera del país y protegido por un esquema de seguridad privada, el exalcalde Gustavo Vélez habló sobre lo que han sido estos once meses de presiones y amenazas para él y para quienes trabajan en su aspiración por regresar al primer cargo de Tuluá.
No tiene la menor duda de que es una alianza entre un sector político del Municipio y la banda delincuencial La Oficina de Tuluá la que teme que regrese a la Alcaldía porque les interesa que llegue al primer cargo el candidato que les garantice que se protejan los intereses de ambos por apropiarse de los recursos públicos de los tulueños.
Primero que todo, me llama la atención que tenga vigilancia privada…
Nos han negado, no sé cuántas veces, el acompañamiento. La semana pasada (hace dos semanas) volvimos a hacer la solicitud, pero no la han negado hasta con tutela. Las respuestas que hemos recibido de la Unidad Nacional de Protección (UNP) suenan hasta cantinflescas.
¿Cómo y cuándo empezó esta ola de presiones y amenazas?
Es una situación que tiene casi un año. Terminada la campaña a la Cámara, donde aspiré sin éxito por el conservatismo, empezaron los hostigamientos. El 14 de julio del 2023 hicieron el primer hostigamiento contra uno de mis hijos en la sede de su empresa, donde llegaron personas con armas de fuego e impactaron en diez ocasiones el interior de las instalaciones y gloria a Dios no había gente adentro. Desde entonces comienzan las amenazas e intimidaciones mediante mensajes de WhatsApp y panfletos para que llegáramos a un supuesto acuerdo. Allí supimos entonces que era una situación de carácter político porque me dijeron que me fuera de la ciudad y que no participara en las elecciones.
¿Y desde esa época habían recibido alguna otra amenaza?
Quince días después nos quemaron unas máquinas que estábamos utilizando en un proyecto de obra que estábamos desarrollando para un tercero y, prácticamente, tuvimos que detener cualquier actividad de obra civil en Tuluá porque nos tocó salir del municipio.
¿Qué ocurrió el día del ataque a su sede con ráfagas de fusiles?
El día de la postulación, martes 6 de junio, no pudimos hacer rueda de prensa para anunciarlo y decidimos atender a los periodistas que quisieran hablar conmigo de manera directa. Se programó una reunión en el parque industrial, en una oficina que teníamos para reuniones privadas. A la hora que yo debía llegar, llegaron dos personas en un vehículo y dispararon con armas de largo alcance, de uso privativo de las Fuerzas Armadas y generando ese temor en la ciudadanía. Con eso visibilizaron esta noticia a nivel nacional. Una situación muy grave no solo contra mí, sino contra el pueblo tulueño.
¿Qué tanto están afectando estas situaciones de violencia su aspiración electoral?
Esta campaña en realidad apenas va a empezar. Nosotros hicimos el 6 de junio una postulación inicial para la alcaldía de Tuluá y todo ha sido muy agitado porque hay actores políticos y de grupos al margen de la ley que no quieren que yo sea nuevamente alcalde. Pero hoy hay sondeos que se han hecho en el municipio y en ellos siempre se ve la posibilidad de que vuelva a ser alcalde con el porcentaje más alto de intención de voto y de buena imagen, y casi triplicando al segundo en la contienda electoral. Eso les preocupa.
Gustavo Vélez, precandidato a la Alcaldía de Tuluá.“Tengo ya más de 200 reuniones, todas virtuales, para no visibilizar a quienes me acompañan y para reducirles riesgos”.
¿Y cuál es el temor de estos sectores de que usted sea alcalde?
El temor es que demostré estando en la Alcaldía que se debe gobernar con las instituciones; con las autoridades civiles, con el Ejército y la Policía, buscando restaurar el orden y generando confianza en el municipio. En nuestro gobierno primó la autoridad y el orden; las cosas se hicieron acorde con las normas y la ley, y difícilmente podrán en mi gobierno ejecutar acciones que no correspondan a las necesidades reales de nuestro municipio. Saben que en mi gobierno no habrá politiquería; no se ejecutará el presupuesto a conveniencia de unos cuantos y que nuestro objetivo será trabajar con las autoridades departamentales y nacionales para recuperar la seguridad y la sana convivencia.
¿Ha pensado renunciar a su aspiración por razones de seguridad?
Sabíamos que en el momento en que me postulara nuevamente iban a arreciar las amenazas y estamos preparados para enfrentar esta campaña en medio de esta situación. Las condiciones de la política en estas circunstancias no son nuevas en Colombia. Seguramente habrá candidatos que tuvieron muchísimos más riesgos que los que nosotros hemos enfrentado hasta ahora, pero tomaron la decisión de seguir en firme con sus candidaturas.
¿Han recibido algún respaldo de la Administración Municipal?
Es vergonzosa la actitud de la Administración Municipal; de las autoridades civiles. No ha habido un solo pronunciamiento ni siquiera rechazando la amenaza contra todos los periodistas del municipio. Que el Alcalde salga a decir en una emisora nacional que no conoce de las amenazas a los periodistas o que no conoce de amenazas a los candidatos, es querer invisibilizar un problema con un silencio cómplice al hacerse el de la vista gorda.
¿Quién se favorece con la posibilidad de que usted quede fuera de la contienda electoral?
Detrás de esto está una organización política que no quiere que yo llegue nuevamente a la Alcaldía de Tuluá porque están defendiendo sus intereses políticos, económicos y personales; y ahí existe una alianza con organizaciones al margen de la ley para seguir beneficiándose de los recursos y las inacciones del Estado frente a la defensa de la ciudadanía; entonces yo no tengo necesidad de decir el nombre porque la gente sabe muy bien cuál es ese grupo político, en donde están hoy en día y cuáles son sus relaciones. Hoy ese grupo tiene el rechazo del 70 % de la población tulueña, y medido en encuestas. Además, hay otro 22 % que así no lo rechace, se muestra indiferente a esa organización y el pueblo tulueño les va a pasar su cuenta de cobro el día de las elecciones.
¿Cómo cree que será el ambiente para las elecciones?
Hay un sentimiento generalizado de desespero y de desesperanza; y lo más triste es el silencio cómplice de las autoridades y la Administración Municipal, que niega rotundamente todos estos hechos que se están presentando. Incluso, el Alcalde en una entrevista negó conocer de amenazas a periodistas, de amenazas a nombre mío para que no aspire a la Alcaldía y eso es horroroso; es totalmente contrario a la democracia porque quiere invisibilizar lo que está sucediendo y eso no es otra cosa que coadyuvar a estas fuerzas al margen de la ley para que el régimen del terror continúe.