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Médico de Maradona habría abusado de al menos ocho niñas; esto aseguraba cuando era descubierto
Edward González Saavedra, detenido en la cárcel Villahermosa de Cali, enfrenta entre 16 y 30 años de prisión por abuso sexual y acceso carnal violento agravados.

Hugo Cárdenas López
Periodista y editor de la Unidad Investigativa. Egresado de la Universidad Santiago de Cali y con especialización en Cultura de Paz y DIH de la Universidad Javeriana. Escritor y coproductor de documentales.
12 de abr de 2025, 11:11 p. m.
Actualizado el 13 de abr de 2025, 02:29 p. m.
Más que un amigo, el médico Edward González Saavedra, famoso por haber tratado a Diego Armando Maradona, era su hermano, su compañero y su socio en el negocio de la construcción. La confianza llegó a ser tanta, que Silvio Guzmán lo eligió como padrino de matrimonio.
Pero todo vínculo afectivo y emocional se rompió una noche de diciembre del 2008 cuando, luego de una fiesta en su casa de Montería, traicionó toda confianza y fue sorprendido abusando sexualmente de su hija, que para entonces tenía 8 años.
“Mi esposa me celebró los 40 años, lo invitó y él se quedó en mi casa en Montería. Esa noche entró en la habitación de mi hija, le bajó la pijamita, la ropa interior y la empezó a tocar, pero no vio que la niñera estaba acostada a un lado y cuando ella gritó, él salió corriendo”, recordó Guzmán.
“Lo quería matar; lo echamos de la casa y al otro día liquidamos la sociedad; a raíz de eso, desató una persecución terrible contra mí; al punto que me secuestraron él y un abogado de Cali que hizo parte del cartel de las tutelas, nos quitaron bienes a mí y a mis papás. Yo tuve que irme luego del país”, indicó el padre de la menor.
En ese caso la Fiscalía se centró en los delitos de secuestro y constreñimiento, y quedó en segundo plano el caso de abuso sexual contra el médico Edward González, que no era la primera vez que lo hacía, según una persona cercana a la familia del galeno y quien habló bajo reserva de identidad.
“Las hermanas y la familia saben el tipo de persona que es porque ya él había violado a la niña de 12 años de una prima, sobrina de la mamá que también es médica y ella nunca denunció. Pero eso fracturó esa familia. La primera persona que presentó una denuncia por abuso sexual contra él fue su esposa, que lo sorprendió abusando de su hija, producto de un matrimonio anterior”, asegura la fuente.
En esa denuncia, radicada el 16 de junio del 2013, Mónica María Giraldo, quien llevaba dos años con González, que además había sido decano de la Facultad de Salud de la Universidad Libre de Cali, relató el momento en el que sorprendió a su esposo abusando de su hija de 13 años de edad.
“Me le abalancé y le partí la nariz”
La entonces esposa del médico González jamás tuvo argumentos para sospechar que él tuviera alguna aberración o alguna filia hasta ese día en el que preparó una reunión para celebrar el Día del Padre.
“Mi hija sintió de repente mucho sueño y le dije que se acostara con el niño para que de una vez le pusiera cuidado. Yo bajé a despedir una gente y en ese momento se me pierde y empecé a preguntarle a las hermanas dónde estaba, y nadie sabía. Cuando subí lo encontré manoseando a la niña; me le abalancé, le di un puño y le partí la nariz”, contó Mónica María Giraldo en diálogo con El País.
Aunque hubo dos hechos anteriores que pudieron indicar que el reconocido médico era un depredador, su esposa no lo imaginó siquiera: primero, que una empleada lo vio asomándose por la ventana mientras la niña se bañaba y, segundo, la aparición en el computador de la familia de la consulta por internet de varias páginas de pornografía.
Pero doce años después de que su ahora exesposa presentara la denuncia, el caso no avanzó en la justicia y el victimario logró, incluso, que archivaran el proceso durante varios años, entre otras cosas argumentando que su esposa tenía problemas emocionales y que todo había sido un montaje.

Peor aún, el procurador del caso y el defensor de familia le entregaron la custodia del niño al médico González, pese a que tenía otras dos investigaciones abiertas por abuso sexual. Fue solo hasta el momento en que fue capturado que la Juez 12 de Familia le entrega la custodia total a la madre. Custodia que ahora reclaman las hermanas del médico, quien se encuentra detenido en la cárcel Villahermosa.
“Si en el primer caso, ocurrido hace 12 años en Montería, la justicia hubiera obrado, se hubiera evitado este reguero de víctimas que hay. Este tipo es un depredador. Incluso ha utilizado a nuestro hijo y lo ha puesto mentir. Ahora las hermanas de él lo que quieren es quitarme la custodia, decir que no soy competente, cuando la Juez 12 de Familia me dio la custodia total en primera y segunda instancia. Pero han utilizado al Procurador 8 Gabriel Esteban Rodríguez y al defensor de familia Rodolfo Carlos Bermúdez para quitarme la custodia del niño”, asegura la exesposa del médico.
Otras de las madres que vive el mismo drama, indicó a El País que: “Yo la verdad no tengo tanta fe en la justicia porque es increíble que un procurador y un defensor de familia le quiten el niño a una madre para entregárselo a un violador. En qué país vivimos cuando revictimizan así a esa madre, y cuando la justicia tenía a ese señor, supuestamente capturado, viviendo como un rey en una inspección en La Flora, ¿qué esperanzas tenemos los que no tenemos dinero como él?”.
En el caso de abuso a la hija de su esposa, llevan años aplazando la lectura del fallo, se extraviaron pruebas de la defensa de la víctima y desapareció la muestra de orina con la que se buscaba determinar si la niña habría sido sometida a alguna sustancia.
Sonambulismo premeditado
Pero mientras la justicia dudaba, el médico Edward González habría seguido haciendo de las suyas y empezaban a aparecer otras víctimas en varias ciudades del país.
Los reportes acopiados dan cuenta de que serían al menos ocho casos conocidos y denunciados en los que se involucra al médico Edward González con delitos agravados de abuso sexual y acceso carnal violento, por los que pasaría entre 16 y 30 años en la cárcel.
Casos en los que habría justificado, según las denuncias, problemas de sonambulismo mientras era descubierto en flagrancia y otros en los que las víctimas aseguran que habría hecho uso de un medicamento para dejar a las víctimas en estado de indefensión.

Así habría ocurrido en junio del 2018 cuando buscó a una funcionaria de Bienestar Familiar que tenía dos niñas menores de edad, a la que se acercó luego de separarse de su esposa con el fin de buscar asesoría para quedarse con la custodia de su hijo; esa amistad los llevó a realizar actividades juntos y con los hijos de ambos.
En una ocasión ella debía salir del país y González le pidió autorización para ir con las niñas y la hermana de ella de paseo a Santa Marta. Pero él se encargó de la logística y compró los tiquetes con el fin de que no coincidieran con los de la tía de las niñas. Señala un relato conocido por El País que la niña de 16 años estuvo uno de esos días sedada luego de consumir un jugo que le preparó el médico, y luego estuvo al acecho durante toda la noche.
También en su consultorio en Bogotá habría abusado de una menor, el primer caso por el que fue detenido, como también habría ocurrido con otra niña que atendió en su consultorio en Cali.
“Hay otro caso con la señora que era su contadora, que le conseguía pacientes en Estados Unidos y cuando él viajaba se quedaba donde la señora y en una de esas idas abusó de la hija. La señora al parecer se autoindemnizó con el billete que él tenía allá y dejó de ir a citas a Estados Unidos porque sabía que con la justicia de allá es a otro precio”, recordó Silvio Guzmán.
El caso por el que González se encuentra detenido hoy y por el que le negaron la libertad por vencimiento de términos, es por haber abusado de la niña de una mujer con la que estaría sosteniendo una relación sentimental y habría abusado de ella mientras la atendía en su consultorio.
La última imputación al médico de Maradona fue en marzo pasado porque su víctima, entonces menor de edad, fue a su consultorio en el barrio Normandía en marzo del 2020 y abusó de ella con el argumento de que tenía un problema en los ovarios y le inyectó unos sueros que supuestamente solo se activaban con estimulación sexual.
Posteriormente, y de acuerdo con la Fiscalía, el médico le realizó en su consultorio acceso carnal violento, “la violó y después a la niña, que no había tenido relaciones sexuales con nadie más, le diagnosticaron el virus del papiloma humano (VPH)”.
Hugo Cárdenas López
Periodista y editor de la Unidad Investigativa. Egresado de la Universidad Santiago de Cali y con especialización en Cultura de Paz y DIH de la Universidad Javeriana. Escritor y coproductor de documentales.
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