La masiva Peregrinación Jubilar con el Amo Jesús Nazareno de la Parroquia de El Tambo, Cauca, en Popayán

En La Capilla La Ermita de la ciudad de Popayán se realizó una solemne procesión y el Santo Viacrusis hasta el Santuario de Belén. Más de 400 tambeños y feligreses participaron en el recorrido, viviendo un día de oración, confesiones y jubileo.

Es que el Amo Jesús Nazareno de El Tambo es una escultura de tipo religioso de culto católico, venerado en la iglesia principal de esta población del centro del departamento del Cauca, de ahí que es considerado el santo patrono de dicha comunidad y de los habitantes de las veredas aledañas.

Y es que a través de la historia, el Jesús Nazareno ha marcado la historia de la mayoría de los tambeños, su llegada en la época colonial hizo que este municipio caucano estuviera presente en los feligreses, de ahí que le construyeron un santuario que permanece intacto a pesar de las adversidades y del paso del tiempo. Una historia de fe en medio de las adversidades.

Este patrono del pueblo caucano se encuentra en La Ermita de Popayán y se le conoce que es la escultura más antigua de este tipo, documentada debido a una solicitud para trasladarla en 1.670 a esta zona del continente.

Esta figura, ubicada sobre un trono de plata, se cree que llegó proveniente desde Roma, Italia. Como en un orden de tiempo está la figura el Amo Jesús de Timbío que ya data desde 1.680 en el templo de dicho municipio, en ese orden sigue el Amo de El Tambo en 1.706 labrada en fina madera, según la tradición encontrada en Huisitó, en un punto llamado Guinea, detrás de la cordillera occidental. Desde entonces proviene su devoción entre la comunidad de esta parte del centro del departamento.

Por eso se adelantó la Santa Eucaristía fue presidida por monseñor Iván Antonio Marín López, arzobispo Emérito de Popayán; y concelebrada por el párroco del Tambo padre Mauro Yesid Guaca y los sacerdotes Iván Salgado, padre Daniel Dagur, padre Fredy Fernando Muñoz y padre Mario Zúñiga.

Durante la Peregrinación los fieles recordaron “que el Vía Crucis nos recuerda que no estamos solos en nuestras luchas; Jesús eligió abrazar cada aspecto de la vida humana, incluyendo el sufrimiento y la muerte. En la cruz, Jesús abrazó el sufrimiento humano de manera única y ejemplar”, expresó el periodista tambeño, Carlos Urrea, quien llegó hasta la Ciudad Blanca para participar en esta actividad.

Y es que el jubileo se vive con mucha fe y esperanza, donde los feligreses y religiosas se unen en oración para participar y ganar la indulgencia plenaria, buscando así un acercamiento más íntimo con el padre creador y su hijo Jesús.