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Fernando, hijo de Gilberto Rodríguez Orejuela: “Sigo pagando el precio de llevar el apellido Rodríguez”

El hijo del extinto capo del cartel de Cali rompe su silencio y habla en exclusiva con El País sobre el caso en el que fue involucrado con una red de tráfico de aletas de tiburón.

Fernando Rodríguez Mondragón, hijo del extinto capo del cartel de Cali Gilberto Rodríguez Orejuela, llevaba varios años exportando a Hong Kong vejigas natatorias de pescados de mar como corvina, cachema y merluza, consideradas por los orientales como una fuente rica en colágeno.
Fernando Rodríguez Mondragón, hijo del extinto capo del cartel de Cali Gilberto Rodríguez Orejuela, llevaba varios años exportando a Hong Kong vejigas natatorias de pescados de mar como corvina, cachema y merluza, consideradas por los orientales como una fuente rica en colágeno. | Foto: Mario Lozada

1 de jun de 2025, 02:51 p. m.

Actualizado el 1 de jun de 2025, 03:22 p. m.

El 24 de septiembre del 2021 fueron decomisadas en el Aeropuerto El Dorado 3493 aletas de tiburón que iban hacia Hong Kong, junto con 117 kilos de vejigas natatorias de pescado, que procedían no de un puerto, sino del municipio de Roldanillo, Valle.

El proceso prosiguió en silencio hasta que en noviembre del 2023 estalló el escándalo más por quien estaba involucrado, que por el hecho mismo de las aletas, asegura Fernando Rodríguez Mondragón, propietario de la Comercializadora Fernapez.

“El proceso no habría tenido la relevancia ni el amarillismo que tuvo, de no ser porque soy el hijo de Gilberto Rodríguez Orejuela, el jefe del cartel del Cali”, aseguró Rodríguez Mondragón en exclusiva con El País.

Usted exporta vejigas natatorias, primero que todo, ¿qué son las vejigas y para qué sirven?

Las vejigas natatorias son el estómago del pescado, pero de mar. La fuente más rica de colágeno que hay en el mundo es el estómago de la corvina, la merluza y la cachema de mar. Eso se limpia, se le retira una tela que tiene, se pone a deshidratar y se exporta a China. Ellos la utilizan mucho en sopas porque saben que es fuente de colágeno.

¿ Y cómo termina involucrado en tráfico de aletas de tiburón?

Eso fue en pandemia, ¿no? Por mi edad me fui para una finca y quedó al frente de las exportaciones un ciudadano chino que tenía un contrato con mi empresa, con Comercializadora Fernapez, y él siguió enviando; cuando se acabó la pandemia y abrieron fronteras en China otra vez, había un acumulado de buche del pescado o vejiga natatoria, y en la última exportación que hizo metió también esas aletas de tiburón.

Fernando Rodríguez Mondragón fundó la Comercializadora Fernapez en el 2017 para exportar vejigas natatorias de pescado y frutas exóticas como el mangostino, la pitaya y la granadilla para China y Canadá.
Fernando Rodríguez Mondragón fundó la Comercializadora Fernapez en el 2017 para exportar vejigas natatorias de pescado y frutas exóticas como el mangostino, la pitaya y la granadilla para China y Canadá. | Foto: Mario Lozada

¿Y cómo llegaron a Roldanillo las aletas de tiburón?

Desgraciadamente, este ciudadano chino conoció gente en la pandemia allá en Bahía Solano, y los pescadores le dijeron que había un poco de aletas. Él compró estas aletas cuando el comercio era legal, porque fue en junio del 2021 que el presidente Iván Duque firma el decreto de que ninguna aleta de tiburón puede ser comercializada . O sea, esa exportación que trató de hacer fue a los 3 meses después de que sale la norma. Pero fue un tema que no tuvo mucha difusión porque yo estaba en la finca confinado y nunca me enteré de eso.

¿Cómo conoció a este chino y por qué la confianza de dejarlo al frente de la empresa?

Él había llegado de China a Venezuela, pero los problemas políticos en ese país, lo sacaron de allá. Es una persona que habla español y los jefes míos en China, antes de pandemia, lo trajeron para que me ayudara en control de calidad porque él sabía mucho de vejigas natatorias y de secarlas y limpiarlas. Entonces él trajo su gente y yo ya no limpiaba, sino que él lo hacía. Entonces hice un contrato con él a 2 años para que le dieran su cédula de extranjería provisional. Cada año tenía que renovar el contrato para poder que Migración le renovara su estadía en Colombia.

¿Él estaba entonces al mando de la comercializadora?

No. Él no estaba al mando; el representante legal era yo, sino que quedó aquí porque a él ya lo habían vacunado contra el covid y nosotros nos fuimos para la finca y él siguió aquí limpiando y produciendo. Y alcanzó a hacer dos o tres exportaciones antes de que cerraran ya la frontera. Aunque el problema no era tanto el cierre de frontera, sino que el producto no lo compraban porque los chinos dijeron que el covid apareció fue por una sopa de murciélago, supuestamente. Entonces como las vejigas se las comen en sopa también, entonces bajó mucho el consumo. Cuando volvieron a abrir fue que él, además del buche represado, metió ocultas las aletas. Pero la empresa que se encargaba del envío de la carga no hizo una de las cosas que debía hacer y era revisar lo que iba ahí.

¿Una empresa en el aeropuerto debía revisar el contenido?

Yo tenía un corredor de una empresa de allá, Cargo Logistic System, la cual pone a una persona en el aeropuerto, recibe la mercancía mía y es él mismo el que la lleva al avión. Y la llevaron al avión, estaba en el avión ya, me mandaron la guía aérea, listo, yo estaba en la finca, y vi que todo estaba listo y que había sido despachada la exportación.

Las 3493 aletas corresponde a cinco especies de tiburones amenazados de extinción. Foto: Secretaría de Ambiente de Bogotá
Las 3493 aletas corresponde a cinco especies de tiburones amenazados de extinción. Foto: Secretaría de Ambiente de Bogotá | Foto: Especial para El País

¿Por qué cree que pudo haber fallado ese control?

Lo que pasa es que mi empresa tenía ya un ‘good will’ bueno, tenía un nivel alto de exportación sin problemas, entonces la persona seguramente se confió porque tampoco conocía bien el producto y como esas aletas iban sin piel, entonces se parecía a las vejigas. Yo le doy el beneficio de la duda al del aeropuerto que de pronto revisó y como era parecido, y el olor era muy similar, lo dejó seguir.

¿Cómo enviaban las vejigas y cómo descubren las aletas?

Yo mandaba en lonas y allá lo tenían que meter en bolsas plásticas transparentes para poder que el Invima, la aduana y la Policía miraran qué es lo que va adentro. Y claro, ellos levantan y ven visualmente el producto y también a través de rayos X. Las otras dos exportaciones que alcanzó a realizar el chino estando en la empresa no tuvieron ningún problema, pero aquí descubrieron esas aletas.

¿Cómo descubren entonces las aletas de tiburón en la carga?

Resulta que el perro que montan de último al avión se fue dando vueltas y salió ladrando; el policía dijo que había una alerta de droga y bajaron toda la mercancía a la zona primaria. No encontraron droga, pero encontraron las aletas, o sea, abrieron todo y ahí vieron que eran unas aletas de tiburón. Pidieron revisar de quién era el envío y mandé mi permiso de la Aunap (Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca), pero resulta que estaba vencido porque estábamos en pandemia y no había podido renovarlo. Pero cogieron las aletas y a la persona de la empresa de carga le entregaron un papel de incautación y me lo mandó por WhatsApp y ahí es que me entero de lo ocurrido.

¿Le contó el chino cómo obtuvo las aletas de tiburón?

Yo fui y hablé con los pescadores que le vendieron a él y les había dicho que terminada la pandemia les iba a comprar todo. Porque no es que los pescadores salgan a buscar tiburones, sino que algunos caen en las mallas; eso es pesca incidental. Si usted va a Bahía Solano, en todos los techos de las casas de los pescadores, hay de esas aletas porque eso lo dejan secar al sol y él les compró los 80 kilos que dicen que encontraron, que no son más de 200 aletas pero allá dijeron que eran 4000.

Decomiso de las aletas de tiburón en el aeropuerto de Bogotá: Foto: Secretaría de Ambiente de Bogotá
Decomiso de las aletas de tiburón en el aeropuerto de Bogotá: Foto: Secretaría de Ambiente de Bogotá | Foto: Especial para El País

¿Qué pasó con el ciudadano chino tras el decomiso?

Cuando incautaron las aletas se voló. Se fue para Cali sin decirme nada y ya cuando me llamó estaba en Bogotá esperando un vuelo para Quito. Le pregunté por qué se había ido y me dijo que no quería problemas. Entonces me fui para la casa donde estaba la empresa y cogí las cámaras de seguridad y me di cuenta que en efecto él había estado manipulando las aletas. Todas esas pruebas se las pasé a la Fiscalía y me quedé tranquilo porque me dijo el fiscal que si fuera por él, archivaba el caso.

¿Pero seguía involucrado en el proceso por tráfico de aletas?

Yo me quedé tranquilo; cuando un año después, en septiembre, me requirieron aquí en Roldanillo por la cédula y yo pasé la cédula sin problemas cuando, me dice el policía, ‘venga, usted tiene un requerimiento, una orden de captura’. Le dije ¿cómo así? y me capturaron, me tuvieron aquí en la estación. Tres días pues para legalizar lo de la captura y todo eso, y luego me dieron casa por cárcel.

¿Cuando le dan casa por cárcel es que estalla la noticia?

A los 20 días o al mes sale esa noticia gigantesca pues de que yo era el mayor traficante de aletas de tiburón del mundo. Las aletas de tiburón las tiran ahí en Pueblo Nuevo, en Buenaventura las tiran en la basura. Usted puede ir a cogerlas de la basura de las pesqueras de ahí de Pueblo Nuevo. Y si tanto es el problema con las aletas, el mejor restaurante de Bogotá de comida de mar, vende sopa de aleta de tiburón y chorizos de tiburón.

¿Pero su malestar era con la Fiscalía o con los medios?

En este escándalo mediático que hicieron, el 99 % fueron mentiras amarillistas. Bueno, yo contraté un abogado y fui a la Fiscalía de Cali. Yo le dije al fiscal que me dijera qué tenía; porque un coronel dijo que él tenía cinco capturados, pues que los traiga; dijo que tenían quince toneladas, pues que la muestre. Que me capturó tres buques que valen a US$ 5 millones, y le dije ‘vea, señor fiscal, si yo tuviera tres buques que valen US$ 15 millones, yo no voy a traer 80 kilos de aleta de tiburón a Roldanillo y después mandarlo a Bogotá’. Si yo tengo todo ese poco de plata, mando un buque directamente a China. Ahora, dicen que son 80 kilos de aleta y que son 4000 aletas; dividamos 4000 aletas en 80 kilos y eso nos dan 22 gramos. ¿Cómo van a haber 4000 aletas ahí si esas aletas se ven en la foto que son aletas de más de una libra. O sea, la matemática no les da.

Cargamento de vejigas natatorias decomisado en el aeropuerto de Bogotá. Foto: Secretaría de Ambiente de Bogotá
Cargamento de vejigas natatorias decomisado en el aeropuerto de Bogotá. Foto: Secretaría de Ambiente de Bogotá | Foto: Especial para El País

¿Cuáles fueron las pruebas que se presentaron en su contra?

No tenía ninguna prueba, lo único que yo era el representante legal de la empresa. Y le dije, si me va a meter 20 o 30 años porque mi apellido es Rodríguez, estamos mal. Yo no tengo antecedentes porque ya mis antecedentes de hace 20 años ya se borraron. Entonces, ¿qué le tocó al fiscal? Pues aceptar 48 meses excarcelables y con suspensión de la pena que el mismo juez lo avaló porque es que realmente no tenían nada, pero pues el show mediático que hicieron fue una cosa impresionante por ser yo el hijo de Gilberto Rodríguez Orejuela. Porque fue más el show mediático que las pruebas.

Pero los medios publican o emiten la información que entregan las autoridades...

Mire, cuando mi supuesta captura, mostraron a una persona que no era yo. Y mostraron a unas personas capturadas por el coronel William Castaño y eso también era un montaje. Yo fui capturado aquí en Roldanillo en unos billares y no hubo registro porque incluso uno de los policías iba a la empresa a comer buches de pescado porque él era de La Guajira y decía: “Uy, eso es colágeno puro”, y yo le regalaba vejigas para que él comiera. Cuando yo llegué a la inspección de Policía, todo el mundo extrañado y decían, ‘pero pues eso no son aletas de tiburón, don Fernando, esos son buches de pescado’. Les dije, ‘sí, pero bueno, este ciudadano chino que tenía trabajando sí lo hizo.

¿Pero no es victimizarse decir que es por el apellido que se desató este proceso?

Es que yo no he visto en la historia de Colombia en los últimos 20 años, que cogieran un día a un pescador con 20 tiburones e hicieran un escándalo con las aletas. Mire, el océano Pacífico es de aguas oscuras, el aleteo se hace es en el Atlántico y lo hacen en Japón porque es agua clara y ponen los barcos como en un rombo y ahí encierran los tiburones y sí, es una masacre; aquí no. Aquí son los tiburones como el martillo, caen dos o tres tiburones de especies que van al Pacífico, pero porque caen en las mallas de los pescadores que tienen unas mallas con anzuelo, una cosa impresionante. Porque ya no los dejan pescar en alta mar, o sea, ya ellos por ejemplo, en Bahía Solano los pescadores ya no saben a dónde ir a pescar porque cerraron las zonas de pesca de ellos para dárselas a las grandes compañías.

¿Qué pasó con la Comercializadora Fernapez?

Por los bancos fuimos completamente bloqueados. Yo, Fernando Rodríguez Mondragón, fui retirado del sistema bancario y me quitaron las tarjetas de crédito que tenía. Tenía una de un banco de US$ 50.000 con la que hacía avances para comprar producto mientras llegaban los pagos de los chinos, y me la quitaron. Además yo recibía giros desde Hong Kong y todo eso quedó bloqueado o suspendido. Incluso, una cooperativa en la que tenía una cuenta me mandó una carta diciendo que me suspendían el servicio porque yo era un aliado del terrorismo y el narcotráfico, ¿cómo le parece?

Fernando Rodríguez Mondragón, hijo de Gilberto Rodríguez Orejuela, privado de su libertad por un caso de tráfico de aletas de tiburón hacia Hong Kong.
Fernando Rodríguez Mondragón, hijo de Gilberto Rodríguez Orejuela, privado de su libertad por un caso de tráfico de aletas de tiburón hacia Hong Kong. | Foto: Foto especial para El País

¿Cuál es hoy su situación jurídica entonces?

El proceso penal ya está completamente terminado, ya me condenaron hace 5 meses, me condenaron a 48 meses con suspensión, o sea, 48 meses excarcelables, pero pues es casa por cárcel, pero a mí me dieron el beneficio de la suspensión de la pena para poder andar libremente por Colombia y pidiendo permiso para salir del país.

¿No necesitó de apelaciones o algún proceso adicional?

No, se está denunciado en este momento es al canal Caracol, a RCN, a Claudia Bahamón y el general William Castaño. Ya nos llamaron a una conciliación con Caracol, pero Caracol no se presentó y ya deben de venir las otras conciliaciones, pero están demandados desde el año pasado estos dos personajes y dos empresas por lo que publicaron o lo que escribieron.

¿Volvió a hablar con el chino?

No, el día que le dije que me capturaron y que por su culpa iba a ir preso 10 años, me mandó unas caritas riéndose. Es eso fue todo lo que hizo.

Periodista y editor de la Unidad Investigativa. Egresado de la Universidad Santiago de Cali y con especialización en Cultura de Paz y DIH de la Universidad Javeriana. Escritor y coproductor de documentales.

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