Exmilitar cuestiona la versión oficial que entregó el Ejército sobre la muerte de un subteniente; esto dijo

Un exintegrante del Ejército aseguró que la versión oficial sobre el asesinato de la subteniente María Camila Mora Mahecha no coincide con lo que se ha conocido del caso y pidió que se revele el testimonio de una posible testigo. Las dudas han reactivado la discusión sobre eventuales omisiones institucionales.

La muerte de la subteniente y del capitán Pablo Andrés Másmela Zapata en el Cantón Norte continúa generando interrogantes dentro y fuera del Ejército Nacional.

Aunque la versión preliminar señala que Másmela habría citado a la oficial dentro de un vehículo para posteriormente dispararle y luego quitarse la vida, nuevas voces surgieron para pedir transparencia y claridad en los hechos.

Entre ellas está la de un exmilitar identificado como Paul Ochoa, quien afirmó haber conocido a la subteniente y dijo que la narrativa oficial “no cuadra”.

Según él, reducir el caso a un conflicto de pareja desconoce rasgos profesionales de Mora Mahecha, a quien describió como una oficial disciplinada, enfocada en su carrera y sin antecedentes de situaciones sentimentales que pudieran derivar en un desenlace tan extremo. Para Ochoa, la explicación institucional deja vacíos que deben ser aclarados.

Uno de los puntos que más inquietud ha generado es la existencia de una posible tercera persona dentro del vehículo al momento del crimen. Presuntamente, otra subteniente habría estado presente e incluso pudo haber presenciado la discusión previa a los disparos.

Sin embargo, este elemento no aparece en la narrativa oficial divulgada hasta ahora; en caso de ser cierto, esa declaración podría ser esencial para conocer detalles sobre la secuencia de los hechos que llevaron al deceso de Mora Mahecha.

El caso también abrió una revisión interna sobre si la Subteniente había presentado denuncias previas por violencia de género o intentos de agresión por parte de Másmela.

La Procuraduría General de la Nación inició una indagación para determinar si existieron advertencias que no fueron atendidas y si la institución actuó según los protocolos establecidos. La investigación busca establecer si algún superior tuvo conocimiento de situaciones que debieron activar medidas de protección.

La familia de la Subteniente, así como excompañeros y ciudadanos que han seguido el caso, insisten en que se esclarezca por completo lo ocurrido. Consideran que la transparencia es indispensable, no solo por la gravedad del crimen, sino por las implicaciones institucionales que podría tener.

Las autoridades insisten en que la investigación continuará hasta encontrar las responsabilidades sobre el presunto feminicidio y esclarecer los hechos que llevaron a la muerte a ambos oficiales.