Esto es lo que busca el ELN con ejecutar ataques terroristas en Cali, como el que dejó a dos policías fallecidos

Las autoridades no tardaron mucho en darse cuenta de que el atentado terrorista ocurrido en la madrugada del pasado martes en el barrio Mariano Ramos, que acabó con la vida de los subintendentes Jorge Leandro Gómez y Robert Stiven Melo, era autoría del ELN.

“Lamentablemente, fue la primera vez que asesinaron a policías en Cali y ese nivel de efectividad del ELN nos preocupa. Además, la intención de tratar de grabar el evento con cámaras propias es algo muy particular de este grupo y se está analizando si estas cámaras también estaban relacionadas directamente con la detonación”, indicó el secretario de Seguridad de Cali, Jairo García.

El ataque se produjo en medio del paro armado que este grupo armado ilegal había declarado entre el 14 y el 17 de diciembre en todo el país, afectando sobre todo al sector del transporte, ya que generó pérdidas cercanas a los tres mil millones de pesos.

Según datos conocidos por El País, se presentaron 82 eventos de orden público en medio de esa orden, de los cuales la Policía Nacional fue víctima de 45 casos, mientras que los militares padecieron 37.

Los departamentos más afectados fueron Cauca, con 9 ataques; Norte de Santander, con 8; Cesar, con 7, y Santander y Antioquia, con 4 hechos cada uno.

¿Por qué se concluyó que el ELN originó el ataque?

El Secretario de Seguridad Municipal indicó que las características del explosivo instalado, los elementos adicionales, como las cámaras trampa que habían ubicado, y la forma en la cual fue ejecutado el ataque terrorista, fue lo que los llevó a determinar que los responsables de los hechos pertenecerían el ELN.

“En Cali hemos tenido atentados terroristas que han tenido distintas características, y en el ataque del martes pasado había otro tipo de capacidad mucho más asociada con el ELN, que históricamente ha tenido unos atentados terroristas mucho más sofisticados que los que ha cometido la disidencia Jaime Martínez en la ciudad. Por eso no solo le hemos hecho un llamado al Gobierno Nacional para que contenga estos ataques, sino para que afecte a estos grupos armados organizados”, añadió.

“El análisis que realizamos del modo delictivo que emplearon, la utilización de cámaras e información de inteligencia que se recogió, nos llevó a determinar que fue el ELN. Todas estas hipótesis de responsabilidad fueron corroboradas por un comunicado que emitió horas después el frente de guerra urbano que se atribuyó el hecho”, indicó a su vez el comandante de Policía de Cali, general Edwin Urrego.

Sobre si hay o no células del ELN en la ciudad que se disputan el control territorial con otros grupos armados, Jairo García explicó que lo que conocen desde Inteligencia es que “hay redes de apoyo al terrorismo, milicias urbanas no solamente de parte del ELN, sino también de la disidencia de las Farc Jaime Martínez”.

También precisó que “el atentado a la Tercera Brigada del Ejército el año pasado fue cometido por un outsourcing criminal en el que estuvo vinculado un grupo de delincuencia común. Además, lo que hemos analizado es que las capturas realizadas han estado asociadas con grupos de redes de apoyo al terrorismo”.

“El ELN en Cali no tiene control territorial y su comportamiento no es igual a como ocurre en el sector rural de algunas poblaciones del país, pero sí realizan una serie de actividades que afectan la seguridad de los caleños”, indicó el funcionario.

Carlos Rojas, experto e investigador en temas de seguridad, indicó que estos ataques del ELN en la capital del Valle buscan tener un control en rutas estratégicas del narcotráfico hacia Buenaventura, ya que esa ciudad maneja más del 50 % de la mercancía que ingresa al país.

“Hay rutas y corredores sobre los que los criminales quieren tener el control, y Cali está ubicado sobre ellos. No es un capricho colocar a nuestra ciudad como objetivo de dichos ataques”, indicó.

Y añadió que actualmente el ELN tiene una disputa con el Clan del Golfo, ya que este último le quitó el control de unas áreas que ellos dominaban tiempo atrás, entre ellas el Cañón de Garrapatas, lo cual aumenta la tensión: “La misma Defensoría ha emitido alertas tempranas en las que ha mostrado el riesgo y la expansión de estos grupos”.

“Nosotros, desde Cali, llevamos dos años diciendo que no podemos tener rentas criminales de estas características en la ciudad, el Cauca y Jamundí, y por eso hemos sido tan insistentes en que no haya minería ilegal en Los Farallones, porque son rentas que permiten que los grupos ilegales fácilmente tengan los recursos para armar atentados terroristas, seguir reclutando menores y fortaleciéndose en temas de armamento y tecnología”, reclamó García.