Atentado a Miguel Uribe: así fue la escalofriante conversación dentro del carro, minutos antes del ataque sicarial

Tras dos semanas del atentado sicarial que dejó en estado crítico al senador Miguel Uribe Turbay, nuevos detalles sobre el caso siguen saliendo a la luz.

La confesión de Katerine Martínez, alias ‘Gabriela’, una de las personas capturadas por su presunta participación en el ataque, ha revelado una conversación clave que tuvo lugar dentro del vehículo donde se planeó el ataque minutos previos a los disparos.

Según la revelación obtenida por la Unidad Investigativa de Noticias Caracol, el 7 de junio, alias Gabriela recogió el arma —una pistola Glock 9 milímetros— y se encontró horas después con alias El Costeño, identificado como Elder José Arteaga, en las inmediaciones del parque El Golfito, en Bogotá, donde se llevó a cabo el ataque sicarial.

Reconstrucción de la escena

De acuerdo con las pesquisas, la capturada llegó al sitio alrededor de las 3:00 de la tarde y minutos después ‘El Costeño’, y ambos subieron al automóvil, que conducía Carlos Eduardo Mora. Después subió el adolescente señalado como el sicario.

Según ‘Gabriela’, en medio de un recorrido por los alrededores del barrio, Arteaga habría dado instrucciones precisas sobre el atentado y de igual forma, contó más detalles del arma, que fue traída del extranjero, la cual habría costado cerca de 20 millones de pesos

Mientras planificaban el ataque, Katerine Martínez destacó que su compañero de ataque le dijo al adolescente que el arma debía usarse directamente contra la cabeza del senador.

La mujer dijo que el menor de edad respondió: “‘le voy a dar uno o dos en la cabeza y me voy’”, a lo que alias El Costeño le respondió que tenía que disparar mínimo tres o cuatro disparos “que se lo tenía que descargar todo, que para eso tenía munición”, relató.

Y el sicario, lejos de dudar, respondió: “‘lo vamos a hacer real, le voy a pegar todos en la cabeza’”, declaró la capturada.

Arteaga, sin titubeos, le deseó suerte: “Dios lo bendiga”. Sin embargo, la situación era más siniestra de lo que parecía. El adolescente fue engañado, creyendo que habría una moto esperándolo para escapar, pero no era así.

Alias Gabriela afirmó que su compañero le había confesado durante el trayecto que todo era una “misión suicida” y que la moto nunca llegaría.

También se reveló que el menor había sido “entrenado” por personas cercanas a Arteaga: “Que una gente de Cali se lo había presentado... me dijo que ya lo había entrenado y que él era de los buenos y que él sabía cómo trabajaba“.

La Fiscalía sigue investigando cómo Arteaga supo con anticipación de la reunión política, anunciada públicamente apenas horas antes del ataque