Judicial
Alianza criminal, detrás de atentados a guardias del Inpec
Tres dragoneantes muertos y tres más heridos deja plan pistola de Los Magos en lo que va corrido de este año en el país. El Valle, uno de los más afectados por atentados contra guardianes del Inpec. Historia.
Una alianza criminal entre varias estructuras delincuenciales del país, no solo del Valle del Cauca, han atribuido las autoridades los atentados registrados contra personal del Instituto Penitenciario y Carcelario de Colombia, Inpec, que a la fecha han dejado tres dragoneantes muertos y tres más heridos.
Como se recordará, el pasado 7 de febrero, se conoció un panfleto del autodenominado grupo Los Magos, (Muerte a Guardias Opresores), una ‘filial’, al parecer, de la organización criminal La Inmaculada, de Tuluá, en el que declaran un plan pistola contra directivos y personal de guardia de la entidad, como represalia por la operación Dominó y la lucha contra la corrupción al interior de las cárceles del país.
En el documento advierten: “Hoy, 7 de febrero, reiteramos firmemente que después de las 12 de esta noche, empezamos hechos, no con letras, ni palabras, nuestros actos pronto los verán y hacemos responsables al Director General del Inpec y al Alto Comisionado para la Paz. No quieren escucharnos, ya nos vamos a hacer escuchar con sangre. Somos caballeros y de palabra. Ya dijimos que después del 8 y así será”.
Fue así como el 8 de febrero, a las 10:20 de la noche, un hombre, desde una motocicleta, disparó en siete oportunidades contra la cárcel de mediana seguridad de Armenia. El ataque no dejó heridos, pero fue un aviso de lo que vendría después.
Posteriormente, el 10 de ese mismo mes, un motociclista disparó en repetidas oportunidades contra el dragoneante Jesús Daniel Cárdenas, de 49 años, cuando se encontraba en las afueras de la cárcel La Ternera, en Cartagena, causándole la muerte.
Ocho días después, el 18 de febrero, el dragoneante y sindicalista, Carlos Parada, resultó gravemente herido en otro atentado criminal, también en hechos registrados en Cartagena.
En respuesta a los atentados, el ministro de Justicia, Néstor Osuna, declaró la emergencia carcelaria, al tiempo que anunció que la Policía y el Ejército reforzarían la seguridad de los centros penitenciarios.
Sin embargo, estas medidas no han surtido efecto, toda vez que el pasado 9 de abril se presentó un nuevo un ataque, casi de manera simultánea, contra dos dragoneantes del Valle del Cauca, uno de los cuales infortunadamente falleció.
La noche anterior, un exfuncionario de la entidad fue asesinado en Palmira, cuando se encontraba al interior de su residencia.
Reclaman mayor seguridad
En el Valle, los tres ataques armados se presentaron en menos de 12 horas, causando verdadera alarma entre los funcionarios del Instituto Penitenciario y Carcelario, Inpec, que reclaman mayores medidas de seguridad.
El primer caso se presentó el lunes, 8 de abril, a las 7:00 de la noche, en el municipio de Palmira, cuando desconocidos ingresaron a la vivienda de Néstor Eduardo Quevedo, expresidente de la seccional de la Unión de Trabajadores Penitenciarios, UTP, quien hacía dos meses se había pensionado del Inpec y lo asesinaron.
Al día siguiente, en el municipio de Buga, hacia las 6:50 de la mañana, los sicarios atacaron nuevamente: Esta vez, la víctima fue el dragoneante Leider Alfredo Romo Rojas, de 38 años, quien laboraba en el área administrativa del centro carcelario de mediana seguridad de esa localidad. Recibió varios impactos en la cabeza que provocaron su muerte.
Cabe recordar, que el 9 de febrero, en el municipio de Jamundí, fue herido a bala el dragoneante Andrés Agredo, quien logró sobrevivir al atentado.
El comandante de la Policía Valle, coronel Giovanni Cristancho Zambrano, descartó que el ataque contra Quevedo tenga relación con los casos de Buga y Tuluá. “Estamos investigando realmente cuáles fueron los móviles del tema de Palmira”, dijo el oficial.
Pero reconoció que detrás de las acciones violentas que se vienen presentando contra el personal del Inpec estarían los Magos, “organización que nace de La Inmaculada de Tuluá, pues hay unos panfletos en los que ellos se atribuyen estos ataques”, dijo Cristancho.
El alto oficial aseguró que “hay una alianza criminal entre varias estructuras delincuenciales, no solo en el Valle, que estarían generando estas afectaciones a los guardianes, como represalia por los traslados de sus cabecillas a otros centros penitenciarios del país, esto en el marco de la segunda fase de la Operación Dominó implementada por el Gobierno nacional en su lucha contra la corrupción al interior de los centros penitenciarios.
Por otro lado, la secretaria de Seguridad del Valle, Ana María Sanclemente, indicó que la Fiscalía conformó un equipo de investigación y que hay más de seis investigaciones en curso para dar con los responsables de estos hechos.
Justamente, el pasado jueves dieron a conocer el primer resultado. Un hombre conocido como alias Arlex fue capturado por miembros de la Sijín en Buga, señalado de ser el autor intelectual del homicidio del dragoneante Leider Romo Rojas, en dicho municipio, el pasado 9 de abril.
Entre tanto, Guillermo Andrés González, director Regional Occidente del Inpec, señaló que esa organización (Los Magos), han manifestado que los traslados han causado molestias y que, en retaliación por los movimientos de algunos cabecillas de esa organización, se han presentado los atentados.
Aclaró que solo hay un cabecilla de ese grupo en un centro penitenciario del Valle, pues los demás no están en la región.
Por su parte, Oscar Robayo, presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios, UTP, calificó como “bastante delicado” este tema, al tiempo que solicitó garantías a la Gobernación del Valle y los entes territoriales, “porque no prestan los anillos de seguridad alrededor de las cárceles y las vigilancias son momentáneas; entonces los comandantes del Ejército y la Policía hacen caso omiso a estas situaciones y no prestan la seguridad. A los compañeros los están matando afuera de las cárceles”, denunció.