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Festival Mestizaje 2025, la cultura como motor de cohesión y oportunidades
Más de 400 artistas celebrarán la diversidad cultural del Cauca en la novena edición del festival, entre el 4 y 5 de octubre, en Santander de Quilichao.

25 de sept de 2025, 02:53 p. m.
Actualizado el 25 de sept de 2025, 02:53 p. m.
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El Festival Mestizaje 2025 llega a su novena edición, consolidado como una de las celebraciones culturales más relevantes del norte del Cauca. Los días 4 y 5 de octubre, el Polideportivo Los Guásimos, en Santander de Quilichao, se convertirá en epicentro de música, tradición y encuentro comunitario. La programación, que inicia a las 10:30 de la mañana y se extiende hasta la noche, combina conciertos de artistas reconocidos, exhibiciones de grupos emergentes, una feria gastronómica y artesanal, y actividades de circulación profesional para agrupaciones musicales.
El festival no se limita a dos días de presentaciones. Su estructura contempla una ruta de actividades previas que funcionan como preludio y preparación pedagógica. El 20 de septiembre se celebró en Comfacauca el conversatorio ‘Las Músicas Tradicionales del Cauca’, espacio que reunió a investigadores, docentes y músicos para reflexionar sobre el legado cultural del departamento. El 3 de octubre, víspera del festival, se realizará un encuentro de Escuelas de Formación Musical con la participación de 14 instituciones de 10 municipios, que aportarán alrededor de 240 niños, niñas y jóvenes a la programación. Estos encuentros fortalecen el tejido interinstitucional y alimentan los procesos formativos que confluyen en el escenario principal.

La oferta musical para el fin de semana es diversa y contundente: más de 25 agrupaciones se presentarán ante el público, junto a un ensamble especial que reunirá a 200 niños y jóvenes. El cartel artístico abarca desde las músicas tradicionales afro e indígenas hasta fusiones contemporáneas y propuestas urbanas, lo que permite conectar con públicos familiares y especializados. Ana María Juana Rojas, directora de la Fundación Colombina, afirma que el objetivo es que “los asistentes se lleven el Cauca en el corazón, a través de un recorrido por sus sonidos, sus voces y sus expresiones artísticas”.
Entre los invitados figuran Asael Cuesta Cardona, cantante lírico premiado a nivel nacional; los grupos Mavichi y Mokumba, reconocidos por su interpretación de violines caucanos y su triunfo en el Festival Petronio Álvarez; y agrupaciones regionales que representan la riqueza cultural afro, indígena y campesina del territorio. Rojas señala que “la programación está pensada para que niños, adolescentes y adultos compartan un mismo espacio cultural, convivan en torno a la música y proyecten sus sueños a través del arte”.

El componente artístico del festival no solo exhibe talento, sino que también celebra la diversidad cultural del Cauca y se convierte en un espacio intergeneracional en el que la comunidad se reconoce y se reafirma.
De las aulas al mercado musical
Uno de los pilares del Festival Mestizaje es el trabajo formativo. El evento articula un componente académico que incluye talleres, conversatorios y presentaciones pedagógicas diseñadas para fortalecer la educación musical en el territorio. De acuerdo con Ana María Juana, “el festival constituye una ruta pedagógica que permite a los niños y jóvenes proyectarse, distinguir un horizonte y soñar con la música como parte de sus proyectos de vida”.
La Fundación Colombina, organizadora del evento, sostiene programas que durante todo el año acompañan a niños y adolescentes. Entre ellos se destacan el Taller Integral de Músicas Caucanas y Colombianas (Timcca), que reúne más de 150 estudiantes en Santander de Quilichao; el proyecto Sonidos de Paz en la vereda San Antonio; y el Club de Lectura Sueños Infinitos. Estos espacios funcionan como semilleros de talento que luego se visibilizan en el festival. “El grupoTimcca, por ejemplo, es resultado directo de este acompañamiento. Son jóvenes que han crecido con la música y hoy circulan en escenarios nacionales”, explicó Rojas.
El otro componente estratégico es la circulación profesional. Desde hace cinco años el festival sostiene Santander de Quilichao es Música (SQM), un mercado musical que conecta agrupaciones locales con programadores, productores y agentes de la industria. En 2025 fueron seleccionadas 14 agrupaciones que recibieron acompañamiento especializado en gestión, diseño de su Electronic Press Kit (EPK) y asesorías en producción. De ellas, 7 presentarán showcases durante el festival frente a programadores invitados.
“Un EPK es la cédula de las agrupaciones”, puntualizó Rojas. “Es el documento que les permite presentarse de manera profesional ante programadores y acceder a escenarios de circulación nacional e internacional”. Entre los agentes invitados al SQM figuran representantes de sellos discográficos, gestores de sincronización para cine y televisión, y programadores de festivales internacionales.
La apuesta busca que las agrupaciones locales comprendan que la música no es solo un acto artístico, sino un campo de negocio viable. “Queremos que los músicos entiendan que pueden vivir de esto, que hay posibilidades de facturar desde la música a través de sincronizaciones, giras, festivales y producciones”, añadió Rojas.
Así, el festival se convierte en una plataforma de profesionalización que no solo ofrece un escenario de presentación, sino que abre puertas para construir carreras sostenibles en la industria musical.
Emprendimiento y economía local
El Festival Mestizaje articula cultura y economía mediante una feria gastronómica, artesanal y de mercados verdes que en 2025 reunirá a más de 45 emprendimientos. Estos espacios no solo funcionan como vitrinas de exhibición, sino como escenarios de comercialización directa en los que los productores del territorio conectan con el público y prueban nuevas estrategias de posicionamiento.
Sandra Montoya, directora encargada de Compromiso Territorio, explicó que la feria es resultado de un proceso de acompañamiento previo. “Los emprendimientos no provienen únicamente de una convocatoria pública; muchos han sido formados y fortalecidos con el apoyo de más de 20 aliados ejecutores que hacen parte de Compromiso Territorio”, señaló.
Montoya destacó que programas como Yarú Rural y Big Brother han entregado formación empresarial y capital semilla a decenas de emprendedores. Gracias a ello, los participantes de la feria llegan con modelos de negocio estructurados y con capacidades para sostenerse en el tiempo. “Nuestro interés es que las comunidades tengan capacidad instalada, que lo que se muestre en la feria tenga sostenibilidad más allá del evento”, aseguró.
Ana María Juana Rojas complementó esta visión recordando cómo la feria evolucionó en el tiempo: “Comenzamos con apenas 7 o 10 emprendimientos y hoy tenemos más de 50, con solicitudes adicionales que incluso superan la capacidad disponible. Durante la pandemia llegamos a 30.000 espectadores en una versión virtual, lo que nos permitió mantener la visibilidad de los emprendedores cuando no era posible realizar encuentros presenciales”.
El impacto económico del festival se multiplica: dinamiza el comercio local, promueve el turismo y posiciona marcas del territorio. Restaurantes, hoteles y transportadores también se benefician de la afluencia de visitantes. De esta manera, el festival integra a la cultura un componente productivo que amplía las oportunidades de desarrollo local.
Compromiso Territorio e impacto social
El Festival Mestizaje está enmarcado en una estrategia mayor: Compromiso Territorio, coordinada por ProPacífico. Esta iniciativa interviene en diez municipios del norte del Cauca y del sur del Valle del Cauca, con el objetivo de articular acciones sociales, económicas, institucionales y ambientales. Desde septiembre de 2024 ha beneficiado a 6.500 personas, con la proyección de superar las 8.000 al finalizar el año, gracias a cerca de 30 programas que suman una inversión aproximada de 11.000 millones de pesos.
Sandra Montoya definió Compromiso Territorio como “una estrategia de incidencia integral que busca transformar el territorio desde múltiples frentes”. Los ejes de intervención son cuatro:
- Social, cultural y deportivo: incluye el apoyo al Festival Mestizaje y a otros procesos que fortalecen la cohesión comunitaria.
- Económico: entrega formación empresarial, capital semilla y acompañamiento a emprendimientos.
- Institucional: promueve diplomados, procesos de liderazgo juvenil y fortalecimiento de organizaciones de base.
- Ambiental: desarrolla programas sobre sostenibilidad, adaptación al cambio climático y redes de viveros comunitarios.
En palabras de Montoya, “la cultura construye paz, genera cohesión y nos permite hablar con el territorio”. Por eso, el apoyo a eventos como el Festival Mestizaje no se limita a la celebración, sino que busca consolidar procesos sostenibles en las comunidades.
La Fundación Colombina, por su parte, suma más de 17 años de trabajo territorial, con una inversión anual superior a 2200 millones de pesos y programas que vinculan entre 150 y 650 participantes en municipios del Valle y del Cauca. Rojas subrayó que la organización orienta sus proyectos a formar “ciudadanos responsables” y que cada línea de acción incluye valores de inclusión y convivencia.
Ambas directoras coinciden en que la articulación de cultura, emprendimiento, educación y sostenibilidad es el camino para fortalecer tejido social y abrir oportunidades económicas. Rojas describe el festival como “un encuentro hecho a muchas manos, que creció desde un parque pequeño hasta un evento con más de 400 artistas”. Montoya insiste en que Compromiso Territorio replica experiencias exitosas del Valle del Cauca en el norte del Cauca para consolidar procesos y dejar capacidad instalada.
Convocatoria ciudadana
El Festival Mestizaje 2025 es, en esencia, un espacio para la ciudadanía. Su programación conjuga conciertos, formación musical, mercado cultural y feria de emprendimientos. La convocatoria es amplia: familias, jóvenes, niños, artistas, emprendedores y visitantes están invitados a sumarse a las jornadas del 4 y 5 de octubre en Santander de Quilichao.
La organización insiste en que la participación no debe ser pasiva: el público puede asistir a conciertos, comprar en la feria, participar en talleres y conocer las historias detrás de cada agrupación y emprendimiento. “Queremos que la gente disfrute, pero también que se reconozca en la cultura del territorio y que apoye a quienes construyen desde aquí”, expresó Rojas.
Con estos componentes, el Festival Mestizaje trasciende la idea de un evento musical y se proyecta como una plataforma de cohesión social, formación artística, circulación profesional y desarrollo económico en el norte del Cauca.