Selena, la historia de una joven con la voluntad y la convicción para alcanzar el éxito

Pocos artistas continúan en la memoria colectiva después de su muerte. A 30 años del asesinato de Selena, la reina indiscutible de la música tejana, su legado se fortalece cada vez más a través de los esfuerzos de su familia, seguidores y la industria por mantenerlo siempre vigente, así como su estilo.

Selena Quintanilla Pérez nació en Lake Jackson, Texas, el 16 de abril de 1971, y desde los seis años de edad mostró cualidades para cantar, manteniendo el tono y memorizando las letras de las canciones. Su padre, Abraham Quintanilla, descubrió el talento de la niña cuando enseñaba a su hijo mayor, A.B., a tocar el bajo.

Fue Abraham, de padres mexicanos y nacido en Texas, quien tuvo la visión de fortalecer aún más los vínculos familiares a través de una agrupación musical conformada por sus hijos; A.B de 16 años, como bajista; Suzette de 12, como baterista, y Selena de 8, como vocalista.

‘Selena y los Dinos’ comenzó a presentarse en bautizos, matrimonios y ferias, en la ciudad costera de Corpus Christi, Texas, donde se establecieron en los años 80. Los jóvenes fueron acompañados por su padre y su madre, Marcela Zamora, quien apoyó el proyecto familiar desde el primer momento.

Aunque muchos recuerdan a Selena por éxitos como ‘Amor Prohibido’ y ‘Bidi Bidi Bom Bom’, la familia Quintanilla es norteamericana y su lengua materna es el inglés, por lo que la joven debió aprender a cantar fonéticamente. Para su padre, don Abraham, era importante rescatar las raíces méxico-americanas a través de la música.

El rango vocal de la cantante, mezzosoprano, la hizo destacar en un género dominado por vocalistas masculinos. Su capacidad de interpretar géneros bailables, como la technocumbia, el rock y el pop, le permitió impulsar el género al mercado internacional. Sin embargo, el grupo pasó por varios obstáculos en la década de los 80, como el hecho de que las disqueras latinas no contrataran intérpretes mujeres tan jóvenes para los espectáculos musicales.

Pese a todo ello, Selena desarrolló una capacidad para interpretar y conducirse en el escenario mientras cantaba sin perder fuerza ni entonación. La canción ‘Dame un beso’, escrita por su hermano y productor A.B. y el cantante y compositor Pete Astudillo en 1987, dio a ‘Selena y Los Dinos’ la exposición que necesitaban en los Tejano Music Awards, que reconocen a los mayores intérpretes de la música tejana. Desde ese año hasta 1995, consecutivamente, Selena levantó la estatuilla como la mejor intérprete femenina del género.

Selena fue una artista carismática que poseía una voz distintiva, ronca y dulce; consciente de los requisitos para alcanzar el estrellato

Carlos Passage, corresponsal Made of Music Latino España.

La gran oportunidad llegó dos años después, cuando Selena fue invitada al acto de apertura de los Tejano Music Awards, durante el cual interpretó por 30 minutos temas de su repertorio, como: ‘Terco Corazón’, ‘Yo fui aquella’, ‘Cariño Mío, ‘Ya ves’’, entre otros, en el Hamisfair Arena de la ciudad de San Antonio, Texas. Posterior al evento, dos jóvenes productores se acercaron a su padre y mánager, para proponerle firmar un contrato discográfico.

“Pensaba que se trataba de una broma porque eran muchachos muy jóvenes”, aseguró para Univisión, Abraham Quintanilla, quien luego supo que los dos muchachos resultaron ser Mario Ruiz y José Behar, dos altos ejecutivos de EMI Latin, quienes sabían que estaban frente a un fenómeno musical. Para ese momento, Behar era vicepresidente de la División de Música Latina de la firma discográfica.

Bajo el sello Capitol/EMI Latin, lanzó cuatro álbumes de estudio: ‘Selena’, en 1989; ‘Ven conmigo’, en 1990; ‘Entre a mi mundo’, en 1992, y ‘Amor Prohibido’, en 1994. De su segundo trabajo musical se destacaron las canciones: ‘La carcacha’ y ‘Como La Flor’. Esta última se convirtió en el tema insignia de la intérprete, y que su hermano A.B. compara con ‘Billie Jean’, de Michael Jackson. A partir de ese momento, Selena comenzó a ser llamada ‘La reina de la música tejana’.

Mientras que las presentaciones de Selena eran cada vez más concurridas, la artista se unió en matrimonio el 2 de abril de 1992 con su guitarrista, Chris Pérez, quien se había incorporado al grupo tres años antes. Para Selena, la familia siempre fue el eje central de su éxito, y esperaba concretar su presencia en la industria musical anglosajona antes de comenzar su propia familia.

Desde que Selena firma el contrato con Capitol/EMI Latin, el disco en inglés fue un objetivo, pero los ejecutivos esperaron a que la música de la artista tuviese un mayor número de seguidores.

El esfuerzo tuvo sus frutos: un año después, la cantante fue galardonada, en tres ocasiones, en los Premios Lo Nuestro por Canción Regional (‘Como la flor’), Álbum Regional del Año (‘Entre a mi mundo’) y Artista Femenina Regional del Año.

A medida que la familia consolidaba su posicionamiento en la industria, la joven comenzó a demostrar su talento para diseñar el vestuario del grupo, y experimentar con su apariencia. La intérprete transformó su estilo en varias ocasiones, pasando del cabello rubio al negro, del rizado al lacio, y de corto a largo; además, cambió sus pantalones y chaquetas de mezclilla a licras ceñidas al cuerpo y corpiños de colores blanco, rojo, verde y negro.

Los labios rojos, su cabello largo con fleco y los aretes, se convirtieron en el sello distintivo de Selena. De acuerdo con declaraciones de la periodista mexicana Gloria Calzada, para Univisión: “Tenía un sentido de la estética tan desarrollado que es fácil reconocer que una persona, con dos o tres elementos que se ponga, está tratando de imitar o caracterizar a Selena”.

El próximo proyecto discográfico, ‘Amor prohibido’, internacionalizó a Selena como nunca antes había ocurrido con un intérprete del género tejano. El álbum contiene 10 canciones con ritmos experimentales que combinan la cumbia, el reggae, tejano, el rock y el pop.

La producción alcanzó la posición #1 en la lista ‘Billboard 200′ durante 78 semanas y tuvo cinco sencillos #1 en español en territorio norteamericano (’Amor prohibido’, ‘No me queda más’, ‘Bidi bidi bom bom’, ‘Si una vez’ y ‘Fotos y recuerdos’), una hazaña que jamás ha sido superada por otra cantante latina. Para ese momento, los productores de Capitol/EMI Latin decidieron que la cantante estaba lista para emprender con su álbum debut en inglés.

La reina del Tex-Mex volvió a hacer historia en marzo de 1994, en la 36° entrega de los Grammy, al ganar a Mejor Álbum México-Americano por su disco ‘Selena, Live’. Para ese momento, los productores de Capitol/EMI Latin decidieron que ya estaba lista para emprender con su álbum en inglés.

Durante los próximos meses, Selena comenzó a prepararse para grabar los primeros temas de su álbum debut y, en paralelo, realizó una gira de conciertos masivos en los Estados Unidos, México, El Salvador y Puerto Rico.

La intérprete se convirtió así en la artista latina con mayor proyección internacional para 1995.