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Pedidas de mano, modelos a seguir y atletas que luchan contra la corriente. Historias que cautivaron en los Olímpicos de París 2024
Durante dos semanas, desde París, el mundo fue cautivado por el amor, la tenacidad y el valor de los mejores atletas.
Por Daniela del Mar Peña
Este domingo 11 de agosto, los Juegos Olímpicos de París 2024 dan cierre al encuentro deportivo donde por 15 días atletas de todo el mundo se congregaron para buscar coronarse como los mejores del planeta.
Por dos semanas el mundo se dejó conmover por las historias de superación personal de muchos de los deportistas; se enamoró de los nuevos héroes y modelos a seguir como el colombiano Ángel Barajas o las chinas Zhiying Zeng y Zheng Haohao quienes este año demostraron que la edad no es un impedimento para cumplir los sueños, o como Cindy Ngamba encargada de levantar la bandera de los refugiados, y llevando una medalla olímpica a Reino Unido (casa), que aunque no es su nacionalidad, sí es el lugar donde se siente libre.
Y por supuesto, que en la Ciudad del Amor, no podía faltar el romance, incluso muchos deportistas se encontraron con la fórmula perfecta, pues además de ganar medallas, aprovecharon para decirle sí al amor, por el resto de sus vidas.
El amor, la medalla de oro
Una de las historias que más ha llamado la atención es la de los tenistas checos Katerina Siniakova y Tomás Machac, quienes además de ser compañeros en la categoría dobles mixtos de tenis, eran pareja desde 2021; sin embargo, terminaron su relación unas semanas antes de asistir a los Olímpicos, y aunque con el corazón roto, los jóvenes se llevaron el oro a casa. La pareja celebró su triunfo con un emotivo beso, que abrió paso a las especulaciones de una posible reconciliación.
Pero, no todas las historias son tristes. París, la anfitriona de las olimpiadas deportivas durante estos 15 días fue testigo de románticas pedidas de mano, algunas de ellas al lado del Río Sena, como la de los argentinos Pablo Simonet y Pilar Campoy; o en la Villa Olímpica, donde los españoles David Vega y Noemí Romero se comprometieron con cientos de personas como testigos, el atleta dijo: “Hemos hecho historia juntos (refiriéndose a que son los dos primeros de su país en competir en gimnasia en trampolín), pero quiero seguir haciendo historia contigo”.
Otros esperaron a llegar a los pies de la Torre Eiffel, lugar donde el judoca español José Antonio Aranda se arrodilló frente a su novia, también seleccionada en Judo, Laura Martínez.
Los sudamericanos no se quedaron por fuera de esta oleada de compromisos; y un día después de que Glenda Morejón consiguiera el diploma olímpico en la marcha de 20 kilómetros, su novio Marlon Pesantez le pidió que fuera su esposa en el Muro de los ‘Te Quiero’.
Por su parte, Federico Nilo se fue para Italia con doble premio, al ganar plata en pistola de aire comprimido a 10 metros, y recibir un sí por parte de su novia Carlotta Bozzano.
La china Huang Yaqiong se llevó a casa una medalla de oro en bádminton y un anillo de compromiso, sin duda, la más premiada. Los anfitriones no se podían quedar atrás, y la francesa Alice Finot decidió marcar la diferencia y ser ella quien se arrodillara para pedir la mano de su amado. Aunque la atleta quedó en cuarto lugar, se robó el protagonismo.
Contra la corriente
“Por fin te voy a comprar una casita, mami”, fue la frase pronunciada por la luchadora ecuatoriana Lucía Yépez, quien inició su carrera deportiva a los diez años y para financiarla, ayudó a su madre vendiendo lápices de colores en las puertas de los colegios. Como ella, determinado a cumplir sus sueños, el chocoano Yeison López, quien ganó plata en halterofilia, vendió dulces en las calles de Cali.
Las sirenas mexicanas también nadaron contra la corriente, para volver a unos olímpicos en Natación Artística por Equipos, hecho que no se presentaba desde Atlanta 1996, y lo hicieron sin patrocinio oficial. Además de pedir apoyo a empresas privadas, crearon su propia línea de trajes de baño, para solventar sus gastos. Y aunque no alcanzaron el podio, impresionaron con su rutina.
Modelos a seguir
Cualquier atleta olímpico se convierte en un modelo a seguir para las personas de su país; sin embargo, hay algunos que inspiran al mundo entero, como es el caso de la judoca alemana Anna-Maria Wagner, quien portó la bandera de su país en la inauguración de los juegos, una mujer que a través del deporte ha podido superar varias crisis depresivas. La germánica asegura que quiere ser un ejemplo para que las personas se digan a sí mismas: “Sí puedo”.
Otro de los casos más comentados este año es el de la boxeadora Cindy Nagmba, quien llevó en alto la bandera del equipo de los refugiados, representando la esperanza de 37 atletas de 11 países que llegaron al certamen deportivo más importante del año. El equipo, que existe desde Río 2016, nunca había ganado una medalla, y este 8 de agosto, la camerunesa, quien tuvo que salir de su país por las leyes contra la diversidad sexual, obtuvo el primer bronce en la historia del equipo.
Así como Cyndi, el británico Tom Daley también ha sido fuente de inspiración al demostrar abiertamente su hobby de tejer en los juegos de Tokio 2020, y este año de nuevo fue captado haciéndolo mientras disfrutaba de las competencias acuáticas. El clavadista, quien sufrió bullying por muchos años por este gusto, confesó que este es un oficio que le enseñó su abuela y le gusta hacerlo, en especial, en momentos de tensión emocional.
Fuerza femenina
Ejemplos del poder femenino son la esgrimista egipcia Nada Hafez, quien compitió con 7 meses de embarazo y llegó a octavos de final o la arquera de Azerbaiyán, Yaylagul Ramazanova, que conquistó los Olímpicos de París con su panza de seis meses. Y no son las primeras atletas que compiten en estado de gestación, pero sí las que han llegado con embarazos más avanzados.
Dos heroínas que suman a la lista de empoderadas junto a Simone Biles, recordada por denunciar la violencia sexual contra las gimnastas, y Allison Felix, quien defendió los derechos de las atletas embarazadas.