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La película con Megan Fox y Sydney Sweeney que arrasa en Netflix
Una joya oculta de 2021.

Entre neones, música electrónica y colmillos afilados, Fauces de la noche (Night Teeth, 2021) vuelve a dominar el ranking global de Netflix en 2025. Cuatro años después de su estreno, la cinta dirigida por Adam Randall ha resucitado como un fenómeno inesperado, arrastrando a millones de nuevos espectadores con su mezcla estilizada de thriller nocturno, sensualidad desbordada y un submundo vampírico que sigue resultando irresistible.
Este revival no es casual: el cine de género ha vivido un auge en las plataformas y, dentro de esa ola, Fauces de la noche representa una rara joya de estética pop-horror que hoy se revaloriza.

Su premisa es simple pero adictiva: Benny, un joven chofer universitario, acepta un encargo nocturno que lo lleva a transportar a dos enigmáticas mujeres por Los Ángeles. Lo que parecía una noche de diversión pronto se convierte en una persecución sangrienta cuando descubre que sus pasajeras son vampiras asesinas involucradas en una guerra de poder entre clanes.
Estética, sangre y fiestas mortales
Con una narrativa que no se toma demasiado en serio pero sí apuesta por el ritmo y la atmósfera, Fauces de la noche se distancia del terror gótico tradicional y se lanza de lleno a una reinterpretación contemporánea del mito vampírico.
En lugar de castillos, hay clubes nocturnos; en vez de crucifijos, hay pistolas y tratados de paz rotos entre humanos y no-muertos. Y sobre todo, hay estética: la película se pinta con luces de neón, sonidos urbanos y personajes tan peligrosos como seductores.

Parte de su atractivo radica en el reparto. Debby Ryan y Lucy Fry encarnan a Blaire y Zoe, las vampiras protagonistas, con una mezcla entre encanto adolescente y frialdad letal. Alfie Allen, el inolvidable Theon Greyjoy de Game of Thrones, interpreta a Victor, el villano central que quiere dominar la ciudad rompiendo el equilibrio entre especies. Pero es en los papeles secundarios donde la película esconde su carta más fuerte.
El peso de un nombre: Sydney Sweeney
En 2021, Fauces de la noche no fue el título que catapultó a Sydney Sweeney a la fama. Pero vista desde 2025, su participación como Eva —una vampira misteriosa que trabaja junto a la reina Grace (Megan Fox)— cobra un nuevo valor.

Por entonces, Sweeney era una actriz en ascenso, conocida por Euphoria y The White Lotus, pero aún lejos del estatus de ícono pop que ostenta hoy.
Su presencia en Fauces de la noche se vuelve casi un cameo de culto, una pista escondida de lo que estaba por venir: una carrera que la consolidó como rostro generacional del nuevo cine estadounidense, donde el erotismo, la ambigüedad moral y la estética hiperconsciente son protagonistas.

Verla hoy, en ese papel menor pero magnético, es asistir a un momento congelado de su transformación. Su Eva no tiene muchos diálogos, pero exuda poder y misticismo.
Por qué es un éxito en 2025
Más allá del reparto y el timing, el renacimiento de Fauces de la noche también responde al apetito del público por experiencias audiovisuales que mezclen lo siniestro con lo glamoroso.

No es una película para analizar en profundidad, pero sí para disfrutar: hay humor sarcástico, sangre sin gore excesivo, tensión erótica, un protagonista ingenuo que evoluciona a la fuerza, y una ciudad que se convierte en una trampa visual fascinante.
No inventa nada nuevo, pero sabe cómo actualizar lo antiguo. Vampiros, pero con iPhones. Sed de sangre, pero con glitter.
Disponible en todo el mundo a través de Netflix, esta es la película perfecta para quienes buscan una noche de puro escapismo. Y para quienes quieran decir: “yo vi a Sydney Sweeney antes de que fuera una leyenda”.
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