El terror continúa: La Primera Profecía ya está cines. ¿De qué trata?

Casi 50 años después de que Richard Donner espantara al mundo con su película La Profecía, llega a las salas de cine la precuela, el filme titulado La Primera Profecía, con una historia que se adentrará en los orígenes del Anticristo, esperando atraer a nuevos fanáticos y honrar la entrega original.

La nueva película dirigida por Arkasha Stevenson cuenta con la actuación protagónica de Nell Tiger Free, junto a Tawfeek Barhom, Sonia Braga, Ralph Ineson, Charles Dance y Bill Nighy.

La Profecía es una franquicia de terror que comenzó en 1976. Se centra en Damien Thorn, un niño nacido de Satanás y entregado a Robert y Katherine Thorn, antes de ser transmitido a la familia Thorn, que descubre que el pequeño está destinado a ser el Anticristo.

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La primera entrega fue uno de los títulos más populares dentro del cine de terror religioso de la década de los 70, después de la explosión que supuso El Exorcista (William Friedkin, 1973). Tan buena fue su recepción, que la convirtieron en una saga a la que se le sumaron otras tres películas entre 1978 y 1981.

Sin embargo, como buen clásico de terror no estuvo exenta de drama por fuera de cámaras. Una de las víctimas de la maldición fue John Richardson, encargado de los efectos especiales (y de la famosa decapitación). Richardson sufrió un fuerte accidente de auto muy cerca de un letrero de tránsito que marcaba el nombre de la próxima localidad, la cual curiosamente se encontraba a 66,6 kilómetros de distancia). Como si esto no bastara, su novia murió decapitada accidentalmente en el set de la cinta A Bridge Too Far (1977).

Otro de los sucesos que se le atribuyen al lastre de la cinta es que el hotel en el que se hospedaba Richard Donner fue atacado con bombas por el grupo IRA (Irish Republican Army). Salió ileso.

Por otro lado, el actor Gregory Peck se salvó de milagro cuando su avión, que volaba al Reino Unido, fue alcanzado por un rayo. En otra ocasión, el artista canceló uno de sus vuelos a Israel. La aeronave se estrelló en el trayecto, muriendo todas las personas que iban a bordo.

Las muertes alrededor del rodaje y los misterios que supuso su desarrollo no detuvieron a los productores en su idea de hacer una secuela, que cargó con la otra maldición que suelen traer las segundas partes en el cine: no funcionó. Damien: La Profecía 2, dirigida por Don Taylor, está ambientada siete años después de los eventos de la primera película. Sigue a un adolescente, Damien Thorn, interpretado por Jonathan Scott-Taylor, mientras descubre su verdadera identidad y la amenaza que representa para el mundo.

En la tercera entrega, La Profecía 3: el Conflicto Final, dirigida por Graham Baker, Sam Neill asume el papel de un adulto Damien que se esconde en la personalidad de un empresario que mantiene gran amistad con políticos de su país y es el CEO de las Industrias Thorn. La historia sigue los intentos de los enemigos de Damien por evitar su inevitable destino. Aunque la película no alcanzó el éxito de la original, entregó un cierre lógico.

Luego de la trilogía existieron dos producciones que retomaron la historia: La Profecía IV: El Despertar (1991), dirigida por Jorge Montesi, una película para televisión donde Faye Grant interpreta a Karen York, una mujer embarazada que descubre que su hijo está destinado a convertirse en el nuevo Anticristo, y La Profecía (2006), dirigida por John Moore (Max Payne) y protagonizada por Liev Schreiber y Julia Stiles. Esta última no fue exitosa, pero le presentó la trama a las nuevas generaciones.

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El inicio

En La Primera Profecía, los espectadores podrán conocer los orígenes de la historia donde se resolverán dudas de lo que sucedió antes de la llegada de Damien, quién fue su verdadera madre y qué pasó para que el Anticristo cumpliera su destino.

Es contada desde la perspectiva de una joven estadounidense, quien es enviada a Roma para comenzar una vida de servicio a la Iglesia. Pronto descubre una oscuridad que la lleva a cuestionar su propia fe y devela una conspiración aterradora que espera provocar el nacimiento de la encarnación del mal.

De acuerdo con Jaime Ponce, miembro de la Asociación Colombiana de Críticos y Periodistas de Cine, “son muchas las historias alrededor de Damien y esta película es clave para comprender el universo. El trabajo de ambientación, color, historia y ubicación de los personajes es imprescindible pues conocemos el origen de Damien”.

Esta, concluye Ponce, “es una película que logra impactar a aquellos que en la década de los 70 pudimos vivir esta historia y a la nueva generación de fanáticos”.

Terror por fuera de la pantalla

Curiosidades de la cinta que lo cambió todo

• Uno de los grandes opositores a su realización fue El Vaticano, cuyos líderes aseguraban que se hacía simplemente con “fines consumistas y económicos”.
• Richard Donner, director del filme, pensó inicialmente que lo mejor era que una niña interpretara el rol de Damien. Al final, el papel fue a parar a manos del niño Harvey Stephens, para que no fuera muy similar a El Exorcista.
• Anton La Vey, fundador de la Iglesia de Satán, visitó a Donner durante el rodaje para advertirle de los peligros del rodaje de la cinta y le pidió que suspendiera su realización, ya que la muerte rondaba el proyecto. Antes del estreno del filme, los padres, la hija y un hermano de Donner murieron de manera extraña.
• Gregory Peck aceptó dar vida a Robert Thorn por el perfil del mismo: un padre atormentado por la culpa (según sus propias palabras). Y es el que hijo del actor se había suicidado un año antes de comenzar con el rodaje.