SALSA
El País en clave de mujer: un trío de antología en la salsa latina de los años 80
Juliana, de Cuco Valoy; A Maina, en la versión de la orquesta de Willie Rosario y Catalina La O en la voz de Pete el Conde Rodríguez: tres musas de las que hoy se escribe.
Juliana
Cuco Valoy & Los Virtuosos, álbum Tremenda Salsa (1979)
A mediados de 1979, el dominicano Cuco Valoy, preparaba la que sería la cuarta producción discográfica con su agrupación ‘Los Virtuosos’, Cuco ya era un experimentado intérprete. Desde mediados de los años sesentas junto a su hermano Martín logró popularidad haciendo giras y grabando sones con el dúo “Los Ahijados”, en semejanza con Los Compadres de Cuba.
Para esa producción, “El Pupy de Quisqueya” no escatimó recursos. La salsa estaba en su furor y para lograr un sonido que permitiera competir con los grandes, lo más apropiado sería grabar en la ciudad de New York, y así lo hizo. Valoy alquiló por tres días el Latin Sound Studio, y contrató los servicios de Jon Fausty, el legendario ingeniero de los discos de Fania, en aras de hallar un espléndido resultado, y sin duda así fue, lo que nunca llegó a imaginar, es que ese viaje a la Gran Manzana daría origen a uno de los temas más clásicos de su repertorio y de la música caribeña.
El álbum se planificó con diez canciones, cinco a las que Henry García colocaría su voz y otras cinco que ya habían sido grabadas en República Dominicana cantando Cuco. Según él mismo confiesa, terminada la primera de sesión de voces en el estudio, le entró algo de envidia y se cuestionó ¿Cómo es posible que esté en la misma meca de la industria, con la mejor tecnología y no tenga la oportunidad de grabar al menos una canción? Esa noche en el hotel, tomó papel y lápiz con la idea de escribir una canción, que luego le mostraría a su hijo Ramón Orlando, el pianista y arreglista de la agrupación.
La inspiración llegó por una decepción amorosa de Cuco en su época de adolescencia, una novia que le mostró por primera vez el camino de la desilusión. Eran los tiempos de la Dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, y ella, que realmente no se llamaba Juliana, al ser descubierta en amoríos con un militar, no tuvo ningún reparo en abandonarlo y casarse al poco tiempo. De ahí que la canción tenga ese tono de queja y de lamento.
Según cuenta Cuco, lo primero que le llegó fue el coro. Sucedió mientras buscaba un nombre de mujer que fuera muy sonoro. De momento se vio tarareando: “Juliana qué mala eres, qué mala eres Juliana”, al estilo montunero de Los Ahijados, y partir de allí comenzó a entrelazar los distintos versos a manera de desahogo por el daño sufrido. Así nació una canción tan expresiva como espontánea, hecha en apenas unos minutos.
Al día siguiente, Cuco entró al estudio, le cantó una sola vez su escrito a Ramón Orlando a manera de guía y procedieron a grabarla. Mientras tomaban su voz haciendo las inspiraciones, ingresó la secretaria del dueño del estudio y sentencia ¡Caramba qué canción más linda, de seguro va a ser un exitazo!
Aunque Juliana fue la última canción en hacerse en el estudio, fue la que abrió el repertorio del álbum ‘Tremenda Salsa’ de Cuco Valoy & Los Virtuosos. Pero no solo eso, Juliana traspasó el tiempo y llegó a una nueva generación, luego de que en 1997 se diera a conocer una nueva versión del tema con la participación del propio Cuco, junto a la agrupación DLG “Dark Latin Groove”, creación del exitoso productor Sergio George, que vino contenida en el álbum “Swing On”, una vibrante producción que obtuvo tres discos de platino por los grandes resultados obtenidos en los Estados Unidos, Panamá, Colombia, Perú y Venezuela.
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A Maina
(Alfredy Bogado) – Willie Rosario y su Orquesta. Canta: Pupy Cantor
A Man Of Music (1985)
El maestro Willie Rosario, es uno de los grandes exponentes que ha dado la música salsa. Con una trayectoria de más de 60 años siendo el líder de una de las orquestas más emblemáticas de la música latina, Rosario es el pionero en la articulación del patrón armónico, surgido tras la combinación de cuatro trompetas y un saxofón barítono dentro del movimiento salsero, distintivo este que lo ha hecho merecedor de ser denominado en el ambiente musical como ‘Mr. Afinque’, en alusión al complemento sonoro manifestado en la solidez y consistencia rítmica que caracteriza a su agrupación, capitaneada desde su instrumento, el timbal.
Pero su importancia va más allá. En la orquesta de Willie Rosario se han formado, durante distintas épocas, cantantes como: Chamaco Rivera, Junior Toledo, Guillo Rivera, Bobby Concepción, Pupy Cantor, Josué Rosado, Primi Cruz, Tony Vega y Gilberto Santa Rosa, entre otros, como muestra de una constante innovación estilística que jamás ha abandonado su identidad sonora.
Rosario es sinónimo de trabajo hecho con excelencia y firmeza, muestra de ello son cada una de las producciones discográficas publicadas con su orquesta. Una de las de mayor arraigo en Cali es A Man Of Music de 1985, que incluyó una canción con nombre de mujer: A Maina, composición del cantautor venezolano Freddy José Bogado (1943 – 2015), a quien en el ambiente de Caracas llamaban “Alfredy”; destacado por su trabajo como cantante en agrupaciones como: El Grupo Ashe, el Grupo Mango, Naty y su Charanga, La Magnífica de Elio Pacheco y el Ensamble La Calle, un septeto con el que justamente Bogado grabó la primera versión de A Maina en único trabajo discográfico realizado para la división latina del sello Sonotone Records.
“Maina” es un nombre exótico, posiblemente de procedencia hindú, que se ha vuelto muy familiar para los seguidores de la salsa. Hoy no sabemos si el origen de la letra de la canción es producto de la poesía o si se trata de una mujer real que enamoró a un hombre que lucha por olvidarla, pero en su interior continúa reclamando su presencia. Tal vez hay muchas Mainas por ahí, por el arraigo de la pieza musical, lo cierto es que Maina vive gracias al tema popularizado por el maestro Willie Rosario y su Orquesta en voz de Pupy Cantor, que contó con el arreglo de otro de los alumnos de Mr. Afinque, el desaparecido maestro José M. Lugo.
Catalina La O
Letra: Johnny Ortiz - Arreglo: José Febles. Pete 'El Conde' Rodríguez
A Juan Ramón Ortíz, lo encontramos señalado recurrentemente en las contraportadas de los discos como ‘Johnny’ Ortíz, en calidad de compositor. Su nombre aparece en un poco más de 500 temas de salsa.
Ortíz nació en Isabela, Puerto Rico, se graduó como contable y laboró en Willcox, Barinqer Inc en la ciudad de Nueva York, pero pronto abandonó los números en los libros financieros para dedicarse a plasmar vivencias que con el paso del tiempo se convertirían en famosas canciones, las primeras de ellas grabadas en 1972 por Tony Pabón y La Protesta.
En 1976 logró vincularse a la compañía Fania Records, mediante un contrato exclusivo de cinco años, que incluía su primera producción musical con la Orquesta Taiborí (mezcla de taíno y boricua), donde Tito Nieves hizo su debut como vocalista.
Ortíz, también campeón nacional de billar y posiblemente el alumno más aventajado del legendario Catalino ‘Tite’ Curet Alonso, compitió en 1976 con su mentor, Don Tite, por el premio al Compositor del año en la ciudad de Nueva York, certamen donde Curet Alonso ganó con Periódico de ayer, escrita para Héctor Lavoe, pero que también sirvió como plataforma para que Johnny, el jibarito poeta, ingresara por la puerta de los grandes maestros, o como él mismo lo define “se abriera el camino gracias a una canción con nombre de mujer…”
Catalina, de origen griego, que significa pureza e históricamente ha sido utilizado por la realeza europea, fue el nombre elegido por Johnny Ortiz para la emblemática pieza. Con un relato simple, inspirado en las verbenas de su pueblo natal, Ortíz logra exaltar a una mujer que se distingue entre la multitud, por su belleza, cadencia y sencillez.
Catalina La O, fue escrita por Johnny Ortíz, en una época en la que estaba muy influenciado por el escritor, poeta y novelista Luis Palés Matos (Guayama, Puerto Rico 1898 - 1959).
Palés Matos en su poema ‘Majestad negra’ escribió:
"Por la encendida calle antillana
va Tembandumba de la Quimbamba
-rumba, macumba, candombe, bámbula-
entre dos filas de negras caras"
Ortíz dice:
Por la calle encendida,
se escucha un tambor,
y entre miles de caras se ve,
a Catalina La O...
Catalina La O, contó con el arreglo musical de José Febles y fue publicada abriendo el repertorio del álbum ‘Este negro si es sabroso’ de 1976, para muchos la mejor producción discográfica de Pete ‘El Conde’ Rodríguez.