El Heredero desmiente ser dueño de restaurantes y anuncia acciones legales

Féizar Orejuela Aponte, más conocido como El Heredero, rompió el silencio este 27 de septiembre a través de sus redes sociales para aclarar una polémica que venía generándose entre sus seguidores: la supuesta propiedad de una cadena de restaurantes que estaría usando su nombre artístico sin autorización.

Según relató el cantante ante sus seguidores en Instagram, muchos usuarios le escribían reclamando por una mala atención, pensando que era el dueño de uno o varios establecimientos gastronómicos. Él aclara que no tiene restaurantes bajo ese nombre y solicita que cesen las quejas y confusiones hacia su persona.

El origen del malentendido radica en que un restaurante ubicado en Bucaramanga y sus sucursales ha usado nombres de algunas de sus canciones para sus platos, como “Hamburguesa La Coqueta” y otros títulos asociados a su repertorio musical. El Heredero advierte que estas prácticas pueden inducir a error a los consumidores.

En su mensaje, mencionó que su equipo legal ya está preparando los requerimientos para que dejen de usar su nombre y se eviten nuevas confusiones. “Ya estoy haciendo el requerimiento para no confundir al consumidor pensando que es mío”, declaró el artista en su publicación.

El episodio también reavivó el debate sobre la protección de la imagen pública y la marca personal de los artistas en Colombia. Ante usos no autorizados, las vías legales contemplan requerimientos formales para cesar el uso del nombre, medidas cautelares y reclamaciones civiles por daño a la reputación.

Asimismo, puede activarse la vía administrativa en casos de vulneración de derechos de autor o de marca, lo que refuerza la importancia de registrar y proteger la identidad artística. En la práctica, esto significa que los creadores deben estar atentos al uso que terceros hagan de su nombre, sus canciones o cualquier elemento asociado a su trayectoria, ya que la falta de control puede generar confusión entre los consumidores, afectar su credibilidad e incluso poner en riesgo oportunidades futuras de negocio o de proyección artística.

La situación subraya la importancia de registrar la marca y de que los artistas vigilen el uso comercial de sus creaciones adecuadamente supervisadas.

El cantante además resaltó que el negocio gastronómico del que se habla es un emprendimiento separado, sin relación contractual o comercial con él. Insistió en que se respeten los derechos de autor, de marca y la identidad artística, y advirtió que no tolerará que su nombre se use de forma indebida o que su reputación se vea afectada por productos ajenos.

Este episodio pone en evidencia los riesgos de la atribución de marca personal en el ámbito artístico cuando terceros adoptan identidades similares para negocios comerciales. En redes y medios, seguidores respaldaron su postura, al tiempo que algunos cuestionan la responsabilidad legal y las medidas que pueden adoptarse contra los responsables del restaurante.