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De vuelta al Coquette, la moda que toma fuerza en redes sociales
Una tendencia de moda se hizo viral. ¿Qué advierten los expertos detrás de lo que parece tan solo un fenómeno estético de la generación Z?
Coquette es una tendencia que la generación Z (1997 y 2012) volvió viral, vía TikTok, X e Instagram, que tiene como referencia de estilo a Lana del Rey y Taylor Swift; que es fanática de los looks en la alfombra roja, ¿o rosa? de Lily-Rose Depp o Ariana Grande, y entre sus series favoritas está ‘Bridgerton’.
Coquette es una palabra francesa que significa “coqueta” y en el contexto de la moda hace referencia a un estilo romántico, hiperfemenino y ligeramente infantil, inspirado en la Francia de 1780, a lo María Antonieta —reina de Francia interpretada en el cine por Kirsten Dunst—, donde los vestidos de muñeca, con encajes, listones en el cabello y colores pastel, y mejillas sonrojadas, eran los elementos distintivos.
El nuevo romanticismo, se aleja de la cultura ‘girlboss’ para abrazar una feminidad casi olvidada, asociada a lo cálido, delicado y tierno. Sus adeptas han hecho del closet una oda a los tonos rosados, lilas, verdes menta y celestes; a los vestidos o corsé, adornados con bobos, tupés o volantes; y bajo estampados florales diminutos. Las balerinas o mary janes (merceditas, de punta redondeada) son sus zapatillas del diario, y los lazos para el cabello, su hipérbole de feminidad. Un estilo afianzado por el estreno de la película ‘Barbie’, que incentivó el ‘barbiecore’ que se apoderó de pasarelas, alfombras rojas y tiendas.
Para el diseñador Guio Dominguez, “es un romanticismo dramático con el que las nuevas generaciones quieren comunicar un nuevo lenguaje, en los peinados, maquillaje y vestuario; se ponen cintas de raso, muchos accesorios, y quieren volver muy sweet la moda”. Los guantes, las flores, los encajes, hacen de este un new look de lo que fue María Antonieta en su época”.
Para Catherine Villota. editora de moda, “esta tendencia que, aparentemente, se creó en una red social, expresa esa sensación estética que simboliza lo femenino. El rosa, los tonos pasteles se vuelven referentes de la dulzura y la coquetería inocente de novelas como Lolita, o de películas como María Antonieta, de Sofía Coppola, donde estos tonos son significativos frente a estéticas de un universo naíf”.
“Coquette —considera Villota— es una hipérbole de la niñez, de esas muñecas de porcelana de época, que abrían y cerraban los ojos y las vestías con trajes de encaje y moños en la cabeza. Una tendencia estética relacionada con inocencia, infantilismo y feminidad inocente”. En Japón, cuenta la editora de moda, “existen las Harajuku, mezcla de subestilos japoneses: Sweet Lolita, Gothic Lolita, Visual Kei, Cosplay, Decora, Gyaru, Cursi Fairy Kei y ropa punk rock. Tradicionales kimonos y sandalias de madera se han incorporado al estilo”.
Más que una tendencia, Coquette es para la experta en consumo de moda Kahren Rondon, “un fenómeno de mercadeo, que demuestra cómo una idea puede tomar fuerza hoy en día gracias a las redes sociales, y convertirse en una moda que, si bien es pasajera, es tan vistosa como las mismas tendencias que diseñadores y marcas presentan cada temporada. Es un movimiento que induce al consumo”.
Moda polémica
La estética coquette no está exenta de críticas, según analistas de moda, la hiperfeminidad que promueve crea un estereotipo de mujer virginal, inocente y delicada, sugiriendo una regresión, es decir, la de una mujer infantilizada. En este sentido, se abrió el debate sobre si esta moda fomenta la pedofilia y el abuso sexual, teniendo en cuenta que las mujeres en su infancia son objeto de múltiples violencias de género.
Al respecto, Joyce Torres afirmó que el coquette “al ser un fenómeno dentro y fuera de Internet, puede dar pie a escenarios donde predadores busquen estas características en mujeres menores para ejercer poder sobre ellas. En algunos casos, aunque parezcan extremos, puede llevar a situaciones de acoso, abuso o incluso violación”.
Sin embargo, quienes se identifican con esta moda, apelan a todo lo contrario, a la apropiación de todo aquello femenino que antes se veía como símbolo de vulnerabilidad. Como afirmó Kellen Becket, una tiktoker que adoptó la estética coquette, su deseo es “abrazar esa feminidad que no estaba bien visto en el pasado. Pero ahora disfrutamos de esta ápoca de reivindicación de lo hiper femenino”. Aunque no se trata de un movimiento feminista, sus posiciones contestatarias han generado debate en las redes sociales, donde algunos consideran que, como en el caso de la tendencia lolita, la moda coquette incita a la pedofilia.
Otros consideran que las mujeres no buscan esto, aunque socialmente así pueda entenderse. Para Isutina Roman, columnista del periódico inglés Cherwell, “la moda hiper femenina ha sido criticada ampliamente en las redes sociales por no incluir a personas de color y una variedad de tipos de cuerpo, hasta el punto de que algunos creen que fomenta los trastornos alimentarios y estándares poco realistas. Los modelos a seguir de moda hiper femenina antes mencionados son, de hecho, mujeres blancas delgadas”, afirma en su artículo ‘El lado oscuro del coquette’. ¿Usted qué opina?
Consejos
Cómo lucir coquette a diario
Vestidos de telas delgadas y las blusas de encaje, además de faldas, corsets y ballerinas.
La paleta de colores pasteles no puede faltar en detalles que son muy significativos, como lazos en el cabello, al más puro estilo Lana del Rey. También figuran perlas, vuelos y flores. No olvide las balerinas o mary janes y el charol. Y perlas...
Lo Coquette está influenciada por los encajes rococó de la corte francesa del siglo XVIII y la moda victoriana en Inglaterra y la bella époque de París en el siglo XIX.