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¿Qué es la dismorfia corporal? Megan Fox y su lucha contra esta enfermedad que le impide mirarse al espejo
“Nunca me he visto como me ven los demás. Nunca en toda mi vida he amado mi cuerpo”, dice Fox.
Aunque es una de las mujeres más bellas y reconocidas del planeta, la actriz estadounidense Megan Fox acaba de hacer pública la lucha que enfrenta hace varios años por un trastorno que no le permite reconocer su cuerpo como lo ven las demás personas.
Fox, quien saltó a la fama por su papel en la saga de películas ‘Transformers’, acaba de salir en la portada de la conocida publicación de vestidos de baño de Sports Illustrated y ha aprovechado para hablar sobre la dismorfia corporal que padece.
“Tengo dismorfia corporal. Nunca me he visto como me ven los demás. Nunca en toda mi vida he amado mi cuerpo, nunca jamás”, ha explicado la mujer de 36 años, quien es además madre de dos hijos.
Según la Clínica Mayo, “el trastorno dismórfico corporal es una enfermedad mental en el que no se puede dejar de pensar en uno o más defectos percibidos o defectos en la apariencia, un defecto que parece menor o que no puede ser visto por los demás”.
Muchas veces nos obsesionamos con algún aspecto de nuestro cuerpo que, si bien nadie de nuestro alrededor lo nota, para nosotros puede ser nuestro mayor defecto. Esta obsesión hace que, por ejemplo, veamos nuestro cuerpo más gordo de lo que en realidad es, o percibamos que nuestra nariz es exageradamente grande cuando realmente no es así.
“Podemos mirar a alguien y pensar, ‘esa persona es tan hermosa, su vida debe ser tan fácil, pero en realidad vive a diario una pesadilla”, comenta Fox. La dismorfia es complicada, puesto que los defectos que se perciben pueden ser imaginarios y únicamente percibidos por uno mismo.
Muchas personas que padecen este trastorno pueden recurrir a los procedimientos estéticos para corregir lo que, según ellos, está mal. Sin embargo, expertos aseguran que en lugar de creer en el bisturí, deberían solicitar ayuda psicológica o podrían incurrir en un círculo vicioso.
Para la detección de la dismorfia corporal se emplea un método denominado anamnesis, que consiste en una exploración clínica a través de una serie de preguntas con el objetivo de indagar en la situación personal del paciente. Se trata de un trastorno crónico que, aunque puede variar su intensidad frecuentemente, es necesario tratar profesionalmente.
En una entrevista en 2019 para el medio Entertainment Tonight, Megan Fox contó cómo le afectó haberse sentido sexualizada durante años por los medios de comunicación y la industria del cine. “Creo que tuve un colapso psicológico en el que no quería hacer nada. No quería que me vieran, no quería tener que hacerme una foto, caminar sobre una alfombra roja, no quería que me vieran en público por el miedo o la creencia a que se burlaran de mí”.
La actriz se ha quejado en varias ocasiones sobre el trato de los medios de comunicación, quien la hacían sentir vieja y que su carrera ante las pantallas había terminado cuando cumplió tan solo 30 años.
Estos son algunos de los signos y síntomas del trastorno dismórfico corporal:
- Estar extremadamente preocupado por un defecto percibido en la apariencia que los demás no pueden ver o que parece poco importante.
- Estar convencido de que tiene un defecto en su apariencia que le hace feo o deforme.
- Creer que los demás ponen especial atención en su apariencia de una manera negativa o se burlan de usted.
- Tener comportamientos dirigidos a arreglar u ocultar el defecto percibido que son difíciles de resistir o controlar, tales como mirarse frecuentemente el espejo, arreglarse o rascarse la piel.
- Intentar ocultar los defectos percibidos con prótesis, maquillaje o la ropa y buscar procedimientos estéticos con poca satisfacción.
- Buscar con frecuencia la aprobación por parte de los demás y/o comparar constantemente su apariencia con la de los demás.