La cantante popular Arelys Henao cuenta que está viva de milagro

Por Isabel Peláez R., editora de cultura de El País

La artista Arelys Henao cantó el pasado mes de noviembre en el Parque Simón Bolívar de Bogotá, ante 80.000 personas, representando a las mujeres de la música popular. “Para mí cantar en Colombia en conciertos tan masivos es impresionante. En un solo fin semana he tenido tres presentaciones. Y yo estoy dispuesta para hacer mi tarea y cantarles a todos.

¿Fue una amenaza directa contra su vida la que impidió que cantara en El Plateado?

Sí y he aprendido en la vida que cuando a Dios te dice no, es no. Yo no soy terca en ese sentido, lo soy para salir adelante, pero si a mí me dicen “no vaya porque le puede pasar algo”, yo no voy, no reto. A las buenas somos buenos todos, pero a las malas... A mí me llamó un operador logístico para un concierto en una zona que quiero mucho, como El Plateado, Cauca. Allá vieron mi novela mis campesinos, entonces yo quería y quiero estar allá.

Yo no soy ni derecha ni izquierda. Soy un artista que le da alegría al pueblo, le doy un testimonio de vida, le manifiesto mi fe. Cuando llega la propuesta de cantar allá, dijimos sí, mandé un saludo en redes sociales diciendo que nos esperaran y de pronto llega al whatsapp de la empresa la amenaza, el panfleto, y nos mandan el enlace de la página oficial de ellos, como quien dice: “Es de verdad”. Yo no voy a pelear una guerra que no es mía. No tengo por qué pagar los platos rotos, ya pagué hace 28 años cuando me escapé, cuando vivía con la zozobra de que me mataban en cualquier parte del camino. Y cuando escapé, por un milagro de Dios —porque es un milagro de Dios estar acá— sentí un dolor en mi pecho y una angustia y yo dije ‘no, no puedo meterme allá’, y llamamos a cancelar. Me hice a un lado.

¿Otro día irá a El Plateado, quizás?

No soy una mujer rencorosa, ni estoy para decir no, espero llegar a El Plateado y al Cauca bien, irme tranquila y cantarle a mi pueblo, abrazarnos y disfrutar, pero no en estas condiciones, devolvimos el dinero. Al tomar la decisión, me llama un artista que quiero mucho y me dice: “Arelys, me acaban de llamar, por favor, yo te quiero viva, yo te quiero mucho, no quiero que te hagan daño”. Yo no sabía que el evento era del gobierno.

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