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Así se vivió el Salsódromo en la Feria de Cali: se presentaron más de 2000 artistas, orquestas, estrellas como Willy García y Guayacán
Bajo el concepto de Cali, Maravilla Biodiversa, se vivió este evento de salsa que le dio la apertura a la Feria.
Así como esa bella ave viajera de la salsa se quedó en Cali, la Feria hizo lo propio, y ayer dio su grito la 67 versión, a través de más de 2000 artistas, entre ellos: 55 escuelas de baile de Cali, 30 invitados de Canadá, Francia, Estados Unidos y Alemania. Acompañados por 6 orquestas de alta categoría como: Canela, Son Mujeres, Clandeskina, La Gran Banda Caleña, la Suprema Corte y La Misma Gente.
La diversión comenzó temprano, en la Autopista, desde la Carrera 53 hasta la Carrera 39, a las 3:00 p. m., con 17 escuelas de baile que ofrecieron, de preámbulo, un espectáculo variado, y de semilleros de orquestas, como el colectivo de Timbal a la Calle, la Banda del Barrio Sucre, la Escuela a la Mujer, entre otros.
A las 7:00 p. m., el alcalde de Cali, Alejandro Eder, dio inicio oficial al Salsódromo, desde su carroza Hay Grito de Feria en Cali. El público saludó a dos ídolos salseros: el cantante Willy García y Guayacán Orquesta. En la Carroza Cali Es Donde Debes Estar, decorada con símbolos de ciudad como: Cristo Rey, la iglesia La Ermita, el Gato de Tejada y el Cerro de las Tres Cruces, integrados con elementos de biodiversidad y gastronomía local. Estuvieron los cantantes caleños: Greeicy y Mike Bahía; la actriz, Lina Tejeiro; el futbolista Adrián Ramos; el exfutbolista Harold Lozano; la cantadora tradicional Nidia Góngora y la presentadora Rossy Lemos.
Bajo el lema ‘En Cali se quedó’, canción de inspiración de Ossiel Villada, conceptualización de Héctor Mosquera y arreglos musicales de la Orquesta Clandeskina, el desfile narró la historia de la salsa caleña a través de la metáfora del ave que nace en Cuba, desarrolla sus alas en Puerto Rico y Nueva York, y llega a Cali para anidar para siempre.
Los artistas recorrieron 1.5 kilómetros, divididos en ocho alas o bloques en homenaje a la biodiversidad y la salsa. Cada una representaba una etapa del viaje del ave viajera, resaltando la herencia cultural y el concepto de Cali, Maravilla Biodiversa. Camilo Zamora, abanderado del Salsódromo y embajador, dio apertura con son y danzón. Se hizo un homenaje al bolero en el ala de bailadores. La alegría del boogaloo llegó con los niños. Y de los bloques 1 al 5, la magia del mambo, la pachanga, las descargas y Cali Pachanguero prendieron la fiesta.