Economía
El algodón en el Valle se niega a desaparecer; así han logrado mayor producción
Durante la temporada algodonera de 2022 se sembraron en la región 290 hectáreas de algodón.
Gracias a la productividad alcanzada por algunas fincas que cultivan algodón, el Valle del Cauca se ha convertido en uno de los departamentos con mayor potencial para la siembra de este producto.
Diego Tanaka, propietario de la hacienda Kitsuka, ubicada en el corregimiento de Guanabanal, en Palmira, explicó que desde hace 13 años viene sembrando algodón en la región, tratando de rescatar un cultivo que había casi que desaparecido del departamento.
Mario Rolón, ingeniero agrónomo, explicó que hoy en día se están usando semillas genéticamente modificadas con tolerancia contra insectos y a herbicidas, lo que evita varias plagas.
“El uso de esta herramienta, que ha sido poderosa, nos ha permitido llegar a una alta productividad de 2 toneladas de fibra por hectárea que es muy bueno”.
Agregó que estos resultados “nos ponen entre los países mas productivos. Es una alternativa para los cultivadores de tener una opción rentable y diversificar la oferta agrícola en el departamento”, dijo.
La implementación de cultivos de algodón, con semillas genéticamente modificadas, permite un manejo más fácil, en la medida en que se reducen las aplicaciones de químicos para el control de plagas.
Precisamente, voceros de Agro-Bio, una asociación dedicada a informar y respaldar científicamente la biotecnología agrícola moderna en los países de la Región Andina, explicaron que el Valle del Cauca está entre los cinco departamentos de Colombia con mayor producción de cultivos trasgénicos, incluyendo la siembra de maíz genéticamente modificada.
El algodón es un cultivo semestral, pero debido a las plagas se había prohibido la siembra durante los dos semestres consecutivos.
“Los productores deben tener, además, un cultivo refugio, que es un tema clave y una norma para los productos genéticamente modificados. Se trata de una siembra con algodón normal, sin la característica de resistencia a plagas, esto con el fin de evitar que los insectos se vuelvan resistentes”, explicaron voceros de Agro-Bio.
Durante la temporada algodonera de 2022, se sembraron en el Valle 290 hectáreas de algodón, distribuidas en los municipios de Palmira, Guacarí, Andalucía, Ginebra, Bugalagrande y Pradera, lugares donde se concentra la mayor parte de la producción del departamento. El algodón que se produce en el Valle se comercializa en el mercado nacional.
Cultivos trasgénicos
Según Agro-Bio, el cultivo de algodón modificado ha generado un impacto positivo en la agricultura y la sostenibilidad del sector, porque no solo ha disminuido los costos de producción para los agricultores, sino que también ha tenido un impacto ambiental beneficioso, pues le permite a la planta defenderse del ataque de insectos plaga y así reducir las aplicaciones de productos para su manejo.
“Otro aspecto destacado del impacto positivo del cultivo de este algodón es su contribución a la reducción de la pobreza en las comunidades agrícolas. Al mejorar los rendimientos y la calidad de las cosechas, los agricultores han experimentado un aumento en sus ingresos, lo que ha mejorado su capacidad para mantener a sus familias y acceder a servicios básicos como educación y atención médica”, informó la Asociación.