Economía
Colombianos que viven en arriendo: se vendría duro golpe al bolsillo
Arrendamiento jalonó la inflación de junio en el país.
Esta semana cuando el Dane dio a conocer los datos de la inflación en Colombia para el sexto mes del año (junio), la cifra sorprendió, pues se esperaba que continuara cediendo y por el contrario presentó una leve alza. El IPC para junio se ubicó en 7,18%, mientras que en mayo fue de 7,16%.
En las cifras reveladas uno de los sectores que jalonó la subida fue el de los arriendos. Por ejemplo el arriendo efectivo, el que paga una familia que vive en alquiler, aportó el 0,9 puntos porcentuales al total general, mientras que el arriendo imputado, que se refiere al costo estimado de ocupar una vivienda propia contribuyó en 1,2 puntos al IPC.
Así las cosas, teniendo en cuenta los datos expuestos por el Dane, los arriendos aportaron dos puntos de la inflación total de 7,18%, es decir, casi la tercera parte de todo el encarecimiento de la economía de los últimos 12 meses.
En ese periodo del último año completo, el arrendamiento efectivo subió 8,1 por ciento, un punto por encima de la inflación total. Y algo parecido ocurre con el arriendo imputado, que sube 7,9 por ciento, 0,8 puntos arriba de la inflación total.
Sin embargo, en la medida en que los costos de tomar una vivienda en arriendo se pongan al día, principalmente con la actualización de los contratos que aún faltan entre julio y diciembre, en los que la ley permite incrementos de 9,26% (la inflación total del 2023), la presión que recibe en este momento el costo de vida iría cediendo.
Sin embargo, la presión de los arrendamientos sobre la canasta familiar podría ser algo que va más allá de un año. Desde el inicio de la pandemia los arrendamientos han mostrado incrementos por debajo de la inflación, y solo desde abril del año pasado comenzaron a tener incrementos superiores a la inflación total, como si empezaran a ponerse al día.
Hasta el pasado mes de mayo en Colombia se completaban once meses de ajustes en los precios de los arrendamientos, frente al rezago que traían con el resto de la canasta familiar. Sin embargo, con esos periodos de ajuste de los precios relativos de los arriendos, todavía siguen por debajo de los incrementos que acumuló en cuatro años y medio toda la canasta básica familiar.