Aumento del salario mínimo 2026: análisis de un experto

La negociación del aumento del salario mínimo de 2026 llega con la particularidad de ser la última del gobierno actual. En diálogo con Blu Radio el profesor Jaime Rojas, experto en economía del Politécnico Grancolombiano, advirtió que un incremento de dos dígitos podría responder tanto a factores económicos como a una eventual intención política en un año preelectoral.

Según Rojas, la principal preocupación frente a un aumento alto está relacionada con la informalidad laboral, que supera el 50 % de los trabajadores en Colombia, de acuerdo con el Dane.

“El temor es que incrementos salariales muy altos afecten principalmente a las empresas más pequeñas y se conviertan en una barrera para contratar de manera formal”, dijo.

El experto señaló que, pese a esos riesgos, en los últimos dos años el país ha aprobado aumentos superiores a las cifras de inflación y productividad sin que se haya evidenciado una destrucción de empleo formal en sectores como industria y construcción. Sin embargo, enfatizó en que la incertidumbre persiste, especialmente entre pequeños empleadores.

Rojas también se refirió a la discusión sobre la fijación del salario mínimo a nivel nacional, pese a las diferencias en el costo de vida entre regiones. Aunque consideró que un modelo territorial podría tener lógica económica, advirtió que existen barreras institucionales y riesgos: “Podría generarse una competencia entre regiones para atraer inversión con salarios más bajos, lo que al final llevaría a una convergencia que impediría diferencias reales”.

Respecto al poder adquisitivo del salario mínimo, el economista afirmó que muchos trabajadores ganan menos de un mínimo y que, para quienes sí lo reciben, una familia de cuatro integrantes no logra cubrir todas sus necesidades básicas.

“Una familia necesitaría cerca de $ 4 millones para vivir en condiciones aceptables”, dijo. Por ello, considera que el Gobierno tendrá en cuenta esa presión social si termina decretando el ajuste, como suele ocurrir cuando no hay acuerdo entre sindicatos y empresarios.

Sobre un posible componente político del debate, Rojas aseguró que este “es el último año del Gobierno en esta negociación y en 2026 hay elecciones. Lo que se ha visto históricamente es que en estos ciclos, el Gobierno decreta el incremento y lo hace por encima de la inflación y la productividad”. En ese contexto, no descartó que la cifra llegue al 11 %, como plantean algunos sindicatos.

Finalmente, Rojas señaló que, desde un punto de vista técnico, “considerando inflación proyectada y productividad”, una cifra razonable estaría entre el 6 % y el 7 %, como propone el sector empresarial. “Una salida intermedia podría ser del orden del 9 %, si se buscara un consenso”.