La torera española Olga Casado prepara su estreno en Cañaveralejo: “Aquí estamos, somos la generación del relevo”

Por Víctor Diusabá Rojas, especial para El País

Madrid (España)

Olga Casado está en los toros desde hace mucho, más allá de sus 22 años de edad y de que fue a los 16 cuando ingresó a la Escuela de Tauromaquia José Cubero ‘Yiyo’ de Madrid.

En realidad, era apenas una niña cuando en Aguilafuente, un pequeño pueblo de la provincia de Segovia, ya tenían que atajarla para que no se echara a correr delante de los toros bravos que soltaban por las calles de la villa. Más aún cuando nadie en su familia había participado de la tauromaquia, ni siquiera como aficionado.

Ahí, en la escuela que lleva el nombre del joven maestro que dejó su vida en Colmenar Viejo, el xx de 1985, Olga comenzó la formación de lo que ahora es entrega y pureza en el ruedo.

Esa carrera ya ha superado todos los cálculos. Porque hace ya seis meses, el 1 de diciembre del 2024 dio un salto estratosférico cuando triunfó en el festival “Madrid torea por Valencia”, a beneficio de los afectados de la DANA en la capital valenciana y en el que se recaudaron 450.000 euros que fueron donados íntegramente a la causa a través de un canal oficial de reparto de ayudas.

Aquella tarde celebrada en el Palacio Vistalegre, Olga cortó dos orejas y un rabo ante figuras consagradas como Enrique Ponce, Sebastián Castella, José María Manzanares, Roca Rey y Alejandro Talavante. Ese éxito la catapultó a la gran promesa que es del toreo actual.

Desde entonces, han pasado muchas cosas. Ya debutó como novillera con caballos. Y no de cualquier manera. Por ejemplo en Olivenza, el pasado domingo 9 de marzo, cortó una oreja.

Olga Casado siente pasión por el arte. Ha cursado, aparte de sus estudios de bachillerato, formación en artes plásticas, además de un grado superior en deporte. Eso ratifica su decisión de tener una formación integral, atada a una estricta disciplina personal.

Cali tendrá el privilegio de verla actuar en su Feria de diciembre, junto a Marco Pérez, convirtiéndose así Cañaveralejo en escenario de lujo en el que estarán las dos grandes revelaciones de la torería actual.

El País habló con ella en Madrid.

¿Qué tanto ha significado esa inolvidable tarde en Vistalegre?

Sin duda, ha sido un punto de inflexión en mi carrera. Ha marcado un antes y un después. Por supuesto para bien; pero, eso sí, tengo los pies en la tierra. Llevo muchas ganas de crecer. Por eso, me despierto todos los días muy ilusionada con aprender y ser mejor torero. Son, hasta ahora, cuatro novilladas con picadores, solo deseo seguir toreando y aprendiendo.

Por supuesto, uno de esos grandes desafíos que están por delante es el de Colombia...

Sí, efectivamente allí estaré. En Cali y en Manizales. Es muy especial porque, como torero, uno siempre sueña con pisar América. Más todavía, porque nunca he montado en avión, por lo cual se suma otra gran experiencia. Espero que disfruten de mi toreo. Yo, de mi parte, disfrutaré de la afición de esas dos importantes ciudades.

¿Sabe que hay grandes tendidos jóvenes en ambas plazas, gente que, como es su caso, se está entusiasmando por la tauromaquia desde muy chica?

Muy ilusionada y muy contenta de que sea así, no los decepcionaré. A propósito de eso, hay un extraordinario fenómeno en el mundo en el que hay toros, y es la presencia masiva de chicos y chicas en las plazas de toros. Las redes sociales están ayudando a visibilizar el acontecimiento taurino. Muchos no lo conocían, ahora saben de qué se trata y, entre la curiosidad y el interés naturales, ahí los tenemos como espectadores y aficionados. Esa es la gran esperanza de nuestra fiesta.

¿Qué significa una mujer en los toros?

Para mí, la palabra mujer va aparte. Yo soy torero y me gano ese lugar cada día en la plaza. Esta es una profesión de meritocracia y yo creo que lo que he logrado ha sido fruto de mi dedicación y de mi amor esto.

Le pregunto por una referente. ¿Qué significa para usted Cristina Sánchez?

Pues ella es considerada la mejor mujer torero de la historia. La admiro, pero yo la voy a superar, por supuesto que sí.

¿Qué le han contado del toro colombiano?

Que lo voy a disfrutar mucho. Me lo habló en especial el maestro José Ortega Cano. Voy con muchas ganas de poder sentir sus embestidas.

¿Cómo se lo han definido?

Que es un toro diferente, que lo tengo que definir yo con mi capote y muleta.

Su presencia en Colombia es un respaldo al momento prohibicionista que pasa la fiesta en nuestro país...

Bueno, en cuanto a la prohibición de los toros en Colombia, ese es un tema político que nada tiene que ver con la afición que hay allí, una gente buena y conocedora de la que hablan en los mejores términos muchos maestros que han pasado por allí y contado de la afición colombiana. Aquí estamos, nosotros somos la generación del relevo y vamos con muchísima ilusión, como lo han hecho y lo hacen las figuras del toreo, a torear en Colombia para que siga creciendo la afición allí.

¿Se siente feliz de lo que está pasando con su vida?

Sí, porque estoy haciendo lo que quiero, estoy persiguiendo un sueño. Esta es mi profesión artística. Además, en un momento único, ni más ni menos, porque lo que vivimos es un momento de oro con plazas llenas y muchos nuevos aficionados.

La alternativa está lejos, pero ya comienza a soñar con ella...

Sí, apenas sumo, hasta hoy, cuatro novilladas con picadores. Es un camino largo en el que hay que aprovechar cada momento para que, cuando llegue ese día tan especial, lo pueda asumir con toda la categoría que exige ese salto al nivel superior.

En esto de los toros, hay muchos ejemplos a seguir. Fruto de esa admiración, ¿cuáles son los que más la han marcado?

Pues admiro a todos quienes se visten de toreros y, sobre todo, a los maestros. Al final, cada uno tiene su personalidad y eso es lo que los hace ser figuras del toreo. Pero puedo citar algunos de ellos: Miguel Abellán, José Tomás, Alejandro Talavante, Andrés Roca Rey, entre tantos.

Olga, bienvenida a Colombia, éxitos en esta incursión de fin de año y de comienzos de 2026...

Muchísimas gracias, allí estaré, dispuesta a luchar y a conseguir los triunfos y sobretodo, a hacer feliz a la afición colombiana.