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Ingrid Henao, una valiente caleña que ascendió a los más alto de la Sierra Nevada de Santa Marta
Fueron once días entre ascenso y descenso lo que duró la travesía por la Sierra.
Un grupo de tres mujeres y un hombre conquistaron una verdadera hazaña. Ascendieron a los más alto de la Sierra Nevada de Santa Marta, la montaña costera más alta del mundo, en el que estuvo una caleña, Ingrid Henao, funcionaria de Indervalle, durante seis días caminó día y noche para alcanzar los más de 5.000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Lo que habitualmente es un desafío casi imposible de cumplir por las mujeres, una caleña, Ingrid Henao, junto a Gloria Castaño de Medellín y Diana Florian de Bogotá, rompieron con todos los paradigmas y plantaron bandera en medio de montañas con nieve, con una selva inimaginable y un paisaje único en el mundo al que muy pocas mujeres se han atrevido a llegar.
Ingrid, una aventurera que ha ascendido al Nevado del Tolima, Nevado Santa Isabel, Nevado del Huila y al Cucuy, le contó a El País que “fue una experiencia maravillosa. Lo que vi es algo único, lo que observé no lo he visto en ningún otro lugar. Fue algo mágico, impactante”, relató con mucha emoción Ingrid, quien llegó a la cumbre del pico Simmonds a 5.630 msnm.
Y justo allí estas aventureras, quienes estuvieron acompañados por otro par de escaladores, el suizo Sebastien Wermuth y el bogotano Óscar Aragón, se encontraron un trayecto con todos los pisos térmicos, desde el cálido que se siente en el mar, pasando por el clima templado, hasta llegar a los glaciares.
Fueron seis duros días de ascenso para Ingrid, Gloria, Diana, Sebastien y Óscar, quienes contaron con la compañía de los guías de montaña Ricardo Rubio, Ricardo Avella y Sebastián Sarasa.
Sin embargo, lograr la meta no hubiera sido posible sin el acompañamiento de los nativos de la zona, de la Comunidad Arhuaca, quienes hablaban en su idioma pero también en español a la perfección. Ellos miraban a las tres mujeres como si estuvieran en el lugar equivocado.
“Nos sentimos cuidadas por todos, por los porteadores y los guías”, comentó la funcionaria de Indervalle, quien le hizo un llamado a más mujeres colombianas para que se atrevan a llegar a la cumbre de la Sierra Nevada de Santa Marta “ya que nosotras demostramos el poder femenino y queremos que más mujeres vayan a la Sierra”.
Fueron once días y once noches lo que duró el recorrido de aproximadamente 100 kilómetros, en el que los expedicionarios dormían en carpas, en medio de una oscura selva. A las 7 de la mañana iniciaban el recorrido y lo terminaban a las 5:00 de la tarde.
Para escalar llevaban pesados maletines, carpas y unas estufas a gas para preparar su alimentación, que eran recargadas con pequeñas pipas. Desayunaban con avena, cereales, almorzaban algo suave como sándwich o atún y cenaban con pepas, pasta o proteína y arroz.
A la fecha existen pocos registros de acceso a este glaciar que sigue resistiendo al cambio climático, cada vez con menos masa glaciar, sin embargo esta expedición va mucho más allá de su cumbre, significa recorrer y reconocer parte del territorio Colombiano inexplorado y desconocido.